
EC —Hay dos desafíos si miramos la seguridad social: el propio trabajador, teletrabajador, por ejemplo, cómo se las arreglará cuando llegue el momento de su retiro. Y por otro lado el impacto de esa menor aportación en el sistema del país en el que se encuentra.
NL —Sí. Piense especialmente en aquellas prestaciones que brinda la seguridad social que no son contributivas, por ejemplo las pensiones a la vejez. Se desfonda, se desancla el sistema de las aportaciones.
EC —Por último, por lo que señalaba en la intervención que hizo en la OIT, entiende también que esa regulación internacional es necesaria hasta para las propias empresas, por un problema de condiciones de competencia.
NL —Ese es uno de los temas centrales. Uno se pregunta: ¿este debe ser un tema exclusivo de la OIT? A mí me parece que no, que por ejemplo debe ser objeto de la OMC (Organización Mundial del Comercio), porque estas son reglas de comercio mundial. No alcanza con la regulación de Uruguay, Argentina, Brasil, porque mientras otras partes del mundo no lo tengan regulado, es muy difícil lograr condiciones igualitarias. Ahí es que las empresas pierden competitividad, pierden ese pie, en ese mundo un poco en el aire, no sé cómo definirlo. Vivimos hablando de la “la nube de internet”; es algo así. La OIT no ha abordado este tema, la OMC tampoco. Creo que ambas organizaciones están como jaqueadas frente a estos temas. Obviamente suponen hacer un esfuerzo de repensarlo.
El último día en Europa escuché hablar en una cadena alemana de que estaban planteando la posibilidad de gravar –porque este tema no solamente está instalado aquí a nivel local, está instalado en muchos países– donde estas cadenas o estos negocios producían su resultado final. No puedo decirle de qué manera, cómo, pero es un tema en el que tenemos que ponernos a pensar, y no una persona individual, sino como comunidad, como sociedad. Me parece que en un mundo sin fronteras, como casi es el mundo en el que estamos viviendo, la regulación no puede ser local.
EC —Marcelo Montado es presidente de la Cámara de la Economía Digital del Uruguay (CEDU) y CEO de la empresa Esquemas. Montado, ¿qué es la cámara?
MARCELO MONTADO (MM) —La cámara es una especie de spin off de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI). Había conformado una comisión que se dedicaba al desarrollo del comercio electrónico en Uruguay, necesitaba traer actores que no fueran de la tecnología, y costaba traerlos dentro de la cámara, entonces decidimos formar una cámara abocada ya no solo a comercio electrónico, sino también al desarrollo de la economía digital en su conjunto. Hoy tenemos más de 70 empresas y muchísimas no son del palo de la tecnología.
EC —¿Cómo es eso de que son empresas que no son estrictamente de tecnología?
MM —A veces hay una confusión, que el tema de internet, de la economía digital y del comercio electrónico tiene que ver con un problema tecnológico. Y no es un problema tecnológico, la tecnología es un insumo para el desarrollo de esta economía. Se necesita desarrollar las empresas y los negocios, las empresas online. Y creo que Uruguay está muy muy muy bien preparado a nivel regional para liderar esta economía.
EC —Para tener un panorama de cuáles son las empresas que integran la cámara, podríamos mencionar ejemplos, o la propia Esquemas.
MM —Esquemas es una empresa que da servicios y consultoría en el área de internet, viene del negocio de la tecnología pero también trabaja mucho en consultoría de negocios online. Tenemos Grupo Disco, Grupo Tata, Sodimac, Motociclo, Woow, Mercado Libre, empresas que son puramente online y empresas que tienen una pata offline y están aventurándose en el mundo online.
EC —Desde esa posición, ¿cómo observan esta inquietud que explicaba recién el subsecretario Loustaunau?
MM —Loustaunau decía “es un desafío para los gobiernos”. Justamente, creo que son un desafío para las políticas públicas la economía digital, los cambios que estamos viviendo. Estamos ante una transformación de la humanidad que no tiene precedentes. No es la revolución industrial, entre otras cosas porque no es una revolución lineal, porque lo digital no se corresponde con las leyes análogas.









