
NB —¿Cómo se dieron los hechos entre la carta de los jugadores de la selección exhortando a que se dejen de utilizar sus derechos de imagen y la carta de ustedes ante la Mutual pidiendo la renuncia de las autoridades? ¿Qué fue lo que pasó ahí que despertó a un grupo importante de jugadores?
MP —Cuando salió el tema de la selección empezamos a preguntarnos qué pasaba con la imagen nuestra. Hubo una investigación de qué era lo que generaba el fútbol, qué era lo que nos tocaba a nosotros por imagen, qué era lo que estaba pasando con nosotros. Entonces decidimos hacer un informe, un comunicado denunciando lo que venía pasando y tratando de concientizar al público y a la gente de que no es un fútbol pobre y que se puede mejorar.
En esa primera instancia, nos acercamos con ese comunicado a nuestra comisión directiva, lo queríamos hacer público y manifestarlo desde una postura de jugadores y comisión directiva. Ya en ese momento fue difícil ponernos de acuerdo para sacar un comunicado que estaba clarísimo, que no tenía doble lectura. Eso nos dejó un poco incómodos, porque de alguna manera también estábamos denunciando que a nuestro entender el contrato que teníamos por imagen era por muy poca plata. Eso fue el disparador desde el principio. Después fueron pasando un montón de cosas que fueron agravando la situación y nos fueron mostrando que había una disconformidad con la directiva.
NB —En agosto del año pasado, hace menos de seis meses, se llevó a cabo la última elección de autoridades de la mutual. En esa instancia no se presentó ninguna lista que se opusiera a las actuales autoridades. ¿Qué pasaba en ese momento? ¿Las diferencias no eran tan dramáticas entonces?
SL —Las diferencias siempre estuvieron. Pero en toda revolución tiene que haber algo y se tienen que conjugar muchas cosas para que algo pase. Seguramente en ese momento estábamos tomando conciencia de las cosas que estaban pasando. Esto no es que pase hoy, viene de mucho tiempo, pero seguramente en ese momento no daba la iniciativa para presentar una lista y ponerse a la par de la directiva para la elección.
Lo que pasó después fue que se conjugó lo que se tenía que conjugar: conciencia, jugadores prestigiosos, con mucho dinero, con ganas de hacer la revolución, y pasó. ¿Podíamos haber presentado una lista? Sí, pero hoy no miramos para el costado, no chiflamos y decimos “acá estamos, pasa esto, no nos sentimos representados”. No nos sentimos representados porque creemos que la directiva de la Mutual “hace los mandados” para una empresa con la cual no tenemos que hacer nada. Por ejemplo, el presidente nos dice que Tenfield hace una donación. Nosotros como gremio no precisamos ninguna donación de nadie, tenemos que ser sustentables nosotros mismos, independientes. Porque si yo dependo de una donación de una empresa mañana tengo que devolver esa donación con algún favor o con algo. Entonces creemos que esa parte no nos representa ni ahí.
NB —¿Esa donación es por concepto de derechos de imagen?
SL —Por concepto de derechos de imagen, dicho por el presidente y por el señor Tano Gutiérrez también, una donación. Cuando hay un contrato firmado que hace responsable a la Mutual. Entonces no es una donación. Lo que queremos es ser independientes de todo y no depender de nadie, nada más que de nuestro gremio.
MP —Para que se entienda, cuando hay un contrato de por medio es porque así lo necesita la situación. Y vemos un contrato de imagen que a nuestro entender paga muy poco dinero. Entonces vamos a querer ver qué se puede hacer con ese contrato, que está atado a una empresa. Pero la postura de nuestros representantes desde un principio fue totalmente opuesta a la nuestra. Nosotros queremos rever este contrato, ver qué se puede hacer, si hay que renegociarlo, si hay que rescindirlo.
