Entrevista con la economista italiana Loretta Napoleoni, experta en la lucha contra el financiamiento del terrorismo.
EN PERSPECTIVA
Jueves 31.08.2017, hora 8.24
(Audio Abu Lais.)
Y a los cristianos españoles, no olvidéis la sangre derramada de los musulmanes de la Inquisición española. Vengaremos vuestra matanza y la que estáis haciendo ahora con el Estado Islámico. Al-Ándalus volverá a ser lo que fue, tierra de Califato.
(Fin audio.)
EMILIANO COTELO (EC) —Esa es la voz de Abu Lais, el Cordobés, un soldado del Estado Islámico (EI) que a través de un video amenaza con repetir el atentado ocurrido en Barcelona hace dos semanas.
Desde 2014 esta organización terrorista ha reivindicado los ataques más mortíferos en Europa, Asia y África, y es un factor de inestabilidad permanente en el tablero político de Oriente Medio.
Pero ¿sabemos cómo se financia y qué alternativas hay para debilitar su fuente de recursos?
Son temas que han aparecido en La Mesa de En Perspectiva y también en charlas con Susana Mangana.
Hoy vamos a encararlos recurriendo a una especialista que muchos deben haber leído en la prensa internacional. Me refiero a la economista italiana Loretta Napoleoni, que ha dedicado buena parte de su carrera a investigar la llamada “economía del terror”.
Loretta se encuentra en Londres, la estamos viendo vía Skype.
Además de economista, tú eres consultora internacional, escritora, colaboras con varios medios como El País de España, Le Monde, Il Corriere della Sera. ¿Desde cuándo te has interesado por estudiar el financiamiento y la economía de organizaciones yihadistas?
LORETTA NAPOLEONI (LN) —Empecé mi carrera analizando el financiamiento de los grupos europeos, en particular de las Brigadas Rojas, el IRA, a comienzos de los años 90. El yihadismo es un fenómeno nuevo, de 2001, después del 11-S.
EC —A partir de ese momento te has concentrado también en esta otra parte del financiamiento de movimientos terroristas.
LN —Sí, antes del 11-S solo Al Qaeda financiaba el terrorismo yihadista, en un modelo que se llamó modelo trasnacional. Tenía gente que hacía esponsorizaciones, en particular hablamos de Arabia Saudí, y la administración del dinero la hacía Osama Bin Laden en Afganistán, que también organizaba los ataques junto con un grupo muy pequeño de miembros de Al Qaeda. Pero los ataques se hacían en otros países, hablamos de los ataques en Yemen, los ataques contra las dos embajadas americanas en África y al final el 11-S, que fue el último ataque relacionado con este modelo.
Después vemos un proceso que se podría llamar de privatización del financiamiento del terrorismo. Los grupos empiezan a financiarse solos, sin movimiento de dinero a nivel internacional.
EC —Antes de ir a eso, una duda metodológica: ¿cómo se hace para estudiar el financiamiento del terrorismo islámico? Porque estamos hablando de organizaciones cerradas, que se mueven con mecanismos de comunicación propios, el financiamiento les llega de fuentes clandestinas. ¿Cómo se accede a esos datos?
LN —En realidad los terroristas en general son muy relajados cuando hablan de dinero.
EC —¿Cómo es eso?
LN —Sí, tienen problemas para hablar de ideología, pero hablar de dinero es más fácil, porque cuando explican cómo se financian presentan una organización, que es una organización compleja, y piensan que es positivo que se sepa cuán inteligentes son para conseguir el dinero. Es muy interesante. Es una situación psicológica, por supuesto. Yo empecé mi carrera hablando con las Brigadas Rojas porque tenía contactos personales, una amiga mía de la infancia fue una líder de las Brigadas Rojas, entonces pude hablar con todos ellos.