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Entrevista central, jueves 12 de octubre: Gonzalo Caravilla

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Entrevista con el ingeniero Gonzalo Casaravilla, presidente del directorio de UTE.

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EN PERSPECTIVA
Jueves 12.10.2017, hora 08:32

Video de la entrevista

EMILIANO COTELO (EC) —”El viento nos dará dinero”.

Así promocionaba UTE la venta de acciones en la empresa propietaria del Parque Eólico Valentines. El llamado estaba destinado a pequeños ahorristas que con una inversión mínima de US$ 100 podían transformarse en socios de la empresa pública uruguaya en el negocio de la generación y venta de energía. Aquella emisión de acciones fue todo un éxito, logró captar 10.000 inversores.

La semana pasada, en la sede de la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM), tuvo lugar una reunión de accionistas en la que se evacuaron dudas sobre el desempeño del parque eólico y la distribución de utilidades.

¿Cómo viene? ¿Qué resultados está obteniendo esta iniciativa? ¿Puede replicarse a otros proyectos de inversión de esta empresa pública?

Vamos a conversarlo con el ingeniero Gonzalo Casaravilla, presidente del directorio de UTE.

El Parque Eólico Valentines está en el límite entre los departamentos de Florida y Treinta y Tres, y comenzó a funcionar y entregar energía a UTE en setiembre del año pasado.

GONZALO CASARAVILLA (GC) —Lo que se llama energía de prueba, sí.

EC —Dos meses después se abrió el paquete accionario a pequeños ahorristas. UTE decidió quedarse solo con el 20 % y ofrecer el 80 % restante a personas que quisieran invertir. ¿Por qué?

GC —Si nos hubiesen dado la oportunidad y el espacio fiscal, toda la inversión la habría hecho UTE y el parque sería 100 % de UTE. Teníamos que buscar alternativas de participar en el cambio de la matriz eléctrica en lo que tiene que ver con la eólica, y encontramos con los fideicomisos y las sociedades anónimas una oportunidad de desarrollar el parque, y en la parte de capitalización resultó muy bueno, como un valor agregado, el tema de abrir al ahorro popular. En este parque tenemos 10.000 socios que se sienten parte del proceso y les damos una alternativa de ahorro. Nosotros tenemos que construir imagen, tenemos que construir confianza, estamos en un desafío enorme de gestión de la demanda, etcétera, y necesitamos gente absolutamente convencida de que cualquier cosa que le propongamos es buena, hay que reflexionar y tomar decisiones. En ese sentido esto nos sirve desde todo punto de vista.

EC —Valentines es parte de todo el proceso de cambio de la matriz energética, en particular del impulso a la energía eólica que se dio por un lado abriendo la posibilidad de generar energía a privados, y por otro con UTE misma llevando a cabo parques cuya inversión financió en buena medida a través del mercado de valores. Por un lado utilizó el instrumento del fideicomiso, como en Pampa y Arias, y por otro dio un salto más, este de Valentines, de incorporar a ahorristas directamente como socios de la empresa. ¿Por qué fideicomiso en un caso y esto otro en el otro caso?

GC —Desde el punto de vista del ahorrista y de las prestaciones y los beneficios, tener certificados de participación en un fideicomiso o tener una acción de una sociedad anónima termina siendo lo mismo. Son diferentes vehículos, pero a los efectos funcionan de forma muy parecida. Tanto el certificado de participación como las acciones cotizan en la bolsa, tienen un mercado secundario, uno los puede comercializar de un día para el otro, puede comprarlos, son diferentes instrumentos.

Arrancamos con un fideicomiso, que fue Pampa, tuvimos una demanda muy importante, pusimos ciertos instrumentos de garantía para pequeños ahorristas. Después con Arias nos dimos cuenta de que ya no era necesario eso. Y después fuimos por una sociedad anónima, porque las sociedades anónimas después tienen otras posibilidades. Con el fideicomiso uno hace un parque y solo puede hacer eso, hasta que termine ese proyecto ese es el fideicomiso. En una sociedad anónima los accionistas pueden resolver hacer una ampliación, ir a cotizar a la bolsa de San Pablo, tienen otras flexibilidades que era interesante explorar. Exploramos las alternativas, trabajamos mucho, nos dio mucho trabajo sacar la sociedad anónima, fue la primera sociedad anónima que sale al mercado de valores en forma abierta y que captó la atención y hubo gente que hasta con US$ 100 pudo hacerse socia nuestra.

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