
EC —Este fin de semana hubo cuatro asesinatos más, dos de ellos dentro de la cárcel de Canelones, y los otros dos, que se dieron en la madrugada del sábado, en los límites entre los barrios Buceo y Malvín Norte, además tuvieron consecuencias. En estos últimos casos, un adolescente de iniciales J. C. O. fue hallado caído con heridas de arma de fuego en la intersección de Santander y rambla Euskal Erría. Según la crónica de El Observador, la víctima había intentado rapiñar con una cuchilla a un automovilista que lo mató y luego se presentó a la policía con el arma. El caso se investiga como legítima defensa. Poco después, una persona no identificada fue encontrada muerta con varias puñaladas en la calle Rodríguez Castelao y Minnesota. Estos hechos “dieron pie” o fueron el pretexto para una manifestación con corte de tránsito y quema de neumáticos en avenida Italia hacia el centro el sábado en la tarde que incluyó violencia contra automovilistas, transeúntes, vecinos.
Doctor Rodríguez, ¿usted ha logrado avanzar en estos hechos?
GR —Respecto del primero, efectivamente, se presenta como un hecho de una rapiña que pensaban realizar dos adolescentes en horas de la noche y se encuentran con este ciudadano en el interior del vehículo que realizó un disparo en el momento en que pretendían rapiñarlo. Creo que uno de ellos llevaba una cuchilla y en respuesta a ello se genera la muerte de uno de los adolescentes. Esto fue en las primeras horas del sábado. En el correr del día se presentó el ciudadano, hizo entrega del arma utilizada y se dispusieron las pericias de estilo para analizar. La víctima presentaba un disparo de arma de fuego con orificio de entrada sin salida; después los peritos en balística forense realizan los exámenes pertinentes entre el proyectil y el arma entregada para establecer la causalidad, que esa arma no solamente está apta para disparar sino que fue la que realizó ese disparo. Se contó con la declaración de esta persona, la investigación continúa. Ayer puse en contacto y en conocimiento al doctor Gómez, estamos en permanente contacto porque esto pasaría a su ámbito funcional, porque él es el fiscal especializado en homicidios.
EC —¿Y el otro homicidio?
GR —También en la madrugada del sábado, horas después, me dieron cuenta de que aparentemente una persona, que creo que también era un adolescente, apareció con unas puñaladas por la espalda, aparentemente se habría desplazado por sí misma por la vía pública algunos metros más y luego cayó muerta. Eso también se sigue investigando, pero hasta ahora no hay elementos, por lo menos que hayan llegado a mi conocimiento hasta ayer, que estuve de turno. Acabo de dejar el turno y no se había encontrado el arma, no había ningún otro elemento en la vía pública, no he tenido conocimiento de que hubiera cámaras públicas que hubieran registrado algo, los funcionarios policiales estaban averiguando la existencia eventualmente de cámaras públicas.
EC —¿Cómo se relacionan estos homicidios con esa especie de manifestación, asonada que tuvo lugar en avenida Italia hacia el centro y que incluyó otro tipo de violencia?
GR —Según el informe que se me dio, esta especie de manifestación tumultuaria, casi en el ámbito de los delitos de muchedumbre, como los llama el Código Penal, ya había querido empezar a gestarse el día del primer homicidio, el del disparo de fuego, que fue a unas pocas cuadras de un asentamiento que hay por allí. La gente había querido venirse hacia el lugar y hubo que utilizar a la guardia de choque para contener la escena criminal y poder trabajar ahí. Cuando yo llegué, a la hora más o menos del hecho de que se me puso en conocimiento, ya estaba contenida la situación. Pero luego ocurre en zona cercana otro hecho de este tipo y despierta esta horda tumultuaria que genera eso. Generalmente son reclamos o reivindicaciones, es la forma violenta y absolutamente asistemática que tienen determinadas personas de comunicar también su frustración, que se generó con la muerte de un muchacho. Querrán respuestas y usan este mecanismo… Usted puede hacer una manifestación pacífica, como muchas veces se hace, en que uno hace valer sus pretensiones, sus reclamos, pero de la manera que corresponde, con libertad de expresión pero tranquilo, sin lesionar el derecho de los otros.









