
EC —Mencionó que la impuntualidad que caracterizaba al servicio anterior, entre otras cosas, tenía que ver con el calado. ¿Cómo es eso? ¿Cómo juega ese factor en esta etapa que están preparando?
DL —Ese es el otro tema que contempla la nueva construcción. El buque anterior tenía un calado que con una marea baja tenía que esperar para repuntar la marea en el caso de entrada y salida en el puerto de Juan Lacaze. Este buque va a tener un calado que le va a permitir funcionar en cualquier altura de marea, no va a depender de la marea para operar. A su vez va a tener dos motores con mayor potencia que le aseguran una mayor velocidad para cumplir el horario y estar todos los días a determinada hora en el puerto de Buenos Aires.
EC —No se necesitan obras de dragado.
DL —No, en ese caso en particular no. Tal vez en el área de maniobra del puerto de Juan Lacaze haya que hacer algún dragado de limpieza, pero no dragado virgen.
EC —¿Operaría solo con Buenos Aires?
DL —Solo con Buenos Aires de lunes a sábado. Los fines de semana la línea anterior hacía viajes puntuales entre Montevideo y La Plata y entre Montevideo y Nueva Palmira. No era un servicio regular, pero dos o tres fines de semana al mes teníamos esos viajes adicionales. Transportábamos autos nuevos que llegaban en tránsito al puerto de Montevideo a la zona franca de La Plata y también transportábamos autos y camiones o equipos usados y nuevos del puerto de Montevideo a Nueva Palmira, porque ahí con las barcazas que volvían vacías a Paraguay tenían un flete muy competitivo.
EC —¿Esas posibilidades también están previstas en el proyecto nuevo?
DL —Sí, especialmente ante la posibilidad de operar en un puerto libre, como va a ser Juan Lacaze. Ahí se abren una serie de posibilidades para ampliar los servicios logísticos.
***
EC —Cuéntenos a propósito de la etapa en la que se encuentra el proyecto que ustedes han elaborado. Por ejemplo, dijimos que el barco va a ser un barco nuevo, que se construirá en China, pero todavía no comenzó la construcción.
DL —No. De hecho, esos cuatro años es un camino demasiado largo que hemos recorrido, pero tiene en parte su explicación. Nos ha tocado un cambio de gobierno, cambio de las autoridades, y el proyecto en este momento depende de la aprobación de la financiación por el Banco República (BROU). Hemos hecho todos los deberes, presentamos el proyecto hace ya más de tres años. También en el BROU hubo cambio de presidente del directorio y también reestructuras a nivel gerencial han demorado el proceso interno. Entendemos que eso está en la última etapa de evaluación y definición y esperamos que así sea para permitir la ejecución inmediata del proyecto.
EC —¿Eso qué implica? Una vez que se apruebe la línea de crédito, ¿qué fechas, qué plazos manejan ustedes?
DL —Nosotros ya hemos hecho el anteproyecto, ya hemos hecho un estudio de mercado en China, ya tenemos un listado de astilleros preseleccionados y ya tenemos los términos de los contratos principales acordados con esos tres astilleros. Falta, una vez que tengamos la financiación, hacer un viaje a China, ver los astilleros y en el mismo viaje firmar el contrato de construcción del buque.
EC —¿Cuánto demora la construcción?
DL —Demorará unos 12 meses. Pero si bien la construcción del buque demorará 12 meses, al mismo tiempo se van a iniciar actividades de inversiones en el puerto de Juan Lacaze.
EC —Justamente, el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Alberto Díaz, decía, en unas declaraciones a Radio del Oeste de Colonia, que para que este proyecto pueda concretarse la ANP tendrá que invertir unos US$ 2 millones en reparación y adecuación de la terminal de Juan Lacaze. Y para eso necesita tener la confirmación de que esto va para adelante, no va a empezar las obras si esto todavía está en duda. ¿Qué trabajos se precisan? ¿Para qué son esos US$ 2 millones?
DL —Principalmente se trata de construir una explanada que va a permitir al barco nuevo operar con sus dos rampas. Actualmente la instalación que tiene Juan Lacaze permite a un barco operar solo con una rampa. Y después, adecuar el espacio de estacionamiento, porque el barco anterior tenía una capacidad de 34 camiones y este tendrá una capacidad de 50 camiones. También adecuar algunos elementos del muelle y alguna infraestructura que necesitan la aduana y otros servicios dentro del puerto para operar.
EC —Estamos hablando de un ferri que transporte camiones de carga que tiene una serie de ventajas. En la presentación que ustedes han elaborado se destaca que en materia de recorrido, de kilómetros, implica un ahorro de 430 kilómetros si se va a Buenos Aires. Y las ventajas son: mayor utilización del camión, incremento en mínimo de un viaje por mes del camión; reducción de costos operativos; reducción de consumo de consumo de combustible; reducción de desgaste de los camiones y riesgo de roturas; menor costo en choferes; seguridad de la carga, reducción de costo de hasta cinco veces en la carga de alto valor; seguridad vial, porque hay reducción de recorrido por viaje simple; descanso de choferes para continuar con tramos largos; reducción de riesgos viales, y mayor agilidad en trámites aduaneros para liberar la carga. Son ventajas que tienen que ver con las empresas transportistas y también con el sistema de transporte de cargas en el caso de Uruguay.
Pero para Juan Lacaze en particular, ¿dónde estarían las ventajas? En puestos de trabajo, ustedes mencionan 45 empleos directos; no es una cantidad enorme, es generación de puestos de trabajo. Y en cuanto al empleo indirecto, ¿a qué aluden?
DL —Todas las actividades portuarias tienen efecto multiplicador. Para empezar, si funciona ese servicio del puerto de Juan Lacaze casi todos los despachantes que hoy día están instalados en Colonia van a tener que trasladarse o tener una oficina en Juan Lacaze con empleados locales o que se tienen que trasladar, porque el puerto de Colonia no trabaja más con carga, trabaja solo con pasaje.
Paralelamente, las empresas de transporte terrestre van a tener que tener su propio representante en el puerto de Juan Lacaze para atender sus camiones. Los camioneros que entran en la ciudad van a necesitar determinados servicios, de comida, descanso, etcétera. Los mismos camiones van a transformarse en clientes de las estaciones de servicio de Juan Lacaze. También de los talleres. Van a surgir una serie de actividades colaterales con la presencia del buque en el puerto.
Si el puerto de Juan Lacaze se transforma en un puerto libre operativamente, se abren una serie de posibilidades para ir ampliando las actividades logísticas, luego de que se establezca la línea y que entre en un funcionamiento normal, lo que llevará unos meses.









