Entrevista con la profesora Laura Motta, integrante del Codicen de la ANEP.
EN PERSPECTIVA
Lunes 11.07.2016, hora 8.27
EMILIANO COTELO (EC) —El jueves pasado el Banco de Previsión Social (BPS) informó que los hogares de casi 16.000 estudiantes de entre 5 y 17 años pueden perder su derecho a la asignación familiar ya que sus hijos dejaron de asistir a clase.
El presidente del directorio del BPS, Hebert Galli, dijo a Canal 10 que el 75 % de los casos corresponden a alumnos de enseñanza secundaria y el restante 25 %, a primaria. Además, del total de alumnos detectados en esta situación, el 50 % son mayores de 15 años.
Ante estos casos de deserción, las autoridades activan un protocolo de ausentismo, aprobado en 2014, que en última instancia prevé la intervención de la justicia y de la Policía Comunitaria, que va puerta por puerta en busca de esos jóvenes.
Para actualizar ese tema, estamos con la profesora Laura Motta, consejera de la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública).
Casi 16.000 los alumnos que no figuran inscritos en centros de enseñanza y cuyas familias corren el riesgo de perder las asignaciones familiares. ¿Qué le dice a usted este dato?
LAURA MOTTA (LM) —Lo primero es la preocupación de que haya familias que aún no hayan comprendido la importancia de mandar a sus hijos todos los días a clase y que por tanto se den estas situaciones.
La segunda reflexión es, respecto al dato que tenemos de 2013, que en primera instancia fueron 20.000, esta situación ha disminuido. Por lo cual también entendemos que hay una mayor comprensión de la necesidad de que los niños y jóvenes asistan a clase todos los días, siempre, más allá de la asignación familiar, que sabemos que siempre es un estímulo.
EC —¿Qué número manejaba como antecedente? Porque el presidente del BPS señaló que en el primer control de matrículas en 2013 habían sido 31.000 los jóvenes con su asignación familiar cuestionada.
LM —Sí, pero luego, cuando se hace la depuración, finalmente el número desciende. Pensamos que lo mismo va a suceder en este caso.
EC —Entonces quizás convendría comparar 16.000 contra 31.000. Estaríamos en la mitad de lo que fue el primer número en esta política de seguimiento del ausentismo.
LM —Exactamente. Con lo cual podemos decir que estamos frente a un escenario que obviamente no es el ideal, porque el ideal es que todos los niños y jóvenes vayan todos los días a clase y que cobren su asignación porque así lo están haciendo.
EC —¿Los números corresponden a educación pública y privada?
LM —Sí, a todo.