
EC —Y no solo venezolanos, de otros países latinoamericanos también. Entonces ¿ese conflicto con los inmigrantes no va a ir atenuándose por la fuerza de los hechos?
AK —Espero que sí. En teoría, en el imaginario social los uruguayos son tolerantes, abiertos, reflexivos y racionales. Eso es lo que dice el mito de Uruguay. Veremos si el mito es verdadero o no. Yo espero que sí.
EC —¿Qué más? ¿Qué otras políticas, qué tiene que encarar el sistema político para enfrentar con habilidad y a tiempo esta ventana de oportunidad en el asunto de la sociedad del envejecimiento?
AK —Hay otra opción, Uruguay tiene a mano una herramienta fundamental. Uruguay tiene en el exterior creo que 500.000 o 600.000 uruguayos. ¿Por qué no hacer un plan de repatriación de los propios uruguayos? Sería una excelente idea. Y eso no se hace por la ley de retorno –que creo que es del gobierno de Tabaré Vázquez, no recuerdo qué gobierno la hizo–, que es una ley absolutamente insuficiente, que tenía que ver con poder traer el auto, muebles. ¿Por qué no hacer un plan concertado de retorno de los migrantes uruguayos? La política migratoria podría pasar por ahí perfectamente. El problema, de vuelta, tú me estás diciendo “todo eso va a atenuarse, va a desaparecer”, y sin embargo voy a discrepar un poco contigo, los uruguayos son racistas con los propios uruguayos.
EC —¿Cómo? ¿Por qué?
AK —Porque hay uruguayos de primera y uruguayos de segunda. Los uruguayos que nos hemos ido no podemos votar, somos uruguayos de segunda. Y votar forma parte intrínseca, arcaica, ancestral del derecho republicano de un uruguayo. Y a nosotros no nos permiten votar.
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EC —A los oyentes el tema les ha interesado mucho, hay varios mensajes que se congratulan por el hecho de que se esté realizando este tipo de consideraciones y análisis. Y hay también observaciones. Por ejemplo a propósito de lo que se está haciendo o no pregunta un oyente: “¿En cuántos países existe algo como el Plan Ibirapitá?”, el plan de distribución de tablets a personas de la tercera edad, que se ha implantado en Uruguay.
AK —En muchos países del mundo existe. Obviamente no con ese nombre, el equivalente. No es lo que pregunta directamente el oyente, pero aprovecho para decir que una investigación que he realizado es con respecto a las nuevas tecnologías y la tercera edad, que corresponden perfectamente a este modelo de la nueva vejez. A pesar de que se preveía que los adultos mayores iban a tener problemas con las nuevas tecnologías, no tienen problemas.
EC —De todos modos, este es un ejemplo de política en la buena dirección.
AK —Sí, es una política en excelente dirección.
EC —Otra pregunta es por qué no pensar en políticas de fomento de la natalidad.
AK —No es posible, desde mi punto de vista. Ya lo han intentado en los países nórdicos y han fracasado. En Alemania les dan plata a las mujeres para que tengan hijos, ha fracasado. Ha fracasado por dos o tres motivos. Primero, por el triunfo de la revolución feminista, algunos autores dicen que la gran revolución que triunfó en el siglo XX fue la revolución feminista, que logró entre otras muchas cosas, romper la ecuación mujer igual madre, y por ende rompió la ecuación hombre igual padre. Para ser hombre y mujer ya no tenés que ser mamá y papá. Segundo, las mujeres quieren estudiar y tienen todo el derecho y la razón del mundo, entonces cuando llegan al momento de la maternidad están cerca de los 38, 40 años, o sea que biológicamente pueden tener un solo hijo y no van a tener más. Y tercer punto, mucho más estructural, es que los padres ya no le encuentran sentido a ser padres.
EC —Esa sí que es punzante…
AK —Entre otras cosas porque nuestra sociedad, no solo la uruguaya, toda la sociedad, ya no sabe bien qué es ser un padre y qué es ser una madre.
EC —Tú decías ayer cuando conversábamos fuera de micrófonos que estás preocupado por crear conciencia sobre estas nuevas dimensiones y sobre esta nueva serie de desafíos que el Uruguay en particular tiene. Uno de tus objetivos es que la academia de nuestro país se una a esa Red Latinoamericana de Estudios sobre la Tercera Edad de la Universidad de Oxford.
AK —Sí, estamos trabajando con la profesora Teresa Dornell, del Departamento de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales, que tiene un grupo de investigación de la vejez, y estamos muy interesados en que Uruguay se incorpore. Ya estaba incorporado, pero el académico se retiró y ahora estamos buscando un grupo de investigación para que pueda de una u otra manera influir sobre las políticas sociales. Por lo que me leíste de este licenciado de la OPP, me parece que el principal problema de todo esto que estamos hablando es que los responsables no se están haciendo responsables y están manejando datos absolutamente erróneos y equivocados.
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Transcripción: María Lila Ltaif









