Entrevista con Raquel Rosa, subdirectora de Salud, Ministerio de Salud Pública.
EN PERSPECTIVA
Jueves 25.02.2016, hora 8.15
EMILIANO COTELO (EC) —¿Qué precauciones debo tomar para no contagiarme? ¿Tengo que esperar a que la Intendencia venga a fumigar en mi cuadra o puedo fumigar por mi cuenta? ¿Qué repelente conviene usar? Estas son solo algunas de la cantidad de preguntas que los uruguayos se están haciendo desde hace dos semanas, cuando se diagnosticó el primer caso de dengue autóctono en una mujer que vive en la zona de Pocitos.
Hasta ahora el Ministerio de Salud Pública (MSP) confirmó nueve casos autóctonos de personas infectadas con este virus. Mientras tanto, dijo, hay 122 en seguimiento epidemiológico, todavía no se descarta que puedan tener la enfermedad. Esto es muy dinámico, de hecho los números se corrigen día a día.
¿Qué sabemos sobre este brote de dengue en Uruguay? ¿Estamos preparados para atender un aumento exponencial de casos, si se diera?
Vamos a conversar de todos estos temas con la doctora Raquel Rosa, subdirectora de Salud en el MSP.
Ya que mencionaba números, le pido la actualización más fresca. ¿Cómo estamos al día de hoy?
RAQUEL ROSA (RR) —La actualización más fresca –estuvimos reunidos en equipo con las últimas informaciones– es la que usted ha manejado. Son 11 casos autóctonos confirmados al día de hoy.
EC —Empecemos por lo más básico: ¿qué es el dengue?
RR —El dengue es una infección viral trasmitida por un mosquito, solamente trasmitida por un mosquito, no se trasmite de persona a persona. La enfermedad tiene un ciclo y el mosquito que la trasmite es únicamente el del género Aedes. Por eso la presencia del mosquito genera la posible presencia del virus circulando.
EC —Cuando se dice vector se alude a eso, el vector es el mosquito, es el factor de trasmisión.
RR —Claro, el vector es aquel ser vivo que es capaz de trasmitir la enfermedad de una persona a otra. A eso le llamamos vector en medicina.
EC —Ayer estuve revisando una columna que escribió la doctora Cecilia Hackembruch en El Telescopio a propósito del dengue, que tiene la ventaja de que ordena mucho el tema, y capaz que tomo de ella la idea de hablar en primer lugar de la dimensión del dengue. Ella propone aclarar cuál es su potencial gravedad, cuál es su letalidad, cuál es su morbilidad. Veamos cada uno de esos tres puntos.
¿Qué gravedad puede llegar a tener?
RR —Eso depende mucho de cómo se presenta. Hay cuatro serotipos, además de su nomenclatura común el virus del dengue puede tener cuatro formas distintas que se llaman serotipos. Hablamos de los serotipos 1, 2, 3 y 4, así se denominan. Esos serotipos tienen una forma de presentación bastante parecida, con algunos matices de diferencia entre unos y otros.
En general la primera infección que uno tiene con un virus de dengue es muy parecida a una gripe, con una sintomatología bastante más fuerte, con dolores de cabeza, dolores musculares muy invalidantes, sobre todo articulares, por eso le llaman la “fiebre rompehuesos”, así es conocida en América. Esa infección en general tiene un curso absolutamente benigno, uno simplemente la cursa y queda inmunizado contra ese serotipo.
Puede ocurrir que en alguna oportunidad la persona tome contacto con otro serotipo de dengue y haya una reacción exagerada, ya que tiene inmunidad contra un serotipo pero no contra ese otro. En ese caso puede cursar hacia algunas formas de lo que llamamos dengue grave.
EC —¿Qué es el dengue grave? ¿Cómo lo definimos, cómo lo identificamos?
RR —El dengue grave es una evolución no esperada de este tipo de pacientes, que los lleva a la deshidratación, porque lo que tienen es una alteración fisiopatológica, no hay ningún mecanismo que no sea la propia fisiopatología de la enfermedad. Se produce una extravasación de sangre hacia otros lugares y las personas comienzan a tener o hemorragias o colección de líquidos en otros lugares, pero falta de líquido a nivel de la circulación. (Esta es una explicación sencilla, esto tiene otras explicaciones.) Puede haber una ausencia cada vez mayor de perfusión de sangre y la persona puede entrar, en la forma más grave, en el shock.