
EC —Esta semana es importante en ese sentido, es una semana de inspección.
VP —Viene la primera inspección oficial de FIFA para ver los estadios y la hotelería, los servicios. Vamos a recorrer bastante, hay un grupo ya armado en AUF, el presidente del comité organizador local va a ser Rafael Fernández, que es un hombre de fútbol con mucho peso y mucha experiencia. Vamos a recibir esa delegación, vamos a recorrer, mostrando la situación como es, para empezar luego a trabajar en función de los requisitos que ya nos han hecho llegar y que ya nos han mostrado que vamos a tener trabajar. En el comité hemos decidido trabajarlo como proyecto país, desde el comité y con la AUF, no solamente como un proyecto de fútbol y de la AUF, como algo cerrado. Para la primera visita invitamos a los intendentes de los departamentos que en principio serían sede, invitamos al director nacional del Deporte y a sus “secuaces” de trabajo, e invitamos a la ministra de Turismo, porque entendemos que o lo hacemos entre todos o no llegamos, hay muchas cosas de coordinación.
EC —¿Fue fácil conceder la sede a Uruguay?
VP —Habíamos postulado antes, cuando ganó Jordania. Después volvimos a postular y lo que nos trasmitieron a mí y a Andrea Lanfranco –la secretaria general ejecutiva de la Asociación–, cuando fuimos el año pasado al programa de observadores que se hizo durante el Mundial de Jordania, es que estratégicamente pensaron en Uruguay como un país de América Latina donde el fútbol femenino tiene mucho para crecer, donde hay mucho potencial de jugadoras pero está institucionalmente un poquito más atrasado que en otros continentes, para darle visibilidad y trabajar con los países de América Latina. Creo que en ese sentido nos jugó como ventaja que estemos en desventaja.
WA —Para tener un panorama general, ¿qué exigen los requisitos? ¿Cuántos estadios hay que tener o cuántas ciudades debería tener Uruguay para ser sede del Mundial?
VP —En la Copa mundial Sub 17 participan 16 equipos –uno de ellos es Uruguay, ya estamos adentro–, son cuatro grupos de cuatro selecciones, entonces cada grupo tiene que tener un estadio, son cuatro estadios. Y cada grupo tiene que tener un hotel, más las árbitras, que tienen su hotel, más el equipo de FIFA, que son más de 100 personas que van a venir a trabajar durante dos meses, que van a tener otro hotel. O sea que a nivel de canchas y de servicios es un grupo grande. Los estadios no tienen por qué ser grandes, más bien de una capacidad media, pero van a exigir un césped muy cuidado; de hecho, van a enviar expertos para hacer capacitación de las personas que van a cuidar la cancha. Eso está bueno porque es un legado para el fútbol uruguayo, no solamente el femenino.
EC —¿Tendremos en el Estadio Centenario alguna vez césped de primera?
VP —Vamos a ver, tal vez el fútbol femenino tenga algo para aportar en eso.
WA —Una buena noticia.
***
EC —A propósito de lo que implica este Mundial Femenino Sub 17 que tendremos en Uruguay en noviembre del año que viene, algunos oyentes marcan matices con que no haya habido nada en esta materia desde 1930. Por ejemplo, mencionan que en el año 1976 Uruguay organizó el Mundial de Fútbol Universitario.
VP —Seguramente sea así, no lo pongo en cuestión, pero la federación internacional es la FIFA.
EC —Estamos hablando de mundiales FIFA. También mencionan el antecedente del Mundialito, pero no fue mundial, fue un campeonato bastante especial.
Contanos a propósito de la actividad que tuvo lugar este fin de semana.
VP —Ayer en el Estadio Charrúa, un estadio al que el fútbol femenino le tiene mucho cariño, hicimos un festival que se llama Live your Goals. Live Your Goals es un programa de FIFA que apunta al desarrollo. Invitamos a niñas de entre 6 y 13 años, aproximadamente, que no necesariamente tienen que estar jugando, que de repente tienen interés pero no están participando en ningún club o escuelita, y también a niñas de escuelitas y de clubes para hacer una jornada deportiva pero desde lo recreativo. No hay partidos de fútbol, son estaciones con juegos donde se practican habilidades relacionadas con el fútbol, pero no es fútbol estrictamente. El programa tiene como fin que las chicas se familiaricen con estar en la cancha, que les pique un poquito más y quieran seguir. Invitamos a Juliana Castro, una jugadora que además se ganó la copa de goleadora de la temporada del año pasado, a armar un grupo con otras jugadoras, profesoras, entrenadoras, para que fueran las figuras de referencia femenina adulta de jugadoras y las que invitaran a las más chicas a jugar. Salió muy lindo.
Además hicimos el lanzamiento de temporada de AUF, invitamos a los clubes de Sub 16 y de mayores para empezar con nosotros. Hace tres años que antes de arrancar el campeonato hacemos una jornada de integración. Entonces la Sub 16, sobre todo, que son las más chicas y las que vienen con menos experiencia en competencias, juegan entre ellas sin importar el club, juegan toda una jornada de dos o tres horas mezcladas. Juegan fútbol, que es lo que les gusta, y ya se conocen con sus rivales desde un lugar de respeto. Creemos que eso luego aporta el concepto de fair play durante el desarrollo de la competencia, porque una vez que ya jugaste con una compañera es difícil que te cambie el chip para verla como una enemiga.
WA —Hoy comentábamos que es común pasar por una cancha de fútbol 5 y ver fútbol mixto, que estén jugado varones y mujeres al mismo tiempo sin ningún inconveniente. Y también mencionábamos que en baby fútbol, fútbol infantil, juegan hasta los 12, 13 años –en básquetbol pasa algo similar–, pero después se separan. ¿Hay alguna idea de mantener el fútbol mixto a nivel oficial o de que exista algún torneo? ¿O la idea es que hasta los 13 juegan y después por cuestiones físicas –como se argumenta– tienen que jugar separados? ¿Cómo ves eso?









