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RA —Daniel, contabas en la pausa que en el Cabo te encontraste con varios locales…
DS —No solo en el Cabo, en La Pedrera también. Carteles en los restaurantes, en los pubs, en los boliches diciendo “no vendemos marihuana”, bien grande, “we don’t sell cannabis”, avisándoles a los turistas que no pregunten ahí, que no les van a vender.
JAP —Se ponen insistentes a veces los turistas, hasta piensan que les estás mintiendo y no les querés vender.
JMV —Algunos se enojan.
JAP —Se van enojados, como que uno los está engañando.
RA —Vamos a las novedades que van a implementar en los próximos días. ¿De qué se trata y a qué apuntan la academia cannábica y estos cursos que van a empezar a ofrecer en el grow shop?
JAP —Yo los llamaría talleres, porque van a ser instancias prácticas más que nada, si bien va a haber una explicación. Este primero que estamos organizando ahora es de introducción al autocultivo, para darle las herramientas a la persona para que pueda elegir, dependiendo de su entorno o sus posibilidades, el cultivo más adecuado y más eficiente, sea interior o exterior. En estos años trabajando en el local notamos que muchas personas empiezan a plantar, no saben, hacen su primera experiencia, les va mal, entonces piensan que es algo redifícil y que no es para ellos. La idea es quitar esa imagen negativa que tienen sobre el cultivo de cannabis aquellas personas que lo intentaron y no les fue bien, y que puedan hacerlo de una manera tranquila, en el sentido de que saben que no les va a pasar nada negativo en el cultivo, como morirse la planta, robos, porque se da mucho que te roben las plantas, incluso que te copen la casa para robarte las plantas. Por eso hay que tener cuidado en no decir mucho si uno tiene muchas plantas o si tiene plantas o si tiene marihuana en la casa. No hay por qué estar diciéndoselo a todo el mundo.
RA —Es un tema que no se previó, no se tuvo en cuenta.
DS —Tengo entendido que hay clubes cannábicos que han cerrado por este tema.
RA —Había escuchado que en los clubes cannábicos estaba siendo una complicación, pero para los autocultivadores…
JMV —Yo he escuchado de clubes o de cultivadores que han tenido estos infortunios, pero nunca escuché de clubes que hayan cerrado. Puede llegar a ser verdad. Es un problema que se presenta muy a menudo, la gente que ya cultiva hace muchos años y que es conocida en el ambiente trata de mantenerlo en privado. No vas a salir a gritar a los cuatro vientos “tengo plantas de marihuana en casa”, porque más allá de que sea legal, de que estés registrado, está esa inseguridad.
RA —En el curso apuntan a formar también en ese sentido, a tomar medidas de seguridad.
JAP —Claro, porque hay gente que de repente pone la planta en un balcón en el primer piso y suben y se la roban. Y si tenés suerte, subieron, la robaron y está ahí la maceta vacía. Hay casos más drásticos.
DS —Porque todavía tiene un filo de oscuridad, de ilegalidad.
JMV —Como está el mercado negro todavía, para ellos es dinero, es plata fácil entrar ahí y robarte las plantas.
JAP —Si no existiese el mercado negro… Si vos podés ir a una farmacia o a otro lugar y siempre hay y se puede comprar, los turistas pueden comprar y todo el mundo puede comprar, ¿quién va a estar robando para vender en el mercado negro?
DS —Volviendo al taller o a la parte académica, lo que ustedes van a proponer, me imagino que va a haber algún ingeniero agrónomo, algún jardinero, algún botánico. ¿Cómo componen el programa?
JMV —Lo que es introducción al autocultivo lo vamos a hacer nosotros. Son talleres cortitos, van a ser siempre talleres cortitos. Después se va a hacer huerta orgánica, tenemos un compañero biólogo…
JAP —… que da clases en la Facultad de Ciencias.
JMV —Él va a dar huerta orgánica y cactus y plantas carnívoras. Tenemos planeados esos dos. Después estoy arreglando un curso de sistemas automatizados de cultivo con un ingeniero que sabe de robótica y de automatización de cosas que hizo un sistema automatizado de cultivo.
DS —Iluminación…
JMV —Sí, todo que funcione solo. Sirve para que cada uno se arme que lo necesita. Y después nosotros tenemos vasta experiencia en cultivo y extracciones y podemos dar clase de eso. Con extracciones me refiero a sacar del cannabis ya sea el THC o la resina o hacer un aceite o tinturas, o hachís, ese tipo de cosas, que no es promover el consumo sino una técnica milenaria que se utiliza para aprovechar también la planta. Nuestra idea no es incentivar el consumo.
