
EC —A partir de esa historia reciente es que surgen las advertencias de toda la comunidad internacional a Trump. Advertencias que se le hicieron en los días previos, porque se sabía que esta resolución se venía, se le avisó, se le pidió que no diera el paso. Por ejemplo, estuvieron muy activos el presidente de Francia, Emmanuel Macron, la canciller alemana, Angela Merkel, el propio papa Francisco, todos en desacuerdo.
RP —Todos en desacuerdo. Y menciono un dato más porque generalmente hay mucho prejuicio y una idea mal instalada al respecto. No hay unanimidad en la colectividad judía mundial sobre esto. En setiembre de 2017 el American Jewish Committee reveló una encuesta a los judíos estadounidenses sobre el movimiento de la Embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén en la que el 44 % dice que no le gusta la idea y solamente un 16 % pide que se mueva inmediatamente. Además están las voces muy claras de los llamados judíos liberals en Estados Unidos, y aparte los judíos estadounidenses votan predominantemente a los demócratas, ahí tenés otro eje más para matizar esta idea.
EC —¿Y ellos qué dicen?
RP —No les gusta esta idea. Es cierto que la mayoría de los judíos de aquí y allá consideran que Jerusalén es la capital del pueblo judío, pero no hay acuerdo total en que Jerusalén sea la capital indivisible, es decir que el Estado de Israel deba tener propiedad sobre Jerusalén Occidental y Oriental. Ese es el punto central.
Lo otro es si está bien que alguien que oficia de mediador se declare sobre un tema tan tajantemente sin un proceso de paz o una negociación en curso. Eso es lo que está en disputa.
EC —La decisión que toma Trump no tiene efectos prácticos concretos a corto plazo, para nada. Él mismo dijo que el proceso de mudanza de la embajada llevará años. Hay que elegir predio, preparar proyectos, está todo el factor seguridad. De todos modos, simbólicamente lo que pasó ayer es muy relevante.
RP —Simbólicamente es muy relevante, es lo más relevante.
EC —¿Puede haber reacciones violentas ya? Hoy veíamos la información a propósito del refuerzo de las medidas de seguridad de las Fuerzas Armadas de Israel en la Franja de Cisjordania.
RP —Sí, y Hamás ya hizo una declaración con su habitual prédica incendiaria. Ojo, hay que considerar la realpolitik, aquí hay un proceso paralelo, este año, después de muchos años de separación, hay un nuevo –enésimo– intento de unidad política palestina entre la facción que lidera Mahmud Abás y Hamás. Recuérdese que Hamás tenía el control de la Franja de Gaza, básicamente lo que tiene de autonomía es Cisjordania. Y hay un nuevo intento de unidad para salir adelante. Hay que ver cómo entra esta declaración o cómo podría jugar la incentivación de la violencia en el tema de la unidad. Hay que ver qué pasa con las reacciones espontáneas. Aquí hay una declaración, pero no hay algo tangible, creo que si la embajada se mudara ahí sí las posibilidades de violencia aumentarían exponencialmente.
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EC —Después de esta resolución de Washington ayer, ocho países, incluido Uruguay, pidieron una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, que va a tener lugar mañana. Ahí evidentemente va a pasar una parte del partido, pero hoy mismo es un día de mucha expectativa. Vamos a estar pendientes.
RP —Esto vuelve a poner a Trump como un auto que entra a contramano a una calle, eso es lo que pasa con relación a la comunidad internacional. Son por lo menos cuatro elementos: el acuerdo de cambio climático, Irán, en el contexto latinoamericano Trump dijo que no descarta una intervención militar en Venezuela, y este tema de Jerusalén. Vamos a ver si esta política de ir a contramano le da algún resultado beneficioso.
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Transcripción: María Lila Ltaif









