EC —Cristóbal, Fullen es muy optimista con respecto a los resultados que terminen obteniéndose de la siembra del Plan Ceibal. Incluso con las pruebas PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes). Dice: “Estamos viendo que Uruguay está yendo en el camino correcto y que en los próximos cinco años va a mostrar más ejemplos medibles de progreso, por ejemplo en las pruebas PISA. Creo que ahí vamos a ver muchas mejoras. La última medición se hizo en 2015 y se hacen cada tres años, así que en el 2018 y 2021 –sobre todo en 2021– creo que vamos a ver buenos resultados. Va a haber mayor progreso en Uruguay, creo que hasta mejor que en otros países”. ¿No se le fue la mano a Fullen?
CC —Ese deseo de poner más tecnología y mejorar resultados es una aspiración de muchos circuitos, va mucho más de Uruguay. Pero lo que está cambiando no es solamente Uruguay o el Plan Ceibal. La prueba PISA del 2018 es absolutamente distinta de la prueba PISA de 2000.
EC —La 2018 es la que viene.
CC —Sí, es un adelanto.
EC —¿Tú ya tenés acceso, sabés más o menos por dónde va a ir?
CC —Están las discusiones, se está trabajando. La próxima prueba PISA incorpora […] la competencia global, cómo una persona es capaz de leer distintos medios de comunicación y filtrar lo que es y lo que no es, cómo una persona puede socializar con un sujeto que tiene una formación completamente distinta, cómo una persona puede trabajar en entornos de muchísima incertidumbre en términos de que no puede tener una interacción presencial […]. Son habilidades tan importantes como las tradicionales. Y cuando Fullen hace esta apuesta ve resultados porque lo que cambia no son solamente las computadoras, los programas curriculares, sino las formas de evaluar y lo que consideramos aprendizajes importantes.
MB —Este año trabajamos mucho en la red sobre la colaboración, cómo se trabaja en forma colaborativa. Y es interesantísimo cómo los propios docentes evaluaban a sus estudiantes al principio y luego. Y cómo hicieron hincapié en el trabajo colaborativo y vieron los resultados. Porque cuando uno dice nuevas formas de evaluar no está pensando solo en forma de materias, está pensando en cómo se evalúa hoy colaboración, como se evalúa pensamiento crítico, cómo se evalúa ciudadanía. En eso se está trabajando y son los propios docentes los que están trabajando. Todo eso genera una motivación y una proactividad o una participación muy firme de ellos, porque ven a sus estudiantes, porque en el fondo no tiene sentido decir que quiero un nuevo ciudadano, un ciudadano con pensamiento crítico y preguntarle para evaluarlo cuál es la capital de Afganistán.
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Transcripción: María Lila Ltaif