RA —Se lo íbamos a preguntar, porque hay quienes pueden considerar que ustedes están promoviendo el consumo de marihuana. ¿Cómo se paran ante este tema? ¿Qué es lo que responden?
JAP —Entonces ya vendiendo tierra estoy promoviendo el consumo de marihuana, si vendo tierra para gente que planta marihuana estoy promoviendo que la gente cultive cannabis. No creo que sea así, creo que es más un tema de ampliarle el conocimiento a la gente, que sepa lo que va a hacer y decidir, que tenga el poder de decisión y decir “yo fumo tanto por mes”, o “me gustaría adecuar más a mi vida lo que consumo, ¿cómo puedo hacer?”. Porque la academia va no solo en el cultivo, sino también en algo más personal. Hay mucha gente que va a ir a la academia y que no tiene ni idea de cómo germinar una semilla de porotos. Y va a ir gente que de repente no fuma cannabis y va a hacer el curso igual.
RA —Preguntaba porque nos han llegado mensajes en los que los felicitan por ser emprendedores y haber visto un negocio por ese lado en un mercado que hoy es legal.
JMV —Muchas gracias.
RA —Pero después nos llega un mensaje como el de Ramón, que dice: “Quizás algún día pueda la producción del programa generar una mesa con gente de familias que sufrimos las drogas. En estos días un hijo de suficiente inteligencia para varios trabajos acaba de rifarnos el quinto trabajo de su vida. La droga lo puso en la calle, lo rescatamos, pero el alcohol nos va ganando. Llevaba un año de haber perdido un trabajo, su hija de 14, con 10 en nuestra casa, lo anotó en un trabajo donde lo tomaron y nos hizo soñar. Como lo dice la ciencia, la droga se lleva las neuronas y no regresan, a pesar de que Diego nos hizo soñar. Porque a un hijo se lo siente desde adentro del espíritu”.
JMV —Eso es parte de las cosas que queremos informar, porque eso está basado en el miedo y la ignorancia. Primero que nada, “la droga” no existe, es un concepto abstracto que crearon. Existen distintas drogas, el ibuprofeno, la cafeína, el alcohol, la marihuana, la coca, la heroína, la morfina. Cada droga tiene un efecto distinto en el cuerpo y provoca reacciones distintas. No existe hasta hoy evidencia científica de que la marihuana mate a alguien.
JAP —Ni de que lleve a otras drogas.
JMV —Llevaba a otras drogas porque dentro de las drogas ilegales era la más liviana, era la que primero se probaba.
JAP —Pero es más por un tema social de lo que se mezcla con la marihuana ilegal. Cuando nosotros a los 15 años íbamos a comprar el faso que vendían en palancas, en los cantegriles, vos ibas a comprar faso y el que venía atrás iba a comprar pasta, y el que venía atrás del que iba a comprar pasta llevaba un televisor para transarlo por merca, por cocaína. Esas cosas son las que de repente alientan a una persona y “ah, hoy no tengo marihuana, pero tengo esto y esto”. Y a los 15 años de repente no tenés el discernimiento necesario para saber lo que te hace bien y lo que te hace mal.
DS —Una pregunta ligada con la política y con lo que plantea este padre. Una de las frases de Pepe Mujica, senador, expresidente, en cuyo período se aprobó esta ley, decía: “Acá lo que queremos es sacarle el mercado al narcotraficante”. ¿Ustedes consideran que ahora que la ley ya está rolando, ya está funcionando, que ya están las farmacias, los cultivos, el Ircca haya pasado eso? ¿Están ganando menos plata los traficantes?
JAP —Hay narcomenudeo ahora.
DS —¿Cómo es eso?
JAP —Hay 20.000 narcotraficantes en Uruguay hoy en día. Todos los cultivadores de cannabis son narcotraficantes.
RA —¿Por qué? ¿Por la restricción?
JMV —Voy a poner un ejemplo. Yo tengo un amigo que se llama José y José me dice “me quiero ir a la playa ahora el fin de semana y no tengo un porro”, y yo le digo “tomá, llevate unos porros”. ¿Yo soy narcotraficante por darle unos porros a José, que es mi amigo, que fumó toda la vida conmigo, que viene a mi casa y fuma, yo voy a la casa de él y fumo con él? Son conceptos diferentes.









