EC —Hay también reclamos en el sector privado. Ustedes miran solamente la inversión pública, y tenemos mientras tanto empresas que cierran y la dirigencia de la Cámara de Industrias que sostiene que hay otras firmas en riesgo y pone énfasis en los costos que ese sector debe enfrentar y que están muy por arriba de los que tienen los países con los cuales compite la producción nacional. Por ejemplo, energía. En esa materia, en cuanto a las condiciones para el mantenimiento del empleo en el sector privado, ¿qué dicen ustedes?
FA —Ahí me parece que están enredando la cancha y es lo que le gusta hacer al empresariado para sacar mejores réditos. Las empresas, muchas empresas, cierran porque gestionan de manera tal de embolsillar todo lo que pueden de manera usuraria y piantarse. De esto tenemos mil ejemplos, las Pasivas, para hablar de empresas de mi ramo, no cierran porque no sean rentables, es porque se embolsillan todo el dinero que generamos los trabajadores y desaparecen dejando adentro a los trabajadores. No es un problema de inviabilidad de las empresas en nuestro país, el problema es que hay empresariado serio y hay empresariado que es bastante rapiñero.
EC —Pero si vamos al sector industrial, por ejemplo, ¿ustedes entienden que no hay dificultades para la competitividad en ese rubro?
FA —Es fácil enredar la cancha para justificar lo que en realidad son problemas de gestión de las propias empresas.
OA —Es un debate maravilloso este. Es claro que del 2005 en adelante hubo un montón de leyes que generaron derechos sociales y de seguridad social, y aumentó el salario y hubo negociación colectiva, todo eso que según la mirada de las direcciones de algunas cámaras empresariales desataría la peste mayor en Uruguay.
Pero miremos el tema del comportamiento de las empresas, datos del BPS en este período. En 2006 teníamos 71.453 microempresas y el año pasado, 78.901 empresas, 7.000 más. Empresas pequeñas: 20.020 empresas en 2006, 27.284 el año pasado. Empresas medianas: 3.878 y el año pasado 5.741, casi 2.000 más. Empresas grandes: 642, y ahora 1.042, 400 más. Datos del BPS de empresas registradas. En total, si tomo las unipersonales, que pasaron de 59.000 a 88.000, es que pasamos de 155.008 a 201.848 empresas. ¿Te das cuenta de que, con 46.000 empresas más en Uruguay, el debate es el cierre de empresas en Uruguay? Y el debate es el cierre de empresas en el Uruguay cuya responsabilidad no es del empresario sino la central de trabajadores. ¡Insólito! Hemos transitado en ese debate.
EC —En el planteo que yo hice de la pregunta cito declaraciones en las que no se habla de la central o del PIT-CNT, se habla de costos.
OA —Lo digo porque escuché un precandidato estos días que salió en la plaza Primero de Mayo a sacar un spot diciendo “que la dirigencia sindical explique por qué cierran las empresas”.
EC —Ahí está aludiendo al spot de publicidad de Edgardo Novick.
OA —Sí, que tiene la misma capacidad para elegir asesores que Alí Babá, porque los primeros ya terminaron procesados. Pero miremos esta circunstancia: Uruguay pasó de 900.000 trabajadores registrados a 1,5 millones de trabajadores registrados. Ese es el dato desde el punto de vista del registro de trabajadores en el momento en que se ha inundado de derechos. ¿Qué nos dijeron durante 20 años? Que si se generan derechos se iba a perder empleo, si se generaban derechos la gente iba a trabajar en negro y se iba a generar competencia desleal, si se generaban derechos no iba a haber inversiones, y tenemos la tasa de inversión más alta. Hay que bajar un poco esa discusión. A mí me preocupa cuando cierra cualquier empresa, y para el trabajador que está desocupado hoy su desempleo es el 100 %, no es el 6 ni el 7, es el 100 % y hay que tratar de atenderlo.
Pero a lo que preguntabas, el concepto de competitividad, me parece interesantísimo, creo que hay desarrollar un concepto de competitividad sistémico y al alta. Esto implica: Uruguay es un país muy pequeño, no puede competir sobre la base de los costos y la cantidad que produce, no puede competir sobre la base del salario como costo, no va a competir con la producción de la India. Te pido que mires después tendencias mundiales del empleo de la OIT 2016, te vas a encontrar con que hay arriba de 1.100 millones de trabajadores que cobran menos de dos dólares por día. Uruguay no va a competir sobre esa base. La única apuesta competitiva es a la más alta calidad, a la calidad de lo que produce, innovación y tecnología.
