EC —Dice también el informe: “Surgen problemas en el monitoreo del uso de los recursos financieros. No es habitual que se realicen análisis del impacto de estos recursos en los logros académicos. No se destinan suficientes recursos para los procedimientos de auditoría. No existe información sobre el uso de los presupuestos a nivel de los centros educativos, y en general se carece de análisis de costo-beneficio de las diferentes políticas y programas educativos”. Así expuesto suena grave desde el punto de vista del manejo de los recursos.
MP —Creo que lo que está diciendo es que hay un manejo tradicional de los recursos. Un manejo tradicional es un sistema que opera básicamente por normas burocráticas: a tal tipo de escuela tal tipo de asignación, si tiene tantos alumnos tal cosa, y se van juntando un conjunto de decisiones a lo largo del tiempo y se van asignando recursos de estos. Creo que la OCDE está diciendo que hay que hacer un esfuerzo por introducir criterios más sofisticados o más actuales desde el punto de vista del manejo presupuestario.
EC —El problema que se amplifica por el hecho de que están en juego una cantidad de programas, muchas veces superpuestos.
PC —Por supuesto.
EC —Todos hemos conocido y hemos escuchado a las autoridades exponer a propósito de que se lanza tal programa que va a buscar tal cosa, la retención de tal tipo de alumnos, el apoyo a otros. Pero después parecería que no hay un análisis de costo-beneficio, dice acá.
PC —Sí, ese ha sido uno de los problemas históricos de la ANEP, no evaluar los programas que lanza y a veces tomar decisiones de descontinuarlos sin la evaluación adecuada. O la continuación sin esa misma evaluación. Hay instalar esta cultura de que cuando se desarrolla una política, se desarrolla un programa, se realiza una acción, esta debe ser evaluada.
EC —¿Ustedes qué papel juegan en esa materia? Ustedes son el Instituto Nacional de Evaluación Educativa.
PC —Estamos comenzando un proceso. El Ineed es una institución novel, es una institución autónoma dentro del sistema y estamos construyendo la legitimidad del Ineed para poder realizar este tipo de evaluaciones que precisamos del propio sistema para generar los insumos de información.
MP —Hemos avanzado, hemos participado en la evaluación de algunos programas. En la página web pueden encontrar que hemos identificado una cantidad de programas, hemos definido sus características técnicas y hemos avanzado para saber si algunos de ellos tienen mecanismos de evaluación. O si son evaluables, porque un programa que presenta dificultades en el acceso a la información, que no ha sistematizado la información o que no se propone metas es difícil de evaluar. Para que un programa pueda ser evaluado tiene que tener una cierta calidad técnica. Una de las cosas en las cuales hay que seguir trabajando es la calidad técnica de la formulación y programación de los programas para que después permitan una evaluación. Porque uno puede poner en marcha un programa y después de que lo puso en marcha pensar cómo lo va a evaluar, lo cual técnicamente es un problema.
EC —Pasemos al capítulo calidad de los docentes. Se alerta en esta materia: “No existe un planteo claro y conciso ni un perfil de qué se espera que sepan y puedan hacer los docentes. Existen graves problemas respecto a la falta de titulación de los docentes, en particular, en educación media. […] La falta de titulación de los docentes en educación media resulta ser más grave en los centros educativos públicos, fuera de Montevideo y en centros muy desfavorecidos. Esto probablemente afecta la calidad de los docentes”. ¿Se sorprendieron ustedes con este apunte?
PC —En absoluto, son elementos que también estaban indicados en el informe del año 2014. Es un tema que ha sido largamente discutido, aunque no resuelto, en el país. Lo relevante quizás de este informe es que señala la necesidad de definir un nivel de competencia de la profesión, que sería muy útil para las posteriores políticas de evaluación.
EC —¿Podemos explicarlo mejor?
PC —Es definir qué es ser un buen profesor o qué es ser un buen maestro y cuáles son las notas de la buena profesión. Eso ayudaría a tener un norte para definir políticas de formación, políticas de capacitación en servicio, y también de evaluación. En ese marco este aspecto es un aporte, pero la clave de la transformación de un sistema educativo está en cómo los docentes transforman sus prácticas, esto sigue siendo un elemento central para producir el cambio y para lograr mejores resultados.
MP —Lo del perfil es importante porque muchas veces las profesiones tienen una definición histórica. Como todos pasamos por la educación primaria, cada uno tiene una definición de qué es una buena maestra. La pregunta es de cuándo es esa definición: ¿esta definición y estas notas sobre qué énfasis hace la maestra o qué énfasis hace el profesor son las más adecuadas para el mundo contemporáneo, para trabajar con los niños hoy, para trabajar en un mundo de abundancia de información, en un mundo donde la institución familiar ha cambiado tanto, donde las pautas de relación social han cambiado tanto? Esto requiere cada tanto repensar o redefinir la profesión. Pasa en cualquier profesión. Los médicos ya no se paran frente al paciente como los sabelotodo porque el paciente busca en internet, tiene redes de información, etcétera; o muchos pacientes, no todos. Las condiciones de ejercicio de la profesión cambian, por lo tanto hay que actualizar las capacidades, definir cuáles son las capacidades fundamentales y cómo combinarlas: cuánto conocimiento, qué tipo de conocimiento, etcétera.
La OCDE dice: hay muchos elementos que giran alrededor de la definición del docente, es importante tener una definición de qué es esta profesión o qué debería ser, porque entonces puedo definir cómo lo formo, cómo podría evaluarlo, qué tipo de apoyos necesita esta persona, qué condiciones de trabajo necesita para desarrollar esto que le pedimos que sepa. Está diciendo que hay que definir o revisar este norte para después acomodar el resto de las cuestiones. Es una discusión conceptual que se está dando en todo el mundo respecto de pautas de la buena enseñanza, del ejercicio docente, entendiendo que la docencia no es solo dar clase, que la docencia requiere tareas de trabajo uno a uno con los niños, requiere trabajar con los padres, requiere trabajar en equipo con otros docentes. La profesión docente ha cambiado mucho, aunque parezca que no, parece que es siempre lo mismo, porque uno se imagina en la misma aula, pero las condiciones de ejercicio, las exigencias de la profesión han cambiado mucho.
