
EC —Hablemos ahora con Martín Boero a propósito del impacto que el tornado tuvo en el comercio de Dolores. Quizás de esto se ha discutido menos, porque obviamente lo que más angustiaba y preocupaba era la vivienda. El caso de Martín es muy revelador en ese sentido, Martín es propietario de las zapaterías DaPie, que son tres, y uno de los locales se hizo famoso porque un video de la cámara de seguridad recorrió el mundo mostrando cómo se vivió allí adentro el momento mismo del tornado.
MB —Es impresionante, se hizo viral. De hecho, se subieron muchísimos videos, pero en este se ve de adentro el tornado, es muy impactante.
EC —Es un video que dura unos tres minutos y que sobre el final muestra cuando los empleados y los clientes que se esconden, tratan de protegerse, vuelven sobre la puerta y se espantan, al ver no solo la destrucción del propio local, sino cómo lucen la calle y la vereda, lo que ha pasado ahí afuera.
MB —Parecía una zona de guerra, como en las películas. Cuando uno ve en las películas ciudades destruidas por bombas, esto era lo mismo.
EC —De algún modo esta zapatería, por este video viral, se convirtió en un símbolo, un emblema de la tragedia. Y a los pocos días fue símbolo en otro sentido, porque ustedes se preocuparon por reabrir lo más rápido posible.
MB —Sí, para nosotros era muy importante, es muy importante empezar a reactivar la ciudad. Y no solo desde el punto de vista de la reconstrucción edilicia, sino reactivarla del lado social. Necesitamos sacar gente de las casas, necesitamos sacar a los chiquilines, y yo creo que abrir es como un gancho, un envión para el resto: “Vamos que realmente se puede, es real esto, se puede”. En eso nos basamos para tratar de dar una manito por ese lado.
EC —Ustedes reabrieron a las tres semanas, llegaron para el Día de la Madre.
MB —Fueron 26 días. Abrimos el jueves 12, tres días antes del Día de la Madre. Más allá de las expectativas de que venía el Día de la Madre, que en el rubro nuestro es una fecha importante de ventas, ya sabíamos que quizás este año en Dolores no fuera tal, porque las prioridades son otras hoy, pero sí veíamos muy necesario reabrir, sobre todo en el centro. Hoy de mañana cuando venía para la oficina miraba y hay una tienda, dos zapaterías y una casa de electrodomésticos abiertas en todo el centro, en ocho cuadras de comercios.
EC —Es impresionante. Más allá de que la ciudad se limpió y se ordenó relativamente rápido, es notable cómo quedaron esos agujeros, físicos y de movimiento, de actividad, hasta de iluminación en la noche… faltan muchas vidrieras.
MB —Tal cual. Es importantísimo prender las luces del centro por lo que hablábamos recién, para el tema psicológico o anímico es muy importante ver movimiento. A la gente de afuera que viene a Dolores le llama mucho la atención ver el centro vacío.
EC —Hasta lo psicológico pesa. Pero lo primero que pesa es que esos comercios eran parte del movimiento económico y de las opciones de trabajo de Dolores. O sea que: comercio parado, empleados en sus casas. Ese es un inconveniente no solo desde el punto de vista de los ingresos de esa gente, que quizás tenga seguro de paro, sino también desde el punto de vista de la dinámica social.
MB —Exactamente. Queremos hacer y hemos hecho mucho hincapié en la Liga Comercial y en Reconstruyamos Dolores, sobre todo con el Gobierno, en que no queremos mandar gente a la casa, al seguro de paro. Necesitamos que la gente esté activa, sobre todo por el tema social. Hay muchas familias hacinadas. Si hay 15 personas viviendo en una casa donde a las 8 hs todo el mundo se va -a trabajar o a la escuela o el liceo- y algunas se quedan, y si a eso le sumamos un poco de depresión o la parte del hecho propiamente dicho, podemos llegar a entrar en un círculo vicioso bastante complicado.









