Entrevista con Ignacio Otegui, presidente de la Cámara de la Construcción del Uruguay.
Carol Milkewitz/EnPerspectiva.net
EN PERSPECTIVA
Lunes 20.06.2016, hora 8.00
EMILIANO COTELO (EC) —¿Qué papel puede jugar la industria de la construcción en un momento en que la economía uruguaya pierde pie en comparación con lo que fue su crecimiento en la última década?
El jueves, el Poder Ejecutivo remitió al Parlamento el proyecto de Ley de Rendición de Cuentas que será recordado como el primero que incluye un “ajuste fiscal” desde que el Frente Amplio llegó al gobierno.
Un día antes, los datos que divulgó el Banco Central confirmaron que el producto bruto interno (PBI) se mantuvo prácticamente estancado en el primer trimestre de este año.
El PIT-CNT e incluso algunos sectores del oficialismo sostienen que para contrarrestar este escenario de enfriamiento de la economía la clave es desarrollar políticas contracíclicas.
Por ejemplo, el congreso del Sunca (Sindicato Único Nacional de la Construcción y Afines), que tuvo lugar hace 10 días, propuso el impulso a los planes de vivienda y a la inversión pública. Hablamos con dirigentes de ese gremio el miércoles pasado.
Hoy recibimos al presidente de la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU), Ignacio Otegui.
Expliquemos, primero, qué es la CCU. ¿A quiénes reúne?
IGNACIO OTEGUI (IO) —La Cámara reúne a todas las empresas constructoras que hacen la diversidad de demanda que la industria tiene. Tenemos empresas que hacen un puerto, que hacen puentes, que hacen carreteras, que hacen escuelas, liceos, viviendas, hoteles.
EC —¿Por qué la imagen es la de que la Cámara agrupa a las empresas constructoras más grandes?
IO —Porque las empresas constructoras grandes son todas socias de la Cámara, pero son una cuota parte de los socios, tenemos empresas medianas y empresas pequeñas. La Cámara ha desarrollado una suerte de logística para atraer y hacer entender también a las empresas medianas y chicas que siendo parte de la Cámara pueden tener por lo menos un desarrollo más firme en sus actividades. De hecho, la Cámara ha impulsado eso en los últimos ocho años, nos lo recomendó en su momento un trabajo que le encargamos a la empresa Cifra en el año 2008 cuyos resultados tomamos en cuenta. Este marzo de 2016 le hicimos un segundo encargo y lo estamos tomando en cuenta en la estrategia que lleva la Cámara para adelante en los próximos dos o tres años. Estamos acostumbrados a trabajar con información sólida, tratando de relevar bien la realidad y ver por dónde conviene desarrollar actividades que mejoren el perfil de las empresas y de la industria.
EC —¿Cómo se reparte hoy la industria de la construcción por rubros?
IO —Trabajamos para terceros, la construcción tiene demandas diferentes. El sector inmobiliario, de acuerdo a los datos que tenemos, del 2008 al 2015 representó un 22 %-23 % de promedio, en el año 2015 fue un 14 %, toda la demanda del sector inmobiliario vinculado a vivienda representó en 2015 un 14 % de la demanda de la industria.
EC —Es un dato interesante, probablemente se despega de lo que la gente en principio imagina. Creo que la gente tiende a atribuirle más peso en la construcción a la vivienda.
IO —Porque es por donde circula y en definitiva donde se ven las inversiones, por lo menos por donde la gente circula. Si uno agarra avenida Italia al sur y después se va a Punta del Este, esa es la construcción que conoce. Pero todo eso representó en 2015 un 14 % de nuestra demanda.
Después existe otro motor –les llamamos motores a los tres sectores–, que es lo que llamamos obra pública, que en ese mismo período, 2008-2015, representó un 27 % de la demanda.
Y el resto, que es un 50 % prácticamente, es el motor de obra privada no vinculada a la vivienda. Ese motor de obra privada es el que ha transformado al país productivo, no hay duda de que el país hoy tiene un sustento en su generación PBI bien diferente del que tenía hace 10 o 15 años.
