EC —En tren de seguir haciendo de abogado del diablo, ¿dónde termina esto?, porque uno puede pensar que también se podría sacar o pensar en sacar otros productos de la canasta del IPC, por ejemplo el alcohol o las bebidas alcohólicas. El propio gobierno del presidente Tabaré Vázquez está trabajando para reducir el consumo de alcohol y enfrentar la problemática del alcoholismo.
DC —Hay una diferencia en lo siguiente. No hay una política de impuestos al alcohol como sí la hay con el tabaco y a nivel mundial. No hay un convenio marco del alcohol y sí hay un convenio marco de control del tabaco a nivel mundial que impulsa la OMS. Entonces, si bien el tema del alcohol está sobre la mesa, está en la agenda y se está trabajando en el sentido de desalentar su consumo, no está en la misma situación que el tabaco, al menos en esta etapa; en el futuro veremos. Por lo tanto usted preguntaba hasta dónde vamos, y yo diría que hasta tabaco, punto, de momento. El futuro dirá qué ocurrirá.
EB —La evidencia contundente que tenemos hoy es en el caso del tabaco. En el caso del alcohol habría que empezar a hacer los cálculos. No tenemos el respaldo que tenemos en tabaco, un tratado mundial en el cual 192 países se pusieron de acuerdo para encarar el problema. Y en ese acuerdo está el tema de impuestos al tabaco. En el caso del alcohol habría que construir todo un cúmulo de evidencia, habría que movilizar al Banco Mundial para hacer algo similar a lo del tabaco y empezar a moverse por el aumento del precio como medida. Y si surge en algún momento el problema de la inflación se deberá ver. Pero son dos cosas diferentes, una cosa es el tabaco, en que no existe ningún nivel de consumo ni de exposición carente de riesgo, y otra cosa es el alcohol, cuyo consumo leve a moderado podría tener un efecto beneficioso; el tema es qué es “leve a moderado”.
EC —¿Saben en qué está el gobierno? ¿Han dialogado con el Poder Ejecutivo sobre cuáles son los próximos pasos?
EB —Sobre este punto no. Sabemos que hay interés en definir una política de precios e impuestos para seguir avanzando y destrabar esta situación de tranque que tuvimos, que no bajó más la prevalencia del consumo. Y que se están pensando otras medidas como el empaquetado genérico y otras, que se estarían aplicando en un corto plazo.
DC —No tengo información respecto a si ya hay un grupo de trabajo como tengo entendido que el doctor Vázquez pidió. Pero me gustaría destacar que este es también un problema fiscal de enorme magnitud. La epidemia de tabaco seguramente está impactando por los costos que le genera al país en no menos de 2 puntos del PBI –no menos de US$ 1.000 millones–, es un problema fiscal enorme que tiene el país, son 2 puntos anuales. Incluso la recaudación del impuesto está muy lejos de este nivel, está en unos US$ 250 millones. Pero lo importante es eliminar ese costo que se le genera al país, mucho más en el contexto de población envejecida que tiene el Uruguay, por el cual los costos sanitarios se nos van a disparar hacia futuro, y tenemos que recortar por algún lado. Este sin duda alguna es uno de ellos.
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Transcripción: María Lila Ltaif
