
EC —Lo que usted está diciendo es que, desde el punto de vista científico, con el cultivo transgénico en sí mismo no hay problema; no se ha detectado que haya problema. En todo caso, puede haber problema con la forma en que administran los herbicidas, cómo se maneja la tierra, etcétera. La pregunta viene porque yo mencionaba recién que Greenpeace sostiene, además, que los cultivos transgénicos contaminan también a los no transgénicos.
MDR —Ahí quería hacer una precisión: siempre que se hace una evaluación de riesgo ambiental se tiene en cuenta de qué estamos hablando. Uno generaliza, tiene establecida una metodología de análisis pero luego se aplica… No es lo mismo el análisis de evaluación ambiental para la papa en Uruguay que para la papa en Perú, donde es centro de origen, que para la papa que se aplica en Uganda, porque los parientes silvestres que existen en cada país son diferentes. Si yo me voy a Perú seguramente me encontraré con más de 250 especies relacionadas con la solanácea, con la papa; si me voy a Uruguay probablemente tenga dps, y si me voy a Uganda probablemente no tenga parientes silvestres. Entonces, el análisis de riesgo debe ser hecho en cada país, y esa es la razón de existencia de las agencias regulatorias en cada país: ver probables beneficios o contras.
EC —¿Qué quiere decir que un cultivo transgénico “contamine” a uno no transgénico?
MDR —Ahí hay que estudiar… Un análisis de riesgo ambiental está basado en el estudio de las características moleculares del evento, tiene que analizar el impacto sobre organismos no-blanco. Si un organismo transgénico es resistente a herbicidas, ¿cuál es el impacto sobre otras plantas? O si uno le confiere resistencia a determinados insectos, lepidópteros, que son plaga en el cultivo de maíz, ¿cuál es el efecto de este evento transgénico sobre otros insectos que no son blanco de lo que quiero controlar? Bueno, eso es un análisis de estudio de organismos no-blanco, y también existe otro tipo de estudios en el flujo génico, o sea: la planta que voy a liberar comercialmente, ¿puede transmitir genes hacia otras especies silvestres que pueden estar presentes en el ambiente donde la deseo liberar?, ¿cuál es la consecuencia de ese flujo de genes?, ¿se me va la planta a convertir luego en una maleza que no puedo controlar?, ¿va a transmitirles ventajas a las malezas para que luego que luego se me complique el manejo…? Esos son aspectos propios de un sistema regulatorio de evaluaciones de riesgo ambiental y de salud humana y animal para estas nuevas características que se están introduciendo a través de los OGM.
EC —Para terminar, quizá sería bueno ver cómo se lo está observando desde acá, por ejemplo, a propósito de la investigación que el INIA realiza en cuanto al marco regulatorio.
MDR —Nosotros, como instituto de investigación… Quería destacar que esto es una herramienta más que uno tiene para hacer mejoramiento genético vegetal o animal. Pero para dar un ejemplo y que la gente pueda entender —porque a veces la genética es complicada— quería hacer una comparación: las tecnologías de la información y la comunicación también han sufrido unos avances muy grandes en las últimas dos décadas, y uno podría plantearse “bueno, en una emisora que está haciendo comunicación… Cuando surgen las [nuevas] formas de redes sociales… Facebook, Twitter, blogs, uno tiene que tomar la decisión de si, ante estos nuevos avances, me conviene incorporarlos o no”. Esto sucede en los institutos de investigación. Están surgiendo avances muy importantes en la secuenciación… Hay dos revoluciones actuales: una es la secuenciación de genomas, cada vez más visible en distintas especies, cada vez más accesible, porque los costos de secuenciación son cada vez más baratos… Y la otra revolución a la que estamos asistiendo en biotecnología es relativa a la transferencia de genes. Ya hay una transferencia de genes tradicional, convencional, que es la que estamos conversando esta mañana, mediada por los mecanismos naturales que fueron observados, mediada por una bacteria que transfiere estos genes en la naturaleza, mediada por Agrobacterium tumefaciens, o la biolítica, el empleo del impacto del ADN que choca contra el genoma y entonces incorpora los genes deseados.
EC —Esta última ya con ingeniería genética.
MDR —Todo con ingeniería genética, mediada por Agrobacterium o por biolítica, pero estas técnicas tradicionales de ingeniería genética no regulan el lugar de inserción, la cantidad de expresión cuantitativa que puedan tener los genes… Tienen algunas desventajas. Hoy por hoy, hay una nueva etapa, con la edición de genomas donde la transformación va dirigida a través de proteínas que tienen sitios de unión al ADN genómico o por el ARN mensajero, que dirige con precisión el lugar en que uno quiere editar, hacer una mutación, o una pequeña inserción, o una pequeña deleción del genoma relacionado con la característica que queremos mejorar, que mejora notablemente lo que era la transgénesis tradicional, mediada por Agrobacterium y por biolítica —métodos físicos—, porque esto permite dirigir a la zona donde yo quiero hacer la modificación, basado en el daño celular y en la reparación celular, y me permite tener un ambiente génomico de expresión que es óptimo; yo sé que la modificación la pongo en el lugar donde quiero, y por lo tanto, ya la inserción es sitiodirigida, la expresión es prácticamente…
EC —Es mucho más sofisticado.
MDR —Más preciso, es agricultura de precisión…
EC —¿Más polémico, también?
MDR —No, según la Academia Nacional de Ciencias [de Estados Unidos], sobre la cual se basan los premios Nobel, esta nueva tecnología de transformación genética es tan segura como el mejoramiento convencional. Eso está demostrado y, basado en la lógica, no debería despertar más dudas que lo que se está haciendo a través de otros métodos de mejoramiento genético.









