
EC —Cuando se intentó el recurso de inconstitucionalidad, hubo éxito en la primera instancia, el IRPF a las pasividades no prosperó, pero el IASS sí fue avalado por la SCJ. Por eso ustedes ahora van por este otro camino.
CS —Claro, al IRPF se lo revocó en una integración de la SCJ y eso motivó que las autoridades le cambiaran el nombre: en vez de IRPF le pusieron IASS…
EC —Que sustancialmente fue lo mismo.
CS —Prácticamente es el mismo perro con distinto collar, como dice el viejo dicho.
EC —¿Qué cambió en el medio? ¿La integración de la SCJ?
Cs —Justamente. Y para que [las jubilaciones] queden cubiertas de respetables posiciones de los ministros de la SCJ, nada más y nada menos… Yo soy abogado jubilado y para mí lo que dice la SCJ es palabra santa, pero como cada juez es dueño de su opinión, para evitar ese trasiego de responsabilidades a la SCJ es que pretendemos que quede a cubierto de los vaivenes.
EC —Si entiendo bien, los tributos que quedarían eliminados si esta reforma constitucional prosperara serían dos: el IASS y la contribución que hacen jubilados y pensionistas bancarios para sostener su caja.
CS —Sí, aparentemente, pero eso es tan mínimo… ese impuesto, que era para recapitalizarla, creo que termina en 2020 y va bien la recapitalización, o sea que eso es mínimo. De aquí en más, todo lo que pueda suceder es filosofía, historia, eventualmente previsiones futuras que no nos interesan…
EC —Hay un dato importante: la campaña se pone en marcha mientras el Parlamento discute un nuevo impuesto que gravaría pasividades, en este caso a las pasividades de oficiales militares retirados. Entonces, hay quien interpreta que ese es, en realidad, el disparador de este movimiento que ustedes encabezan, que buena parte del impulso viene con la intención de frenar, o derogar si se aprueba, el impuesto a las pasividades militares.
CS —Bueno, la interpretación que tú acabas de dar corre por cuenta de quien la dijo. Tu investigación, que como todo lo que tu encaras es profunda, tú sabes quién lo dijo, pregúntale a él con qué fundamento. Nosotros podemos reivindicar que tenemos una vida en esto, en la defensa de los jubilados. Yo tuve el honor de ser durante cinco años asesor letrado de don Luis Colotuzzo, pero más que eso, que es un título administrativo, un amigo, un hermano de la vida en los últimos años suyos y míos. Nosotros nos debimos siempre, pese a algunas cosas que nos achacan, a un partidismo que no negamos ni negó nunca don Luis, pero tú sabes, Emiliano, que, en su despacho, donde estuvimos durante años personas de todo y pelo y marca, el principio rector era: acá se atiende a todo el mundo. Yo le llegué a hacer alguna pequeña acotación en su declaración jurada de bienes, cuando hoy mira uno que la corrupción recorre el mundo, este hombre cuyo 100 aniversario de nacimiento se cumple el 13 de diciembre, ¿sabés lo que tenía? La casa y unos pesitos en el banco, por las dudas. Hizo su parrillero, ladrillero de toda la vida -como dijo Wilson: a la Secretaría de Asuntos Sociales se entra como ladrillero. ¿En quién estaba pensando? En don Luis-, lo hizo al final de su vida, lo inauguró y me parece verlo, se le caían las lágrimas porque había acomodado ladrillos, él, que tuvo miles en las manos, lo hizo al final de su vida. Esos ejemplos son los que nos deja el siglo de oro.









