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Entrevista central, jueves 18 de enero: Cecilia Vítola

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DS —Volviendo al foco, hace poco El País sacó una nota que decía que los uruguayos comemos “cada vez peor”. Como experta en la materia, ¿cuál tu opinión sobre la dieta general, la dieta promedio de los uruguayos? ¿Comemos mal?

CV —Hay una tendencia a comer un poco mejor, el tema es que el mercado se apropió de esa tendencia y aparecen estas góndolas con productos que nos hacen creer que son saludables. O aparecen este tipo de personas que tienen ortorexia, que se vuelven obsesivas. A mí me tildan a veces de fundamentalista; no soy fundamentalista, simplemente evito los productos que me hacen mal. La gente está un poco cansada de estar cansada y de que no haya respuestas a su patología, eso de ¿por qué me siento tan mal si todos los exámenes me dan bien? ¿Cómo puede tener 40 años y estar tomando cuatro, cinco fármacos? La apatía, el cansancio, la gente está notando que todo esto le está haciendo mella, le está haciendo ruido, entonces está viendo que esto se puede revertir con el alimento. Eso es lo interesante, si ves que cambiando la alimentación no estás tan cansado o estás más lúcido, vas por ello. Ser fundamentalista es otra cosa, yo lo que quiero es estar bien. Me encantaba el queso, ahora ya ni tengo registro.

RC —¡A mí no me lo saques!

CV —Claro que no. Pero si por comer queso voy a tener el cuello duro prefiero no consumirlo.

DS —Evidentemente estás diciendo que cada cuerpo es como un laboratorio que tiene que encontrar su punto y a alguien le puede hacer bien la leche, como a Rosario, y a mí o a Romina puede hacernos mal. ¿Qué consejo general le darías a aquella persona que se ha iniciado en una conciencia más abierta, que lee las etiquetas y que empieza a tomar decisiones por sí sola con relación a la alimentación? Decís que los productos light o diet no sirven. ¿Captás que esto genera una gran confusión, porque por un lado tenemos insumos que nos dicen “andá por acá” y por otro lado tú que sos una especialista decís “no, ojo”. ¿Cómo resuelve quien está escuchando ese dilema?

CV —Investigando y sobre todo investigando con el propio cuerpo. El cuerpo te va a decir qué es lo que tenés que hacer. El tema es que hay muchos productos que son engañosos. La leche no es que sea buena para Rosario, para mí la leche de otro animal no es buena. La leche es buena para el ternero, no para nosotros, y se asocia a un montón de patologías. Que ella no tenga síntomas no quiere decir que no sea dañina. Cuanto más extraño sea un producto, cuantos más ingredientes tenga, cuanto más irreproducible sea su nombre a la hora de leerlo, como carboxiimetilcelulosa, más dañino. Una cosa es leer que un producto tiene leche, azúcar, harina, por más que no esté de acuerdo con estos ingredientes, por lo menos es algo natural o real, algo que reconocés como alimento. ¿El sorbato de potasio qué es? ¿El E232 qué es?

DS —Rosario, ¿vos sabés qué es el sorbato de potasio?

RC —No, pero sé lo que es la sal de potasio, con la que sustituí la sal, que saqué de todos mis alimentos. Y me encanta, porque es picosa, no la uso en todo, pero…

CV —Yo te recomiendo más la sal del Himalaya, la sal de roca, la sal marina.

RC —Pero la sal marina es sal, sodio.

CV —No, tiene más minerales.

RC —La de potasio no tiene nada de sodio.

CV —Claro, pero el problema no es solo el sodio.

RC —Es el refinamiento.

CV —Es el refinamiento, y además le faltan otros minerales que también son fundamentales.

RC —Pero los podés obtener por otro lado. ¿O no?

CV —Sí, se pueden obtener por otro lado.

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