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Entrevista central, jueves 27 de julio: Carlos Sarthou

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EC —Ahí viene una parte del debate que es interesante. A partir de algunas consultas que yo realizaba ayer con el equipo de En Perspectiva preparando esta entrevista, lo que queda claro es que en el mundo las pasividades son objeto de IRPF. Hay dos posibilidades: que eso ocurra cuando la persona está activa, gravando con impuesto a la renta el aporte jubilatorio, o cuando la persona está jubilada, gravando la jubilación. En el caso de Uruguay, estamos en la segunda hipótesis, porque el aporte jubilatorio del trabajador activo no está gravado por IRPF, lo que sí se grava es el sueldo nominal menos los conceptos que pueden descontarse, como el aporte jubilatorio. A la luz de la experiencia mundial, cabría gravar la jubilación con IRPF.

CS —Esa temática traslada la eventual caída de tributación para el jubilado al trabajador. El artículo 67 de la Constitución en su segundo inciso, al final, se refiere a la asistencia financiera que deberá proporcionar el Estado si fuera necesario…

EC —Sí, el último inciso hoy vigente dice: “Las prestaciones previstas en el inciso anterior se financiarán sobre la base de: A) Contribuciones obreras y patronales y demás tributos establecidos por ley. Dichos recursos no podrán ser afectados a fines ajenos a los precedentemente mencionados; y B) La asistencia financiera que deberá proporcionar el Estado, si fuere necesario”.

CS —O sea, esa tesis de que los aportes serían pasibles de aportación parecería que cae ante este clarísimo literal B, que está vigente y se refiere a la asistencia financiera que deberá prestar el Estado. El Estado no es el fisco sino el Estado, que arbitra la forma en que nuestro sistema, pionero, exportado, vigente e inigualable, deba permanecer como está. Al trabajador ya se le saca. Si esta tesis prosperara, estarían creando una suerte de oposición: miren, no firmen, trabajadores, porque no les cobren a los jubilados se lo van a gravar en los aportes. Es un tema…

EC —No entiendo ese razonamiento.

CS —Claro: si prosperara esa posición de que en Uruguay se deberían… es el corolario de lo que acabás de decir…

EC —No, ese es el fundamento por el cual en su momento se introdujo el IRPF a las pasividades cuando la reforma tributaria, en el primer Gobierno de Vázquez, después fue cuestionado, generó recursos de inconstitucionalidad y terminó generándose el Impuesto a Asistencia a la Seguridad Social (IASS). Pero el fundamento es ese: como en la vida activa al trabajador no se le gravaron los aportes jubilatorios, se puede gravar la jubilación.

CS —Bueno, el tema de la tributación de las pasividades, como tú dices, fue motivo de opiniones encontradas de la Suprema Corte de Justicia (SCJ). Según su integración, se falló con respecto de la inconstitucionalidad del tributo a las pasividades. La forma en que ese dinero que dejaría de aportarse pasaría a recuperarse por otra vía, no es el tema que nos tiene que ocupar a nosotros, los jubilados, porque lo que tenemos claro es que cuando nos empezaron a gravar, en 2008, no se le preguntó al colectivo de jubilados si estaba de acuerdo. La forma de sustituirlo… nada más que ver, en este o en cualquier gobierno, con una administración a veces más aguda en su contralor no es una cifra tan importante como para que se sugiera, porque supongo que esta no es tu posición…

EC —No, yo estoy manejando argumentos para que el oyente entienda.

CS —Exacto. Bueno, no necesariamente tiene que ser un crecimiento de la tributación del trabajador en actividad, no somos…

EC —Ese es uno de los razonamientos posibles: si se va por el camino que ustedes proponen, el de que las pasividades no estén gravadas por, por ejemplo, el IASS, pues entonces habrá que gravar con IRPF el bruto del ingreso del trabajador, sin descontar el aporte a la seguridad social.

CS —Claro, esa es una posición, pero habrá que ver si es la única vía de recabar ese dinero.

EC —Lo que está de por medio es la necesidad fiscal, y hoy un gigantesco déficit que está en más de 3,5 % del Producto Bruto Interno, con el BPS en particular necesitando asistencia creciente de Rentas Generales. En esta Rendición de Cuentas, sin ir más lejos, hay que agregar US$ 100 millones que ni siquiera estaban calculados.

CS —El tema coyuntural no escapa al principio que rige este tema. Nosotros seguimos con la dicotomía: los que quieren impuestos a las pasividades y los que no las queremos. El tema puntual de cómo retirar eso en 2020 -cuando entre en vigor si, ojalá, esto se aprueba-, cómo se va a solucionar, bueno, ya lo estás diciendo tú: ¿quién genera más déficit? El BPS, señal de que esto no se soluciona siguiendo con el IRPF…

EC —Es un paliativo.

CS —Es un paliativo, claro, pero hemos llegado a un punto donde el debate sobre la Rendición de Cuentas nos ha puesto en el tapete cosas que, felizmente, han quedado de lado, pero en este hurgar para buscar montos imponibles se intentó -y cada Ministerio de Economía tiene a su gente, el ministro Danilo Astori es muy inteligente- gravar los dineros de las rifas de Arquitectura y de Ciencias Económicas. Yo diría que cuando se quiere mandar un mensaje al exterior: “vengan, inviertan en nuestro país, que es solvente y seguro”, si esta gente se entera de que se están buscando unas moneditas… yo no voy a defender a los estudiantes, pero prácticamente se tocó fondo. Tal vez no sea el momento más feliz para iniciar este plebiscito, es la tesitura de esa gente que piensa así, pero venimos desde 2011 recogiendo la inquietud de toda la gente del interior y de Montevideo, en 2016 se reitera. Por eso recogimos, como proyecto inicial, el de don Ruben [Enaize], que todavía vive pero está muy enfermo, que fue el que quería que se les sacara el IRPF a las pasividades, un pionero.

EC —Claro, usted lo está reconociendo: si una iniciativa como esta prospera, hay un problema desde el punto de vista fiscal porque hay US$ 100 millones, los que se recaudan por el IASS, que quedan en cuestión.

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