Entrevista con el diputado Omar Lafluf (AN, PN), exintendente de Río Negro.
EN PERSPECTIVA
Jueves 09.11.2017, hora 08.18
EMILIANO COTELO (EC) —Este martes el Poder Ejecutivo firmó, finalmente, el memorándum de entendimiento con UPM y cerró así la primera etapa de las negociaciones para la instalación de la segunda planta de celulosa de esa multinacional finlandesa.
(Audio Tabaré Vázquez.)
Hemos trabajado muy fuerte para ver si logramos la instalación de una tercera planta de producción de pasta de celulosa. ¿Porque nos gusta la pasta de celulosa? No. Porque genera puestos de trabajo. Muchos durante la construcción de la fábrica y toda la infraestructura que necesita: carreteras, ferrocarril, puentes, caminos interiores, caminos vecinales, comunicaciones, logística portuaria.
(Fin audio.)
EC —Casualmente, el acto de firma del preacuerdo vino a ocurrir en la semana en que se cumplen 10 años de la puesta en funcionamiento de la primera fábrica de UPM, que originalmente pertenecía a Botnia, en Fray Bentos.
Aprovechando la fecha, el diputado Omar Lafluf, exintendente de Río Negro, realizó una exposición el martes en la Cámara de Representantes sobre el proceso que condujo a aquella inversión, las complicaciones que enfrentó y los resultados que la pastera ha dejado en esta década.
Vale la pena observar esos años en perspectiva y tratar de anotar lecciones que dejó aquella experiencia ahora que podría venir una tercera planta de celulosa al país. Para eso estamos con el diputado Omar Lafluf.
Los 10 años se cumplen exactamente hoy…
OMAR LAFLUF (OL) —Hoy.
EC —¿A qué hora y de qué forma se abrió la planta?
OL —El 9 de noviembre del 2007 a las 2 de la tarde nos reunimos –porque no se podía hacer ningún barullo por los hermanos argentinos– Ronald Beare, Eugenio García –uno de los ingenieros jefes– y yo en el comedor central de la planta, y ahí arrancó.
La noche anterior estaba en funciones como presidente de la República Rodolfo Nin y yo estaba con él en Soriano, adonde él había ido a dar una charla, y a las 9 de la noche, por ahí, le confirmaron que al otro día comenzaba a funcionar la planta.
EC —Más allá de esta coincidencia del 10.º aniversario con la firma que se venía, usted sabía que se venía, era cuestión de días este preacuerdo, ¿por qué quiso hacer esta intervención en la Cámara de Diputados?
OL —Por varias cosas. Primero porque me parecía que tenía la obligación de hacerlo, porque ya habían pasado 10 años y quería mostrar todo lo que pasó, porque acá no se puede jugar a blanco y negro, esto está todo mal o esto es espectacular. Ni una cosa ni la otra. Tiene cosas muy a favor y tiene otras que no lo son tanto. Y me parecía que podía aportar. Yo llamé al presidente Vázquez antes de que fuera a Finlandia…