
EC —Usted explicaba por qué todavía no ha dejado su banca en el Senado. Y además aludía a su esposa, Lucía Topolansky, que también había dicho que estaba cerca de dejar el Senado. Y dijo al pasar que si hay cambios en el gabinete, en algún ministerio, ella efectivamente deja su banca, y hablaba de sus suplentes. ¿Puede explicar un poco mejor eso? ¿Qué cambios en el gabinete podría haber?
JM —No sé. Lo que pasa es que hay un hombre muy importante que trabaja en el Ministerio del Interior (MI), y si decide irse del MI o no es importante en el MI, puede sustituir con ventaja a Lucía, porque es un abogado joven, con mucho porvenir.
EC —Usted no está hablando de que vaya a haber cambios en los cargos de ministro, sino dentro de los ministerios, y alude al MI.
JM —No, es un cargo técnico.
EC —Ahora sé de quién habla, estuve revisando antecedentes. El primer suplente de Lucía Topolansky en el Senado es Martínez Huelmo, y el segundo es el doctor Charles Carrera, director general de Secretaría en el MI.
JM —Sí. Y precisamente en la bancada hace falta un buen abogado. Porque si usted mira el Palacio de las Leyes, en la bancada de senadores del cuerpo de la mayoría, no existen abogados.
EC —Sí, es todo un tema en la bancada del FA en general.
JM —Sí. Como fue tema durante muchos años que pasaba exactamente al revés, nunca había un ingeniero ni nada por el estilo. Ahora se dio la otra. Me parece que nos vamos de extremo a extremo.
***
EC —Yo aludía a situaciones complicadas que le ha tocado vivir al oficialismo en estos meses, y que se precisaba su participación en negociaciones. Hay otra, bastante reciente, que es la pérdida de la mayoría automática propia en la Cámara de Diputados con la decisión de Gonzalo Mujica de no acatar más las resoluciones de la bancada o de la agrupación de gobierno del FA. Ese dato va a ser todo un problema el año que viene, por ejemplo cuando llegue el momento de votar la Rendición de Cuentas. ¿Cómo observa esa situación?
JM —Como dato de la realidad, hay que encararlo y moverse con relación a ello. Obliga mucho más que nunca a la contemplación y a la negociación política. Y puede ser un ejercicio hasta saludable si pensamos en el mosaico político de futuro. No es para nada descartable que el Uruguay tenga gobiernos que no tengan mayoría parlamentaria. Eso ha pasado alguna vez en la historia del país y puede volver a pasar. Seguramente ello obligue a muchas cosas, a mucho diálogo y a mucha negociación.
EC —¿En particular hay que negociar con Gonzalo Mujica, dice usted?
JM —No sé, puede ser con Gonzalo Mujica o puede ser con otra gente.
EC —¿El FA tiene que hacer ese ejercicio, tiene que acostumbrarse a negociar hacia fuera, hacia sus fronteras?
JM —Sí, señor. Todo el sistema político tiene que acostumbrarse a eso.
EC —Pero el FA está muy acostumbrado a la mayoría propia, está mal acostumbrado.
JM —No sé si mal o bien. Quien tiene mayoría tiene más comodidad, pero quien no tiene mayoría tiene que extremar los recursos de la negociación política. Siempre ha sido así y deberá volver a ser.
EC —¿Tiene diálogo con este otro Mujica, con este diputado que tiene su mismo apellido?
JM —Yo tengo siempre la puerta abierta.
EC —¿Lo conoce bien?
JM —No, lo conozco superficialmente.
EC —Integró él Espacio 609.
JM —Sí, señor. Vino de otro sector.
EC —¿Qué opinión tiene de él?
JM —Es un compañero que estaba ligado al Frente y que por lo visto tiene diferencias.
EC —Él dice que el Frente debería correrse más al centro, más a la derecha de lo que algunos pretenden.
JM —Es una visión. Otros compañeros piensan lo contrario en otros sectores. Por eso le digo que hay que negociar, y tal vez siempre lograr el camino posible, que está ni tan tan ni tan tan. Es la historia de la política.
EC —Hablando de problemas delicados que enfrenta el gobierno, la semana pasada el equipo económico dio a conocer los aumentos de tarifas que van a regir desde el 1.º de enero, que varían entre 7,5 % y 8,2 %, según las empresas públicas. A grandes rasgos, dice el ministro Astori, estos índices de ajuste se compadecen con la inflación de los últimos 12 meses a noviembre, que fue de 8,1 %. Sin embargo, dirigentes de la oposición, y también algunos del FA, reaccionaron calificando a este anuncio como un “tarifazo” destinado a mejorar la recaudación. ¿Qué opinión tiene usted?
JM —Un gobierno cuya economía tiene necesidad no toma una decisión de este tipo por gusto. Pienso que el Ministerio de Economía se ha sentido empujado a esta necesidad. Quisiera que la barra de juzgamiento no caiga sobre las empresas públicas directamente, sé que la posición de alguna era una tarifa mucho menor, bastante menor.
EC —¿A cuál alude?
JM —A UTE. Sé que técnicamente se entendía que las necesidades de UTE estaban cubiertas con menos. Pero también son legítimas las necesidades de la economía central buscando los equilibrios en la lucha contra la inflación y con un panorama internacional bastante incierto. Los aumentos no le gustan a nadie, en primer término a quien los puso; supongo que hay un sometimiento a la ley imperiosa de la necesidad.









