
DS —Una nutricionista que consultamos, que escribe en La Nación, dice “a veces se presenta un sentido de superioridad sobre los demás por el tipo de comidas que eligen o juicio moral sobre aquellos que no siguen los mismos criterios alimentarios –muy estrictos– que ellos”.
CV —Tal cual, eso pasa también a veces con los vegetarianos o veganos…
RC —Con los fumadores y no fumadores.
CV —También. Pero para los veganos si comés carne está todo mal, y eso para mí no es tan así. Además segregar o decir que el mundo se divide entre los que comemos así y los que no… Recuerdo una paciente a la que le dije: “Sofi, si el mundo se separa entre los que comemos sano y los que comemos no sano, nosotros estaríamos en el lugar de lo triste”. Porque en realidad nos rompimos o nos lastimamos y tenemos que comer así para recuperarnos, pero no es loable comer así, es solamente una forma de vivir. Mi propuesta no es una dieta, es un cambio en el estilo de vida en el que la alimentación cobra un rol fundamental porque lo hacemos cuatro veces al día y es lo que nos construye. Entonces en la medida en que yo me alimento de una forma, desde la conciencia, que es pensar, sentir y hacer, también elijo con quién me quiero juntar, qué ejercicio quiero hacer, a qué me quiero dedicar. La alimentación cobra un rol superimportante a la hora de tomar decisiones. Porque es qué como, cómo lo como, por qué lo como, con quién lo como.
RC —A dónde voy.
CV —A dónde voy. Entonces, ¿sé lo que estoy comiendo?, ¿sé para qué lo estoy comiendo? ¿Es porque estoy aburrido?, ¿es porque estoy triste?, ¿es porque tengo que comer? Porque está estipulado que hay que desayunar, pero si te levantás y no tenés hambre no desayunes, no pasa nada.
DS —¿Hay zonas grises para el estilo de vida, zonas intermedias entre esa dieta y la dieta en la cual nos insertamos y vamos al supermercado los que no leemos las etiquetas chicas? ¿Cómo pega en el organismo no estar consciente 100 % las 24 horas del día de lo que comés?
CV —Lo que pasa es que esto te empieza a hacer ruido si tenés algún síntoma, físico o emocional. Ahí es cuando empezás a investigar un poco más. Hay zonas grises, sí, no es que tengas que ser impoluto a la hora de comer. Está bueno que te tomes una copa de vino si querés con tus amigos. Ahora, si tenés gastritis, tenés cáncer, tenés cirrosis, no es interesante que tomes vino. Es ir al sentido común, todo depende de qué síntomas tengas. Y además por qué lo estás tomando, una cosa es “brindo contigo porque estoy contenta” y otra es “quiero ahogar las penas”. Ya sabemos que no ahogamos las penas con el alcohol, nos podemos anestesiar un poquito, pero después nos vamos a sentir mucho peor. Es como con el dulce, estoy triste, me bajo la tableta de chocolate o el kilo de bizcochos, y después sigo triste por lo que me pasó, pero además tengo la panza hinchada, además me puede venir algún dolor articular, además me queda la boca pastosa, estoy poco lúcida.
DS —Tú tenés un programa denominado Détox. Es toda una tendencia, ¿cómo es tu programa en particular?
CV —Mi plan se llama Rejuverdecer, y es un plan para reconectarte con tu naturaleza en el que la máxima prioridad es uno mismo. Nuestra propuesta es volver a la cocina, cocinar todos los días, si bien tenemos gente que cocina, también es hacerse cargo, hacerse responsable de la salud. El plan empieza con tres días de líquidos, jugos, batidos, sopas, licuados, leches vegetales de coco y de almendras, y después de a poco se empiezan a incorporar alimentos sólidos, determinados alimentos, con la función de hipernutrir los órganos para que cumplan mejor su función, en este caso el hígado, que es el órgano encargado de la desintoxicación. Se llama détox porque es para desintoxicar, para estimular los procesos de desintoxicación que naturalmente tenemos. Es una forma de acelerar el proceso, de hacer un reseteo y darle un poco de paz al cuerpo.
DS —¿Tiene algún tipo de apoyo psicológico?
CV —Sí, tenemos reuniones grupales. Justamente apunta a eso, a que sea una desintoxicación no solo en el plano físico. Tenemos mucha gente que viene para adelgazar, pero tenemos gente que viene con enfermedades autoinmunes, con dolores, con cáncer. Lamentablemente el cáncer es una patología bastante frecuente y cada vez están viniendo más pacientes a la consulta por esto. Para este plan que empieza ahora, que sale el 22 de enero, vinieron varios por cansancio, agotamiento. Recién empieza el año…
DS —Y ya están agotados.
CV —Ya estamos agotados.