
EC —No puedo dejar de vincular una medida como esta que anuncia el Gobierno de rebaja de 2 % en las cápitas con el ajuste fiscal que se está discutiendo en el proyecto de ley de rendición de cuentas.
DP —Ahí capaz que se encuentra una de las causas de este tema. No lo puedo asegurar porque yo no formo parte del Gobierno, pero quizás esté por ahí. No debería estar por ahí la solución, pero capaz que esa es una de las respuestas.
EC —Me quedo pensando en cómo se maneja el aporte que necesariamente Rentas Generales tiene que hacer al SNIS, teniendo en cuenta que puede verse impactado de esta forma por el ciclo económico.
DP —Eso fue una de las concepciones del sistema. En una economía permanentemente dinámica, al alza, con crecimiento, los aportes de Rentas Generales tienen menos presión. Pero no es la situación que estamos viviendo ahora.
EC —¿Qué hay que hacer entonces? ¿Hay que subir los aportes?
DP —Esa es una medida impracticable, la población paga lo que debería de pagar o son sus posibilidades de pagar. Lo que tenemos que hacer es un uso racional, como se nos propone, de los fondos –la gestión de estas empresas está a cargo de profesionales que hace 20, 25 años que las vienen gestionando, no de gente improvisada– y obviamente volcar más recursos al sistema.
EC —¿Que Rentas Generales vuelque más recursos?
DP —Sí, señor, Rentas Generales. Porque en la forma como fue concebida la reforma esa es una forma de financiamiento.
EC —De nuevo acá estamos en un brete, del que no sé cómo se sale, teniendo en cuenta los problemas que atraviesan las cuentas públicas desde el año pasado, este, el próximo.
DP —Sí. Por lo pronto, lo que nosotros pretendemos es que no salga un peso del sector, que no se rebaje lo que actualmente se vuelca al sector. El resto dependerá de la inteligencia que tengamos para resolver la situación en un momento difícil del país.
EC —¿Qué pasa si se efectiviza la medida, si se bajan 2 % las cápitas?
DP —Diez empresas van a acumular un déficit operativo durante cinco años y van a percibirse más inestables en el sistema. La solución que se ha empleado en el caso de las empresas que han tenido estos problemas han sido los fideicomisos, solución que para el resto de las instituciones no es muy deseable, porque es un sistema de financiamiento extrabancario que se ve como algo a lo que se recurre cuando las cosas van realmente mal.
EC —Pero quizás haya que recurrir a ese instrumento.
DP —Y sí, si esto deriva en una situación de profundización del déficit operativo usted va a empezar a sentir que la solución van a ser los fideicomisos. Pretendemos no llegar a eso.
EC —En cuanto a las respuestas que están obteniendo, ustedes vienen desarrollando una serie de gestiones, por ejemplo reuniones con las bancadas parlamentarias. ¿Cómo van a manejar esta situación?
DP —En primer lugar, este tema no es nuevo entre el Poder Ejecutivo y las instituciones, es nuevo para la opinión pública. Hemos tratado de resolverlo de la mejor manera posible. Los diálogos que hemos tenido con el Poder Ejecutivo todavía merecen más profundización, y la semana pasada fuimos al Parlamento y el martes próximo nos recibe la Comisión de Salud para describir la situación del sistema de salud.
EC —¿Con el Gobierno el diálogo ya se cerró?
DP —No, no, no se cerró. Ayer tuvimos una reunión, volvemos a reunirnos mañana viernes a la tarde con ellos.
EC —Dice un oyente, Diego: “¿La cantidad de usuarios que han ingresado al sistema mutual no justificaría la instalación de nuevas mutualistas en nuestro país? Hay algunas que ya han superado los 300.000 usuarios. ¿Puede ser eficiente una institución con esa magnitud de potenciales pacientes?”.
DP —Según el Ministerio de Salud Pública y el MEF, el número de instituciones es adecuado. Nosotros estamos de acuerdo. Crear una nueva mutualista implica que se tenga que lograr el nivel de afiliados necesarios para cubrir los costos fijos. Y a partir de ahí cada nuevo afiliado es un ingreso marginal, que es lo que le permite después tener resultados positivos. Eso no se hace rápidamente, la gente ya está acostumbrada al número de mutualistas que existen. Y las más grandes están en un proceso de adecuación importante, de adecuación de su infraestructura, tanto edilicia como de recursos humanos.
EC —Sí, estamos viendo inversiones importantes.
DP —Esas inversiones provienen de la sobrecuota de inversión, que es lo que les permite a las instituciones, dado que tienen un déficit operativo, tener un mecanismo por el cual el financiamiento para estas obras proviene del Poder Ejecutivo. El Estado pone el 70 %, el otro 30 % lo ponen las instituciones, y es lo que permite el desarrollo de las infraestructuras edilicias y de tecnología.
EC —¿Esa es la solución al manejo de una institución tan grande?
DP —Las instituciones tienen que estar invirtiendo permanentemente en amentar su capacidad y lo hacen con este sistema. Las inversiones fijas se hacen con ese sistema. Ya es más difícil la adecuación de la capacidad humana instalada. Por eso se provocan las listas de espera y las colas por especialista, porque no es fácil conseguir el recurso humano especializado necesario para atender toda la demanda. Esos recursos son finitos, son la cantidad de especialistas que existen en el país.
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Transcripción: María Lila Ltaif









