EC —¿Cómo es eso?
MM —Digamos que para borrar un archivo de 1 GB o de 1 MB hago el mismo esfuerzo, esa linealidad produce unos cambios que no son lineales tampoco, esa falta de linealidad en lo digital produce cambios no lineales. Esta es la situación que estamos viviendo. El doctor hablaba del nuevo hombre, y creo que sí, estamos ante los albores de un nuevo hombre, y todo lo que pensemos debemos pensarlo en ese contexto. Es un tema muy delicado. Cuando planteamos regular, tenemos que tener cuidado, saber si estamos comprendiendo hacia dónde vamos. Si la regulación caería bien a una persona que trabaja en Buenos Aires de mañana y de tarde acá. Si se atiende con un dentista que viene de Porto Alegre una vez por semana. Si su médico de cabecera es pakistaní. Si da clases de español a unos rusos. Y si alquila un robot junto con otro vecino del barrio para hacer la limpieza de su casa. Si todo eso funciona, ahí estaríamos regulando correctamente, pero aún no vimos nada de lo que estamos por vivir. Lo que están haciendo las transformaciones, no solo de las tecnologías de la información, sino particularmente las comunicaciones, cuando viajemos a Artigas en media hora. Y no estamos hablando de futurología, Elon Musk lo está planteándolo con su hyperloop. Entonces, ¿dónde termina esto?
EC —Ese es un proyecto en el que se está trabajando con seriedad.
MM —Con seriedad y con muchas inversiones atrás. Elon Musk es el fundador de PayPal, un tipo con una visión –lo consideran el nuevo Steve Jobs–, que además también tiene una empresa para viajes a Marte. Es real, no es un lunático. Y tiene un proyecto, que es el hyperloop, que es viajar en 35 minutos de Los Ángeles a San Francisco con una especie de cápsulas en un tubo de vacío. Esto está sucediendo hoy, hoy hay millones de dólares invirtiéndose en eso.
EC —Hoy están muy avanzados los vehículos autónomos, los automóviles sin conductor.
MM —Exactamente. Hoy estamos viendo las quejas del gremio del taxi, todavía no estamos viendo los paros que van a hacer los choferes de Uber cuando se queden sin trabajo.
EC —Curiosamente, Uber mismo está trabajando en la investigación de los vehículos autónomos, o sea que no van a necesitar a esos choferes que hoy son grandes beneficiarios del sistema Uber, porque son personas que hasta ahora no tenían un empleo y logran trabajar tres, cuatro, cinco, seis horas por día. Hay un futuro Uber sin choferes.
MM —Sin duda. Uber es uno de los inversores en estos proyectos y está detrás del tema. Ya están atrás del tema todas las grandes compañías de automóviles. Y hay varias ciudades donde ya se está aceptando, con muchísimas limitaciones, con muchísimo control, con muchísimo monitoreo, pero están funcionando estos autos autodirigidos.
EC —Usted dice: no nos apuremos a regular, o, si vamos a regular, tratemos de entender cómo es el conjunto y cuáles son las tendencias que están desplegándose, no nos quedemos con la foto de hoy. ¿Algo de eso?
MM —Hay como dos posiciones y nunca me queda claro cuál es la que más me atrae. Por un lado, Uruguay ha sido pionero en legislación muchas veces, en el siglo pasado fuimos innovadores en legislar, Uruguay tiene una preparación para esta economía digital y ha venido trabajando muy bien en los últimos 10 años. Es una pena no seguir desarrollando coherentemente esta economía digital. Uruguay tiene una penetración de internet, un ancho de banda realmente sorprendentes, tiene un plan como el Ceibal que es singular en el mundo, tiene un desarrollo del gobierno electrónico con indicadores sobresalientes. Tiene una penetración muy alta de la banda ancha móvil y prácticamente cero analfabetismo, acceso a los dispositivos y gente que es capaz de manejarlos. Entonces creo que Uruguay tiene que liderar este proceso a nivel regional. Creo que está preparado, tiene una industria del software muy importante, algo necesario para el desarrollo de una economía digital.
Ahí viene una duda: podemos estar ya legislando, pero si legislamos tenemos que ser muy innovadores y trabajar mucho este tema con las diferentes fuerzas vivas para que sea realmente una ley que se adelante, como decía el doctor Loustaunau, a lo que se viene.
EC —Pero ¿estamos hablando de una legislación uruguaya o, como plantean Loustaunau y el gobierno en la OIT, de una regulación internacional?
MM —Justamente, lo que está sucediendo es que muchas veces la generación de los ingresos y la prestación del servicio se dan en diferentes lugares y se necesita un control global en este nuevo mundo ya casi sin fronteras, ya prácticamente empezamos a tener un pensamiento global. Hoy uno puede encontrar discusiones de hinchas del Real y del Barça en Uruguay, una cosa que uno no se imaginaba hace 15, 20 años que hubiera fanáticos de uno y de otro. Hoy estamos perdiendo ese concepto de país. Entonces tienen que ser características internacionales en algunos aspectos lo que tiene que ver con la regulación del trabajo y lo que se aporte. Pero hay otros aspectos que deben ser de nivel nacional.
Pero por otro lado me pregunto si no deberíamos esperar a que los milenials estén en el gobierno, porque deben de tener otro enfoque y seguramente ven este mundo de forma diferente.
EC —Dejar la regulación para que la elaboren los más jóvenes, los que nacieron metidos en este mundo.
MM —Sí, y los que son los futuros de este mundo.