¿Qué nos enseña la historia reciente? Te puedo hablar de la construcción. Cuando la crisis 2001-2002, los primeros miles de trabajadores que se nos fueron fueron los más calificados: los soldadores más calificados, los instrumentistas más calificados, los montajistas más calificados. Todavía no hemos recuperado ese espacio, después cuesta décadas construir el saber. Entonces la apuesta productiva del Uruguay es a la más alta calidad, y la más alta calidad se construye con negociación colectiva de calidad, con salarios de calidad, apostando fuertemente a innovación y tecnología. Por eso creo que hay un desafío desde el punto de vista productivo y que la lógica de volver a salarios de 8 pesos la hora es una lógica suicida para el Uruguay.
EC —Por ejemplo, ¿el costo de la energía no es un factor que los preocupe?
OA —Es un problema, pero hay que analizarlo también en términos de mirar que en los últimos 12 años las tarifas públicas han crecido por debajo de la inflación. No, es un problema que vino el mes pasado.
EC —En el caso de Ancap las tarifas están fuertemente influenciadas por una gestión que ha sido deficitaria y que ha dejado un agujero importante.
OA —Sí, pero miremos las tarifas públicas en su globalidad y el papel de las empresas públicas en su globalidad. Me encanta discutir el déficit de Ancap, me tocó trabajar en la refinería de La Teja casi tres años. Yo sé que nos costó como país no tener toneladas y toneladas de azufre en el aire hoy, también sé que en un momento teníamos gurises en La Teja que estaban con plomo en la sangre. Sé que desde el punto de vista de la rentabilidad de Ancap poner los filtros en las chimeneas no le sirvió para nada en ganancia, también sé que desde el punto de vista ambiental fue una transformación enorme. Sé que desde el punto de vista de Ancap haber generado más de 200.000 horas de capacitación para trabajadores en el sector de montaje electromecánico en La Teja no le sirvió para nada, a Uruguay le hace que hoy tengamos cerca de 1.000 compañeros trabajando en la central de ciclo combinado, que si no tendrían que ser todos extranjeros.
EC —¿Cómo se relaciona eso con la pregunta que yo hacía a propósito del costo alto de rubros vinculados con la energía?
OA —Lo que digo es que el abordaje del déficit de Ancap en algunos casos ha sido hecho con mucha simplicidad, no mirando el conjunto de las externalidades. Yo sé que el tema ALUR lo podés llevar y traer, también sé las circunstancias que teníamos en Bella Unión.
EC —Lo que pregunto es cómo incluyen ustedes, o no incluyen, dentro de las reivindicaciones, ese problema. Es un problema, la energía es un insumo caro en Uruguay, por las razones que sea, pero es caro. ¿Entonces?
OA —Viste que cerró Fanapel ahora y hubo un gran debate sobre el tema de la energía, si la energía era el componente principal del cierre. En un momento el gobierno ofreció hasta subsidiar una cuarta parte del costo de la energía y la respuesta última fue “aunque la energía sea cero, igual nos vamos”. Hay que mirar toda la jugada.
EC —Entonces ese punto no figura.
OA —Creo que figura, somos defensores de la regasificadora a una escala distinta. En esto compartimos con Ramón Méndez –lo podés entrevistar–, con el que tuvimos algunos intercambios. Te pongo un ejemplo: nuestra empresa autogestionada en Metzen y Sena, que hace cuatro años está andando y hay trescientos y pico de compañeros que viven de ese emprendimiento productivo, si estuviera la regasificadora tendría un costo de US$ 45.000 menos por mes. Tengo claro que la energía es un elemento de desarrollo. Tengo claro también que no se puede decir que con respecto a la energía no se ha hecho nada, porque si hoy no tenés que prender más la planta de combustibles fósiles, tenés un componente de energías renovables y estás en medio de un proceso de transformación de la matriz, no es menor. Ninguno de estos procesos es resultado de pronto, listo y ya.
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