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Entrevista central, jueves 27 de julio: Carlos Sarthou

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EC —¿Qué colectivo es ese?

CS —El de los jubilados, porque nos acompañaron en las elecciones tanto en 2011 como en 2016, figuras de primera línea. Por supuesto que, si me piden, los dos inconmoviblemente blancos, pero eso no hace a la cosa, lo reitero. Cierra la nómina de las seis personas que figuramos como gestores el doctor Alfredo Toledo, que hará dos períodos llegó a ser presidente del Sindicato Médico del Uruguay, un médico muy respetado, yo lo admiro, tuvo mucho que ver a la redacción de…

EC —También vinculado al PN.

CS —Sí, es del PN. Y cierra la nómina el doctor Huber Díaz, que también es retirado militar y a su vez tuvo actuación importante, en su momento, en el Partido Colorado.

EC —Estos son algunos nombres, ¿no hay organizaciones junto con ustedes? Por ejemplo, la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas (Onajpu), no los acompaña.

CS —A la Onajpu no la hemos ido a ver, nos lo han sugerido, pero no hemos tenido mucho tiempo. Yo diría que por las manifestaciones del director Sixto Amaro, que está en el directorio del BPS, ellos también aspiran a algunas modificaciones del IASS, pero que nos acompañen como asociación, no. Y, Emiliano, hay que aclarar una cosa: en los plebiscitos votan las personas físicas, no las jurídicas, entonces, que haya referentes políticos y sociales que nos acompañen, es un espaldarazo moral, porque supone no solo que no estamos tan solos sino que estamos muy bien acompañados. El que primero hizo una manifestación expresa fue el senador Jorge Larrañaga, pero sabemos que no es el único de los referentes políticos, desde varios partidos individualmente nos han manifestado que nos apoyan y puede haber declaraciones de colectivos partidarios, no quiero anticiparme, de sectores por lo menos. Sin ir más lejos, en la sede de los dos partidos tradicionales se están entregando y se puede firmar por el plebiscito, también en la coordinadora de jubilados de Héctor Morales, en la calle Jackson, y va a haber muchos locales en Montevideo y el interior. Nos desbordó un poco la cosa, no esperábamos tanto apoyo masivo tan pronto.

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EC —El grupo se denomina "Movimiento de Defensa del Artículo 67 de la Constitución" y se identifica con la sigla Modeco67. ¿Qué es lo que defienden de ese artículo en particular?

CS —Bueno, el artículo 67 de la Constitución lo queremos proteger de los vaivenes de cualquier gobierno, porque todos hacen cosas buenas, regulares y malas. Su primer inciso es impresionante, es un compendio de seguridad social, desde que el individuo nace hasta que muere, fuimos pioneros en esto. En 1989 se le agregaron los dos incisos siguientes. El segundo, habla de que los ajustes de pasividades no podrán ser inferiores al Índice Medio de Salarios. Custodiar la esencia, la filosofía, el principio rector de este artículo, que es respetar lo que viene de leyes del 60, cuando se instala en Uruguay la escala móvil, que liquidó los cabildos abiertos, cuando los jubilados tenían que ir a golpear puertas. En la década del 60, con el primer gobierno blanco, se instala la escala móvil jubilatoria, lo que se llamó la reevaluación de pasividades. En el tercer inciso, se estableció expresamente la forma de financiación a través de las contribuciones obreras y patronales y de la asistencia financiera del Estado. ¿Qué pretendemos? Custodiar este artículo…

EC —Usted salen a defender este artículo, pero quieren hacerlo modificándolo.

CS —Agregándole un cuarto inciso…

EC —Lo tengo acá. La papeleta donde se pone la firma dice que se procura agregar un nuevo inciso que diría: "las pasividades, las pensiones, y en general, todo tipo de prestaciones de seguridad social, servidas por el BPS o entidades estatales, paraestatales o privadas, no podrán ser gravadas con tributos de ninguna naturaleza, ni ser objeto de detracciones, descuentos o prestaciones de cualquier tipo, salvo las obligaciones alimentarias, de salud o las que consienta su titular". ¿Cómo es eso?

