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Entrevista central, jueves 26 de octubre: Richard Clark

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EC —El tumor de Miguel finalmente desapareció.

RC —Eso es lo que parece.

EC —Hoy consume un aceite con cannabis que lo ayuda a combatir las secuelas de la quimioterapia.

RC —Exacto. Es más, Miguel es hermano de un colega que también es deportólogo y que no está muy de acuerdo con este tipo de terapéuticas. A Miguel lo conocí hace algún tiempo…

EC —El hermano de Miguel no está de acuerdo con esta terapéutica, pero Miguel la llevó a cabo.

RC —Sí, Miguel empezó haciendo su autocultivo y sus propias preparaciones y hoy se sigue tratando las secuelas de la quimioterapia, hepáticas y de otros órdenes, pero está como vos y yo, está perfecto, lo conozco personalmente.

EC —Recordemos lo que él contaba: que en 2005-2006 le diagnostican un linfoma en el pecho y le dieron dos meses de vida.

RC —Sí, es una enfermedad muy grave. No digo que una de las indicaciones del cannabis sea para tratar el cáncer, pero por el hecho de regular el medio interno, de asegurar la homeostasis del sistema endocannabinoide, promueve la apoptosis celular, o sea, la muerte de las células que no deberían estar ahí. No es como la quiomioterapia, que ataca la mayor parte de las células de multiplicación rápida, entonces afecta no solo las células cancerosas, sino además las que están al lado. Y lo mismo la radioterapia. Con el cannabis no sucede eso. Miguel empezó fumando cannabis, y después se aseguró su propia medicina con el autocultivo. Como médicos no podemos promover el autocultivo en dosificaciones médicas, pero es una alternativa válida frente a todas las trancas que hay en este país a nivel legal para obtener medicamentos de calidad.

EC —Me llama la atención que este sea un caso en el que el paciente fuma…

RC —Además.

EC —O sea, el efecto terapéutico lo obtiene a partir de un cigarrillo de marihuana.

RC —No, las dos cosas. Era consumidor y se decide a purificar la forma de tratamiento preparando medicina a partir de cannabis.

EC —De todos modos, persistiría la objeción que usted planteaba hace un rato, que usted como médico desaconseja o directamente sugiere no fumar.

RC —Como médicos no deberíamos recomendar fumar.

EC —Por los efectos que fumar tiene en la salud.

RC —Exacto.

EC —¿Acá no hay una alternativa, en un caso como este?

RC —No lo sé, él no es paciente directo mío, entonces no puedo saber cuál es la evolución, más allá de los comentarios.

EC —Pero ¿tenía una alternativa por el lado de la medicina cannábica que no fuera fumar?

RC —Sí, él hizo sus propias preparaciones a partir de su autocultivo y hasta el día de hoy sigue consumiendo en forma de aceite.

EC —Digamos que fuma porque ya tenía la costumbre, no obligadamente para el tratamiento.

RC —Tendríamos que preguntárselo a él, pero sí, creo que las dos cosas vienen al caso.

***

EC —Tengo mensajes de los oyentes como este de María: “Tengo una duda: ¿por qué recién ahora nos enteramos de los beneficios de la medicina cannábica y no antes?”. Hay como un destape de este asunto en Uruguay.

RC —Sí, en realidad la medicina cannábica se ha venido usando en muchas culturas hasta con efectos ceremoniales; con efectos médicos se ha venido investigando en las últimas cinco décadas en distintos países. Y Uruguay es uno de los primeros en aprobar una ley que permite el uso adulto de cannabis, en lo que todavía estamos demorados como sociedad es en el marco regulatorio para el uso medicinal. Este último decreto ya estaba contemplado en la ley. Pero va a haber muchas resistencias, del ambiente médico, que todavía las hay; del ambiente farmacéutico para la expedición de productos de carácter medicinal en base a cannabis. Hay mucha resistencia, sobre todo en la cabeza de la gente que piensa que esto es droga. Y drogas son todas.

EC —Pero se está avanzando, se está abriendo el campo.

***

EC —Desde que anunciamos la entrevista temprano han estado llegando mensajes. Hay mucho interés en el asunto, tengo cantidad de preguntas. Elijo una de las más punzantes, esta que plantea Eugenio: “El agua de Querétaro también recogió comentarios maravillosos sobre sus propiedades. La consulta es: ¿qué evidencia científica seria hay de las virtudes de la medicina cannábica? ¿Dónde está publicada?”.

RC —Tendríamos que ver también dónde está el límite entre la ciencia y la posibilidad de curar. Recuerdo que en aquella época le hice la prescripción al padre de un paciente con cáncer, un amigo personal, para que fuera a buscar el agua de Querétaro. Yo no estaba de acuerdo, pero él lo necesitaba para su padre. El padre después tomó el agua de Querétaro, vivió dos meses más, y después él me comentaba que no logró curarlo, pero logró a través de ese gesto volver a conectarse con su padre, algo que había perdido durante muchos años, hasta que el padre murió. Hasta el día de hoy me lo agradece.

Entonces qué evidencia científica puede haber de esto, hay muchísima. En el mundo se está estudiando mucho, acá en nuestro país estamos estudiándolo también. Lamentablemente no tenemos las posibilidades de investigar como quisiéramos, porque obviamente no podemos pagar los costos de los productos que se requieren para hacer una investigación seria.

EC —Pero en el mundo sí tiene que existir, existe evidencia.

RC —Sí, existen estudios clínicos, existen estudios preclínicos, sobre todo en algunas patologías importantes. Nosotros mañana tenemos un coloquio con la Sociedad de Endocanabinología al que vienen invitados extranjeros y casi 100 personas del medio local, entre ellos médicos y gente interesada, para abundar en el tema, para promoverlo, y se van a seguir haciendo cursos, charlas y otro tipo de eventos para la comunidad médica a fin de que los médicos conozcan de qué estamos hablando y sepan cómo prescribir estos medicamentos con naturalidad.

EC —Más preguntas. ¿Cuáles son las formas de acceso hoy a los medicamentos cannábicos? ¿Cuáles son las dificultades que tienen los pacientes para ese acceso?

RC —En forma legal, el acceso es mediante la importación de productos.

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