
EC —Mi pregunta iba a propósito de este nuevo tributo, que podría votarse y quedaría comprendido por esta derogación que están impulsando.
CS —Lo que hay respecto de los militares, hasta donde yo sé, son todos proyectos, con vaivenes. No soy yo que los voy a defender, que se defiendan ellos, como cualquier colectivo de los que integramos, tendrán sus personeros y sus lobbies, estarán haciendo su propia defensa. Lo que hay son proyectos. Hoy yo niego rotundamente que esto, que recoge una historia de decenas de años de estar, desde el 2008, con el IASS y con toda esta preocupación… es ajeno a cualquier colectivo en particular, este es un tema de principios. Los que somos civiles por esencia y naturaleza, pero respetamos a todas las profesiones de la sociedad -buena cosa sería que estuviéramos acá a las patadas entre los que vamos hacia un fin común-… No tiene absolutamente nada que ver. Y, sobre todo, es una presunción maliciosa que nos quieren inculcar, porque es real que con el tema de las pasividades cada tanto aparecen líderes políticos de fuste con cuestionamientos. En mi modesta opinión, yo diría que hasta que no se defina bien el rol de las Fuerzas Armadas, no se puede hablar de si van a tributar por acá o cómo va a ser una cosa o la otra. Emiliano, se están extendiendo periódicamente las millas de mar territorial, ¿quién cuida el patrimonio pesquero, que es nada más que ir a buscarlo?, la marina, que tiene que tener su material para realizar su tarea. El presidente de la República algo tiró [con respecto a la Caja Militar], pero estamos hablando de presunciones. Yo puedo seguir toda la mañana hablando de estos temas, no quiero embarcarme en hacer la defensa de un colectivo al que presuntamente se lo va a gravar. No sabemos lo que puede pasar ni nos interesa, esto es de principios.
EC —Otra observación: el IASS grava las jubilaciones mayores a $ 28.000, solo uno de cada cuatro jubilados lo paga, entonces, ¿esta reforma no beneficiaría a una minoría con ingresos más altos?
CS —Bueno, esto es un poco como lo que hablamos de los militares. Si lo encaramos por ese lado, no serían pocos, son 160.000. Las cosas, cuando se hacen en un movimiento, cuando hay una convergencia de gente de tantas extracciones filosóficas, políticas, culturales, de todo tipo, se trasvasan los colectivos directamente afectados hoy porque no sabemos. No es nada contra este gobierno, cuidado, no se puede atacar ni defender ni al Gobierno ni a los que estamos acá, porque, como dijo Batlle, estamos por nuestros hijos y los de nuestros adversarios. Tal vez mañana los que están en el Gobierno, si les toca bajar, van a ver defendida su pasividad por esta gente del movimiento que hizo que el inciso cuarto les permita tener la pasividad para ellos, sus viudas y toda su familia a cubierto de los vaivenes fiscales del gobierno que sea.
EC —¿Esta termina siendo una campaña contra los impuestos? Porque esa es otra manera de verlo, no se va a discutir precisamente sobre los impuestos a las pasividades sino sobre la presión fiscal en Uruguay. ¿Van a llevar el discurso para ese lado?
CS —No, yo creo que es clarísima la dicotomía que yo mencioné desde el principio: hay quien quiere que se les pongan impuestos a las pasividades y quienes no queremos. La política tributaria y fiscal de cada gobierno escapa a nuestras humildes posibilidades, lo nuestro es concreto.
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Transcripción: Andrea Martínez









