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Entrevista central, jueves 9 de marzo: Carlos Julio Pereyra

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EC —Tengo varios mensajes de los oyentes. Uno de ellos es de Mateo Gutiérrez, uno de los hijos de Héctor Gutiérrez Ruiz, que dice: “Salud al querido Carlos Julio, y agradecerle su enorme aporte al documental sobre Wilson que estamos haciendo”.

CJP —Efectivamente, me tomaron declaraciones para ese documental. Es un muchacho muy trabajador.

EC —Se viene ese trabajo que ha generado mucha expectativa.

Otro mensaje, de un celular terminado en 429, dice: “Gracias por haber protegido gente en la dictadura y por no votar la ley de impunidad”.

Ahí tenemos otro de los mojones de su trayectoria. Fines de 1986, cuando discrepa con Wilson Ferreira Aldunate, que impulsaba la ley de caducidad, y decide no votar, el MNR no la vota. Incluso el MNR después se termina dividiendo por ese mismo motivo; pienso en la salida de Gonzalo Aguirre. ¿Qué significó aquel hecho político para usted?

CJP —Me apenó mucho discrepar con Wilson en ese episodio, pero habíamos realizado una campaña de protesta contra la violación de los derechos humanos y de que era necesario hacer justicia, y pensamos: si hay un perdón generalizado, como se efectuó, estamos permitiendo o incitando a que se repita el episodio. También nos pareció elemental un acto de justicia: si por pequeños delitos, si por rapiñas o por robos de valor ínfimo, se castiga, se sanciona, se encarcela, parece que es elemental que aquel que torturó y mató también tiene que rendir cuentas ante la justicia. Se invocó una necesidad nacional de salir de la situación, ese fue el justificativo que se encontró. Wilson no estuvo de acuerdo con la ley, ni los que votaron en general estuvieron con el contenido de la ley, lo hicieron por una cuestión de necesidad nacional.

EC —¿Cómo quedó la relación entre ustedes dos a partir de aquella divergencia?

CJP —Me sorprendió que Wilson no tuviera una reacción fuerte, lo cual me llevó a la convicción de que él pensaba más o menos lo mismo. Además era lo que habíamos estado discutiendo tiempo antes. Yo le anuncié inmediatamente después de la reunión del directorio que no iba a votar la ley. Wilson lo aceptó como una posición personal. Seguramente no le gustó, pero no discutimos sobre el tema mayormente, habíamos discutido algo en el directorio, después en la entrevista privada no discutimos y se admitió, y yo admití el buen propósito de los que votaron. Querían terminar con el régimen y creyeron que ese era el precio para salir, y pensaron –yo también pensé– que eso había sido acordado en el Pacto del Club Naval. Yo acompañé a Wilson a una reunión organizada por el presidente Sanguinetti con los tres comandantes en jefe, estaba también el general Seregni, estaba el representante Ciganda de la Unión Cívica, estaba el Partido Colorado y estábamos nosotros representando al PN. Ahí se habló de que probablemente se había hablado en el Club Naval, Sanguinetti reconoció que había estado presente en las conversaciones pero dijo que no se había resuelto nada. Sin embargo después, cuando Medina hace declaraciones, dice que las Fuerzas Armadas no van a ser perseguidas, no van a tener que rendir cuentas.

EC —Usted dejó la actividad parlamentaria en el año 2005.

CJP —Sí, 2004, 2005.

EC —Ese fue el final de su actividad como senador y el retiro del Parlamento. Estamos hablando de 12 años atrás. ¿Cómo vive la política hoy?

CJP —Para el que tiene detrás de sí una trayectoria larga, que ha vivido durante años informándose, leyendo, preocupado por los temas políticos, eso no termina con el cargo de senador, con el cargo de legislador. Es algo que se lleva hasta la muerte, hasta que se tiene cierta conciencia, hasta que la mente más o menos funciona. Y yo tengo comprometidos amigos que me van a decir cuando la mía empiece a fallar demasiado para no incursionar en temas tan delicados. Pero yo he amado a la política con pasión. Mi casa era casa de servidores del partido en la revolución de 1904, y en la sobremesa se hablaba de las revoluciones blancas y de los problemas del país. Y yo, niño, me quedaba a veces hasta altas horas escuchando esas charlas. Ahí empecé con las preocupaciones y leí mucho. Mi educación está no solo en los estudios organizados, sino en que he sido un gran lector, eso ha contribuido a darme algunas armas para la lucha política, que siento y que vivo.

EC —¿Qué significa el MNR hoy? Dice un oyente en un mensaje de texto (celular terminado en 546): “Pereyra es un blanco de izquierda”. ¿Qué responde?

CJP —El senador Korzeniak dijo eso en la sala. Yo creo, como dijimos siempre con Wilson, que esto de la izquierda y la derecha… Consideramos que la democracia es un régimen integral, no solo para la libertad política, sino que tiene proyección social y económica. No se puede practicar la política si no es teniendo en cuenta los problemas de la sociedad y los problemas de la desigualdad que se crean en la sociedad. Todas las políticas que tiendan a eliminar esos males; el hombre no solo sufre la persecución política, puede sufrir por la ignorancia, por la enfermedad, por carencias distintas, y esas son necesidades vitales que los gobernantes tienen la obligación de atender y contemplar. Izquierda, derecha o centro, lo que sea. Nosotros no nos colocamos en los extremos de la izquierda ni la derecha, en el espectro político andamos navegando por el centro.

EC —¿Y hoy qué vigencia tiene el MNR?

CJP —Esto de la reactivación de los cuadros del movimiento no es el acto de una voluntad personal. Es lo que hemos estado recibiendo de compañeros de todo el país, gente que nos ha acompañado durante todos estos años, 53 años, que nos ha acompañado gran parte de esos años y está reclamando que contribuyamos a superar los problemas que actualmente comprometen algunos de los valores que hemos estado defendiendo. Y además un grupo de gente joven en nuestra Casa de los Lamas. Por la acción del diputado Rodrigo Goñi se ha creado una fundación con carácter cultural que está realizando actos quincenales en los que hay cantidad de jóvenes. Incluso hemos hecho curso para jóvenes, han ido más de 100 jóvenes a recibir información sobre temas políticos. Creemos que hay que apoyar a esa juventud que quiere de alguna manera ingresar a la vida política, cuando sabemos que hay otros sectores juveniles que rechazan la acción política. Y estamos dando una mano. Desde el punto de vista personal estamos exentos de toda actividad que no sea esa mano que le vamos a dar a la gente que quiere cultivar y llevar adelante los valores que defendió el movimiento, que son de carácter político, moral, social. Todo eso hace falta para impulsar un partido que aspira al triunfo en las próximas elecciones.

EC —Una pregunta inevitable es por qué el alineamiento del MNR con Luis Lacalle Pou y con el movimiento Todos. Un posicionamiento que ustedes adoptaron en la campaña electoral pasada, que para muchos una sorpresa, sobre todo teniendo en cuenta que teóricamente el wilsonismo en el PN está en la otra corriente, la encabezada por Jorge Larrañaga.

CJP —Hoy Wilson es una figura del partido, todos los sectores invocan la personalidad y las ideas de Wilson. Pero además, como le decía al principio, surgimos como una renovación del partido cuando aparece la fórmula con Wilson, y ahora también. Los partidos tienen que dar cabida a la juventud, tienen que renovarse, porque las personas desaparecen, es un tránsito fugaz el de la vida, y pueden morir con ella las ideas, pero no mueren si están incrustadas en los partidos. Entonces creemos que podemos impulsar, ayudar a estos jóvenes.

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