
DS —Contá algún caso puntual de alguien había probado con la medicina tradicional, cayó en tu consultorio y lo ayudaste con este tipo de dietas o de tratamiento. Algún caso particular que te haya llamado la atención.
CV —Lucía es un caso interesante, una chica de 36 años que vino con cansancio, dolores de cabeza, apatía, cuando le pregunté cómo estaba de concentración me dijo “mi mente es un caos”, no podía quedar embarazada, siempre estaba con la panza hinchada. Cuando le hago el mapa alimentario, qué es lo que come, era todo procesado, nada con vida, nada de frutas, casi nada de verduras, nada natural, todo era tipo sándwich de jamón y queso. Cambió la alimentación y a los 15 días viene y me dice “esto es mágico”. Y hace poco tuvo un bebé, quedó embarazada después de siete meses de tratamiento. Hay mucha gente que consulta por infertilidad y la propuesta es también: el óvulo y el espermatozoide son células que tienen que estar bien nutridas, si no nos alimentamos bien esas células no van a estar bien nutridas y el nido que va a contener ese huevo tampoco va a estar bien nutrido. Por eso muchas veces no quedan embarazadas, porque no están bien nutridas. Por suerte tengo varios casos como el de Lucía, me llegan muchos “rotos”. Como yo, yo soy otra Lucía, de haber investigado mucho, de haber probado osteopatía, acupuntura –yo hago acupuntura–, me hacía acupuntura pero necesitaba ir todas las semanas a hacerme algún tratamiento para lidiar con el dolor.
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RC —Sé que sos una defensora a ultranza del huevo, cosa que me alegra muchísimo porque me encanta. Romina me peleaba porque soy fanática de los arándanos y de las frutillas.
CV —Perfecto. La gente piensa que el huevo genera colesterol, y no, se pueden comer dos huevos por día.
RC —Colesterol bueno.
CV —Sí, eso ya es un mito, entra dentro de los mitos de la alimentación.
RC —Tiene calcio también.
CV —Tiene calcio, pero además es un muy buen desayuno: huevos revueltos o pasados por agua. Tienen que ser ecológicos, preferentemente.
RC —Se complicó, porque no todos lo dicen. Hay, Ecologito.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —Estoy mirando los mensajes de los oyentes. Hay quien plantea: “En mi casa somos vegetarianos desde hace años, comemos integral y orgánico. Estamos muy bien de salud. La alimentación es el combustible”.
A propósito de los vegetarianos, ¿cómo ves la dieta que llevan?, ¿cómo se sustituye la proteína? Te lo pregunto pensando en un fenómeno que se da, que es que a los niños de padres vegetarianos a veces ya de chiquitos comen esa dieta y algunos señalan que eso tiene sus efectos en la conducta de esos chicos y en algunos síntomas.
CV —Por definición el vegetariano es aquella persona que se alimenta sobre todo de vegetales. Ahí está todo bien. El tema es cuando empiezan a sustituir todo por harinas, por azúcares o por lácteos. Lo de harinas y azúcares pasa mucho en los veganos, y empiezan a estar disalimentados, no bien alimentados.
Proteínas vegetales de buena calidad son nueces, almendras, castañas, las algas, los brotes; algunas personas toleran bien las legumbres, otras no. Vegetarianos hay muchos, yo soy vegetariana de niña y no tengo ningún déficit nutricional respecto a las proteínas, tengo intolerancias. Cuanto más variada sea la alimentación, más rotemos los vegetales, más nos guiemos por la estación, mejor. Rosario dice que está comiendo frutillas y arándanos, es perfecto porque es la estación en que hay que comer esas frutas.
RC —Naranjas.
CV —También. Rotar es fundamental.
RC —¿Y qué pasa con el pescado y el pollo?
CV —El pescado lo que recomiendo es que sea pescado acá, y el pollo que sea de crianza ecológica u orgánica, porque si no tiene hormonas.
RC —Está lleno de hormonas.









