EC —Algunas consideraciones más sobre el tema de los números. El préstamo terminó saliendo con los votos de sus propios ediles y del FA. Según el FA, la Intendencia iba a utilizar el préstamo para encubrir su insolvencia financiera, y no para arreglar daños de caminería. El FA, igual que AN, advierte que la Intendencia arrastra esos seis ejercicios con déficit, pero sus ediles votaron porque la comuna estaba en riesgo de incumplir con los aguinaldos y el pago a proveedores.
JLF —No. Está bien, es entendible que el FA plantee eso porque es oposición y quizás quiera sacar tajada de todo esto, pero no es así. Lo que dije antes de irme a China fue muy claro: o tenemos que parar alguna obra, y obviamente los sueldos, los aguinaldos, el combustible, todos los gastos los íbamos a pagar y tenemos el dinero para pagarlos, ya está previsto. Se dieron situaciones no previstas, como se pueden dar en cualquier lado, en una empresa; ¿qué hacemos? Acudimos a una herramienta financiera. La tengo. ¿No me la dan? Tengo que parar por tres meses. Porque estaba pidiendo una herramienta financiera por 90 días, en febrero se va a terminar toda esta duda. En febrero estaremos acá de vuelta con usted y le voy a decir: “¿Vio que lo que se habló era un tema político y no era lo real?”. Con gusto lo haremos.
EC —¿En febrero se arregla porque ahí entra la plata del Sucive?
JLF —No solamente del Sucive. Tengo tasas de alumbrado, que por primera vez se están cobrando a través de UTE, que se pagan a fin de año; firmé este año, no la fuimos cobrando y se va a cobrar a fin de año. Tengo el premio de eficiencia energética, porque vamos a ser el primer departamento con el 100 % de alumbrado led, voy a cobrar el premio máximo, que no baja de $ 30, $ 40 millones. Y muchas obras que estamos haciendo ahora se certifican en diciembre y se cobra entre enero y febrero al gobierno central, que siempre tiene un traslado de un año al otro, algo normal. Las cosas se van a responder solas. En este caso doy la cara porque me duele que se quiera enchastrar una administración a la que le hemos puesto mucho esfuerzo, mucho cariño y responsabilidad y que estamos sacando adelante a pesar de las dificultades que hemos tenido en los últimos tiempos.
EC —¿Cómo termina analizando, entonces, la postura de AN? Según Camy, ellos le aportaron el 30 % de los votos, 12.000, por lo tanto tienen derecho a expresar su pensamiento con la convicción de que contribuyen “a la gestión del PN y a la mejora de la gestión del gobierno de San José”.
JLF —Totalmente de acuerdo, tienen derecho a expresar su punto de vista. No tienen derecho a poner en riesgo el funcionamiento de la administración. Son dos cosas diferentes. Creo que las discrepancias dentro del mismo partido o de fuera del partido hay que escucharlas siempre, y las críticas también, porque nos ayudan a mejorar.
EC —Camy se reunió con usted a fines de junio y le planteó una serie de medidas urgentes: reducir cargos de confianza, aplicar una reducción fuerte en costos de funcionamiento, estricto control de gastos, también una revisión de la forma en que la Intendencia invierte su dinero en obras. De esa forma defienden su actitud, dicen “nosotros hemos trabajado constructivamente, hemos hecho recomendaciones”.
JLF —Sí, está muy bien. Yo analicé el tema cuando me lo plantearon, pero vi que no tenía resultado, porque me plantean sacar los subdirectores –los habíamos creado juntos el año pasado–, y entro a mirar y creo que saco tres cargos de subdirección, porque los demás son funcionarios municipales que están ocupando esos cargos de confianza pero tienen el cargo reservado de funcionarios municipales. Estamos hablando de US$ 30.000, US$ 40.000. Me parece poco serio. Si estamos hablando de bajar un 10 % en funcionamiento cuando estamos gastando 5 % menos de lo previsto, yo no puedo dejar de pagar combustible… hay cosas que no tienen fundamento. Es fácil decirlo, pero quienes estamos en la administración sabemos de qué estamos hablando, lo que hay que hacer es lo que hemos hecho: no gastar todo lo que tenemos permitido gastar. Por eso me llena de satisfacción hablar de los porcentajes. En 2016, el último, en el presupuesto teníamos 36,28 % y gastamos 31,42 %.
EC —¿Qué son esos números?
JLF —El presupuesto para el quinquenio 2016-2020 prevé 36,28 % para personal, 31,95 % para inversión y 27,60 % para funcionamiento. La ejecución presupuestal del primer año, que fue el último, nos marca que en lugar del 36,28 % de personal, la Intendencia gastó 31,42 %.
EC —Gastó menos, un porcentaje menor que el previsto.
JLF —Y en inversión gastó 10 % más.
EC —En lugar de 31,95 %, 41,70 %.
JLF —En funcionamiento gastó 5 % menos. Entonces ya estoy haciendo el ahorro. Cuando él se reunió conmigo no estaba la rendición de cuentas 2016, eso lo puede salvar de su postura, y esas medidas ya las había tomado. Por eso digo: si ya las había tomado y bajé el déficit como dije, me estaba planteando que hiciera algo que ya había hecho. Bienvenida sea la propuesta, pero ya había tomado las medidas. Entonces ¿qué?, ¿las volvemos a tomar?, ¿qué hacemos? Hay límites para bajar, creo que no hay nadie que pueda decir que tiene estos números, estos porcentajes. Le pido que recorran y analicen los presupuestos de cualquier intendencia, son números que nos tienen que hacer sentir orgullosos, y no por Falero, sino porque hay una administración ordenada desde hace muchos años que ha sabido utilizar los recursos de la gente de la mejor forma.
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