Entrevista central, jueves 2 de junio: Julio Bocca
EC —¿Cómo viviste las repercusiones de aquel anuncio? Porque en distintos ámbitos se generó un clima de inquietud ante la posibilidad de que cerraras tu etapa al frente del BNS. Hubo de todo un poco: el Ministerio de Educación y Cultura emitió un comunicado expresando su preocupación, hubo una campaña en la plataforma de internet change.org, que consiguió 16.016 firmas en nueve días para que no te fueras, para que no abandonaras la dirección del BNS.
JB —Mi pareja me informa todo el tiempo, porque está metido siempre en todo lo que tiene que ver con la tecnología. Yo no tengo ni Facebook ni Twitter, nada de nada, ni siquiera para tener con mis amigos, nada, no tengo.
EC —¿WhatsApp tampoco?
JB —WhatsApp sí. Pero me iba informando de todo lo que pasaba. Agradezco al público, a la gente, que fue haciendo todo eso, fue muy emotivo, muy lindo tener ese cariño, y también que buscaran lo que uno busca, la excelencia.
Lo que más me preocupó fue que empezaron a llamarme diferentes coreógrafos, repositores o lugares donde yo tenía contratos para diferentes obras que íbamos a traer, diciendo que si yo no estaba no se hacía. Algo no estábamos haciendo bien dentro del BNS, dentro de la institución. Porque la idea es que todos trabajemos, pero al mismo tiempo todos tenemos que mantener la institución. Esté la compañía que esté, sea el régimen que sea, el que está ahora o, si se cambia, el que haya más adelante, esté yo como director o venga otro, toda la institución tiene que tener una base muy firme para seguir en vida.
EC —¿Entendiste que tu decisión y la carta quizás no habían sido lo mejor, que habían contribuido a enredar también el panorama?
JB —Por supuesto, porque todo eso salió y muchas cosas: “si vos no estás no se hace, no se hace, no se hace”, veía toda la programación caída. Entonces cuando volví hablé con Sofía [Sajak], que quedó de primera como directora interina de la compañía, para que empezar a armar personalmente un equipo mucho más sólido y con un peso que haga que los bailarines lo respeten y que ella pueda pelear también con el Consejo, con lo que se tenga que pelear, para que esto se mantenga vivo siempre. Lo que se consiguió hasta ahora tiene que seguir millones de años, no puede ser solo una etapa y volver a caer, como pasa en América Latina, que siempre sube y baja todo: la economía, los países… Tratar de romper eso de una vez, seguir adelante, ir subiendo de a poco y seguir, seguir, seguir y seguir.
EC —¿Esa fue la fórmula? ¿Cómo se entiende que tan solo un mes después tu decisión cambiara?
JB —Como te dije, necesitaba unas vacaciones. Mi cabeza…
EC —¿Alcanzó con un mes?
JB —Pensá que ahí uno no solo está tratando de conseguir coreógrafos, repositores, viendo qué fecha se viene, también está organizando. Ahora está Martín García dirigiendo la orquesta, que realmente es maravilloso, ya me está exigiendo la temporada 2018. Es bueno, porque si uno siempre es el que está gritando o exigiendo, llega un momento en que se cansa, se estresa. Me pasó eso. Entonces ver ahora que en otros lados están haciendo el mismo trabajo, el mismo cambio está bueno. Uno tiene que ver también que los bailarines estén en forma, tener evaluaciones todo el tiempo con los maestros, a ver quién va a seguir, quién no va a seguir. Piensan que uno no tiene sentimientos, pero uno los tiene. Ver un bailarín –sé lo que cuesta estar ahí– que no está en el nivel y decirle “gracias” no es fácil. No me gusta, porque yo pasé por esas cosas.
1 Comentario
Muy bueno!