Esa es la cronología, para que entiendan por qué no nos sentimos representados. Cuando queremos sentarnos a ver qué pasa, a estudiar la situación con nuestra directiva para posteriormente tomar una decisión de qué hacer con la empresa, si rescindir o renegociar el contrato, los caminos hacia esa renegociación o rescisión no fueron buenos. Se nos llama a una reunión que pide la empresa, no la pedimos nosotros, nosotros accedemos a ir, y la postura de la comisión directiva no fue trabajar con nosotros, sino estar un poco más del lado de la empresa. Esas cosas fueron molestando.
Antes de eso fue la reunión con la empresa en la que escuchamos la postura de la empresa y la empresa escuchó nuestra postura. Fue una reunión abierta en la que manifestamos que ese contrato a nuestro entender valía mucho más, y la empresa manifestó que una opción podía ser rescindir y los jugadores dijimos “vamos a trabajar con nuestra directiva, vamos a tomar una decisión sobre qué es lo mejor, si rescindir o renegociar, y después trasladaremos esa resolución a la empresa”. Eso fue lo que pasó en esa primera reunión.
Después tuvimos una asamblea en la que yo pregunté si el contrato estaba rescindido y la información que nos da nuestra comisión directiva fue que no. Y al otro día sale un comunicado de la empresa, no en nuestra página, diciendo que el contrato ya estaba rescindido hacía cinco días.
NB —Habían tenido todas esas reuniones y esas instancias de comunicación con la directiva de la Mutual que les decía que el contrato no estaba rescindido, y en realidad Tenfield, de manera unilateral, ya lo había rescindido.
WA —Bilateral, entre ambas partes.
SL —Lo había rescindido con ellos y a nosotros nos habían negado la información.
MP —Estábamos totalmente en desacuerdo, porque tenemos una reunión con la empresa en la que exponemos nuestros puntos de vista y queda latente la resolución, porque los jugadores junto con nuestra directiva íbamos a tomar la decisión que nos conviniera y después se la íbamos a trasladar a la empresa. Pero eso no pasó. Llegamos a la asamblea, que fue posterior a esa reunión, pregunto si el contrato ya está rescindido, nos dicen que no y al otro día sale en la página de la empresa que el contrato ya está rescindido. Ahí hay una muestra clara de que la directiva no está trabajando desde nuestro lugar, sino desde otro lugar.
Eso fue uno de los disparadores más grandes para darnos cuenta de que nuestra directiva no nos representa, porque en todo caso tendríamos que habernos juntado con nuestra directiva y ver qué íbamos a hacer. Ese fue uno de los disparadores grandes, cuando vimos una resolución de nuestra directiva informada en la página de la empresa y a su vez diciendo cosas que pasaron en la asamblea y que no fueron así. No pueden decir algo por 500 personas que estaban ahí. Ese fue el disparador.
NB —¿Qué explicaciones les dio la directiva de la Mutual sobre esa situación?
MP —Después de eso hubo silencio.
SL —No tuvimos mucha información.
WA —Después de esa carta con la firma de los 590 jugadores se dieron distintas instancias y hechos importantes. Ustedes de hecho se reunieron con el Tribunal de Honor, que en su momento se había especulado con que pedía certificar esas firmas, después se dijo que no y hubo algunas situaciones muy particulares. ¿En qué está esa situación? ¿Cuál es la realidad hoy, la actualidad de ese tema después de esa reunión con el Tribunal de Honor?
SL —El tribunal de honor falló hace tres días. El fallo no dice nada de eso, dice como que se sale para un costado y que la directiva se arregle en la asamblea. La directiva le pasó al Tribunal de Honor el problema que tenía, sin respondernos a nosotros si aceptaba o no la renuncia, que me parece que es lo más ético y lo más cordial, responder primero y después pasarlo adonde lo tengan que pasar. Y el Tribunal de Honor hizo exactamente lo mismo, lo pasó de vuelta a la directiva. Ahora se va a resolver en la asamblea.









