
EC —No es la primera vez que se menciona que durante su gobierno hubo decisiones destinadas a favorecer los intereses de Paco Casal. Por ejemplo, ha circulado que Héctor Lescano dejó el cargo en el Ministerio de Turismo y Deporte porque no tenía respaldo en la pulseada con Tenfield… Casualmente, en esa reunión que menciona Alarcón, no estaba el ministro de Deporte y sí estaba Bonomi.
JM —Porque la cosa central era un tema policial. Los líos no empezaron ahora, hace rato que hay lío en el fútbol uruguayo.
EC —Pero él dice que esa reunión ocurrió en medio de las negociaciones AUF-Tenfield por los derechos de televisación del fútbol. Y Tenfield estaba en la reunión.
JM —Pero no se habló ni una palabra de negociaciones del fútbol. Yo he tenido negociaciones que no tienen nada que ver con pases, que no tienen nada que ver con contratos, y sí con líos, de estos líos que se presentaban en la tribuna, que creo que eran la única cosa que en alguna medida tenía que ser preocupación del Estado. Lo demás es agregado, se habla un poquito de más. En su espacio, hace pocos días, un señor importante, que no me respeta nada y yo lo respeto a él, dijo que en Casa de Gobierno había un escritorio del Pato Celeste. Una tremenda infamia.
EC —Eso se dijo en una Mesa. Está aludiendo a un tertuliano.
JM —Sí. Eso es un bolazo que levantaron de alguien que iba con sus camisetas, con su firma, según he sabido, con la burla de empleados de Casa de Gobierno por esto y por lo otro. De ahí sacan la conclusión de que tenía un escritorio. Pero no lo prueban, lo dicen, no presentan testigos, no presentan nada, pero lo dicen de pasada, entonces se dice y queda como incorporado. Y no se puede salir a desmentir y a desmentir y a desmentir, no tiene ningún sentido.
EC —Pero estaba a menudo, Gustavo Torena estuvo a menudo en la Torre Ejecutiva.
JM —¿No le digo que andaba con sus camisetas firmadas por jugadores, con esto y con lo otro? ¡Pero una cosa es un mercachifle que viene a colocar algo, a la gente que trabaja en un lugar público, como tantos, y otra cosa es tener una oficina!
EC —¿No llegó a estar en un acto con visitantes extranjeros ilustres, en los que se regalaban camisetas de la selección nacional? ¿No estuvo Torena? Yo recuerdo eso.
JM —Puede haber estado, puede haber estado en tantos lados. Yo no podía entrar al Estadio Centenario y él entraba. Pero de ahí a lo otro hay un campo muy grande.
EC —Y ya que apareció mencionado en la declaración de Alarcón el caso de Lescano, exministro de Turismo y Deporte, ¿qué dice a propósito de por qué no siguió en el cargo?
JM —Es una infamia, una rotunda infamia. No tiene nada que ver, quisimos aplicar una política de cambios en el gobierno y generó una resistencia brutal. Lescano es un señor compañero. Yo tuve discrepancias severísimas con Lescano hace muchos años, en nombre de la democracia cristiana nos tuvo años sin poder ingresar en el FA. ¿Entiende?
EC —Sí, alude a la discrepancia de la democracia cristiana con el ingreso del MLN-Tupamaros al FA.
JM —Sí, señor. Cuyo portavoz era Lescano, y tenía todo el derecho a pensar como pensaba. Si me hubieran dicho algo de eso, se podía hacer, pero yo no perseguí a Lescano porque tuviera simpatía con Fulano o con Mengano. Pensé que había que hacer cambios. Cuando el doctor Vázquez decidió cambios a nadie se le ocurrió pensar que era persecución.
Además, yo mantengo una relación muy buena con Lescano. Tengo una deuda con él, le tengo que llevar una cantidad de regalos para su corralito criollo. Pienso que es un compañero ilustre.
EC —¿Cómo que le tiene que llevar una cantidad de regalos al corralito criollo? ¿Qué es eso?
JM —Él tiene un rinconcito criollo en la embajada que quiere alhajar. Y yo tengo una deuda con él de pertenencias criollas que tengo dispuestas para llevárselas; siempre que me ve me reprocha. El otro día me estaba esperando en el aeropuerto y me pasa la cuenta, y tiene razón. No creo que nadie en el mundo se pueda enojar con Lescano.
***
Transcripción: María Lila Ltaif