CS —Bueno, este [proyecto de] cuarto inciso es producto de un debate interno del grupo, del asesoramiento que hemos recibido de administrativos, tributaristas, constitucionalistas y políticos de distinta extracción partidaria que confluyeron aportando. Hemos ido a muchas reuniones, por ejemplo, en una reunión de rotarios a la que nos invitaron leímos uno de los proyectos y un juez retirado dijo: tengan cuidado porque en esta redacción la retroactividad se va a 1989 y resulta impagable. Alerta roja para el grupo, recogimos la advertencia y seguimos las consultas. La intención de que esto saliera consensuado, de que respondiera a todo un colectivo, no solo a los lesionados de hoy sino en perspectiva para los hijos y los nietos, es que nos llevó a esta redacción final. En ella, como no buscamos cataclismos, incluso respetamos las obligaciones alimentarias, originarias en el Código Civil, que es de principio que hay que respetar cuando al abuelo le toca ser prestador alimentario [de los nietos], en subsidio, cuando los padres no están. En el segundo tema, el de la salud, tuvo mucho que ver el doctor Toledo, que nos hizo ver las bondades perfectibles del Fondo Nacional de Salud. Lo pusimos genéricamente, “salud”, porque creemos que un sistema de seguridad social que proteja la salud no es mala cosa, sigue siendo un tema de orgullo. En nuestro sistema de seguridad social los seguros de enfermedad están instalados, somos pioneros desde la década del 50 en este sentido, y en Estados Unidos todavía está por verse lo que pueden hacer entre [los sistemas de] Barack Obama y Donald Trump para instalar este sistema, ese es uno de los tantos orgullos. Lo último son las obligaciones que el jubilado acepte, si saca un préstamo en una cooperativa y permite que se le debite la cuota… eso es potestativo de él, si pide el préstamo se le descuenta…

EC —O sea, los descuentos de obligaciones alimentarias, salud o los que consienta el titular, ustedes los admiten. Pero, en general, lo que ustedes están diciendo es que las pasividades “no podrán ser gravadas con tributos de ninguna naturaleza, ni ser objeto de detracciones, descuentos o prestaciones de cualquier tipo”. ¿Por qué las pasividades no deberían tener, por ejemplo, impuestos?

CS —Creo que acabás de dar en el clavo de cómo se está… en un momento de la sociedad que a muchos de nosotros no nos gusta -por los radicalismos, las polarizaciones, de un lado unos y del otro otros-, lo que se acaba de instalar con este plebiscito es clarísimo: los que quieren que las pasividades sean gravadas con impuestos y los que no. Pero no es una cuestión caprichosa por lo que supone llegar a una jubilación, la cantidad de años de servicio, de los cuales se toman [como referencia] los últimos 10 o 20, según las distintas apreciaciones, de ellos se hace un promedio y, cuando el jubilado cree que es lo que le va a tocar, se le hace la tasa de reemplazo, que anda en el 50 %, varía según la cantidad de años que siga trabajando la persona después de los 60 y de la edad que tenga. Ese es el artículo 29 de la Ley 16.713, vigente en cuanto al sistema. Como si fuera poco, todavía hay un riesgo que hoy no se corre porque las jubilaciones en general no llegan, aunque lo hacen unas cuantas: están topeadas en $ 40.000 y pico, es una cifra que va variando. Entendemos que ese dinero que recibe el jubilado tuvo naturaleza contributiva al Estado: “cuídenme este dinero, gestiónenlo, hagan lo que quieran”, por solidaridad, por todos los principios, muchos de ellos instalados por primera vez en el Acto 9, acá no le van prendas a nadie pero hay cosas irónicas. En base a esos principios, ese dinero trabaja. Cuando el jubilado se retira, se lo devuelven, pero durante su vida laboral aportó el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Especialistas en derecho tributario, economistas de fuste, han dicho que, si se grava la jubilación, estamos ante una doble tributación.

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