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Entrevista central, lunes 23 de mayo: Humberto Teske, Andrés Ojeda

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EC —O sea que aquellos rumores que circulaban en el Hospital Maciel, que eran el caldo de cultivo para la denuncia con la que empieza todo, en definitiva estaban equivocados.

HT —Claro.

EC —O, mejor dicho, se basaban en una estadística que existía pero había sido mal hecha.

HT —Exacto. En el propio expediente surge que en un oficio del director del hospital, no me acuerdo de quién era en aquel momento, que se habían equivocado en la estadística. Pero se llega a tal grado de rumores… Cuando nosotros citamos a la gente que había declarado en primer momento, cuando pedimos el desarrollo de la prueba, le preguntábamos, a los que habían participado en las denuncias o habían sido testigos: deme el nombre concreto de una persona que le dijo a usted que Pereira hacía tal o cual cosa. La respuesta era “No, a mí me dijo una persona que le habían dicho”. O sea que era dicho del dicho.

Pero hay un punto, porque si no parece que el doctor Vomero hubiera hecho una atrocidad y no. El doctor Vomero en su momento, con lo que tenía -porque para eso están los procesos- dijo: Bueno, voy a procesar. Si se hubiera quedado esperando todo el proceso [con los acusados] en libertad ambulatoria el país se hubiera partido al medio, ¿no?

AO —Yo ahí tengo una discrepancia. Yo creo que se justificaba, aunque hubiera habido un procesamiento, la libertad ambulatoria.

EC —Acá vamos a otro punto delicado: por qué el procesamiento con prisión.

AO —No me parece… Esto pone el foco de vuelta en el fundamento mismo de la prisión preventiva en momentos en que se discute el nuevo Código del Proceso Penal. En el caso particular de nuestra defendida, creo que fue chupada por una vorágine enorme en un tema en el que ella estaba involucrada solamente en un solo caso, en una complicidad. Nunca estuvo acusada de ningún homicidio, y sin embargo la procesaron con prisión. Creo que eso sucedió porque lo vertiginoso de todo lo que ocurrió y la alarma social llevaron al juez a tomar una decisión de tono salomónico, quizás, para no tener un problema, pero no porque los méritos procesales así lo impulsaran…

EC —Vamos a tratar de ordenar justamente algo a propósito de la enfermera. Cuando le incautan el celular a Pereira, el día que lo detienen, encuentran un cruce de mensajes de texto entre los enfermeros que deriva en la detención de Ariel Acevedo y Andrea Acosta. Uno de esos mensajes, enviado por Acosta a Pereira, expresaba: “El puto limpió al 5 y se fue a la farmacia. Todos reanimando”. Otro decía: “No me inculpes, maldito!!!” ¿Qué explicación brindó Acosta a propósito de estos mensajes?

AO —Ella tuvo dos o tres declaraciones durante el proceso… Siempre estuvo claro que ella nunca estuvo acusada de homicidio, lo que se dijo en su momento por parte de la fiscalía fue que ella sabía lo que estaba ocurriendo y no lo denunció. Ella niega haber conocido directamente el asunto, lo que dice es que era un rumor que podía haber en los pasillos del hospital. Ahora, pongámosle que hubiera sido así, que ella hubiera conocido, ¿cuál es el delito? No hay ninguna complicidad por no hacer una denuncia, de hecho nadie está obligado a denunciar ningún delito, salvo el funcionario público por razón de su función. Entonces, lejos está de ser una complicidad o un encubrimiento, porque si uno no está obligado a denunciar, ¿está encubriendo si no denuncia? Ese encubrimiento era omisivo, eso quiere decir que estoy encubriendo por no denunciar –esto no lo digo yo, lo decía la acusación fiscal-. Era un encubrimiento omisivo doloso, ella intencionalmente no denuncia para encubrir una situación. Entonces, si usted ve mañana una rapiña en la calle y decide no denunciarla, usted incurre en este mismo encubrimiento omisivo intencional, cuando en realidad la ley a usted no lo mandata, ni por mandato ni por prohibición, a hacer esa denuncia.

A nosotros nos pareció que ese mensaje de texto -yo no estaba, estaba el doctor Fernando Posada-, en el contexto de todo lo que había ocurrido -las confesiones y la conmoción y alarma social- terminó generando un procesamiento equivocado y una prisión aún más equivocada.

EC —Pero a propósito de la responsabilidad del enfermero al que aludía Andrea Acosta en ese mensaje, ¿qué es eso de que había “limpiado” al 5?

AO —Ella lo que dijo fue… Acevedo es religioso, es umbandista y, según se dijo, ahí practicaban limpiezas del tono espiritual. Quizás sea creíble por muchos o no, quizás muchos valoren como que quiso justificar, a posteriori, algo que originalmente quiso decir de otra manera… Lo que sí es claro es que aunque dijera lo peor que se puede interpretar de esta frase, ella no tenía responsabilidad.

EC —La pregunta es si el otro, el enfermero, había “limpiado” en el sentido de matar. Me gustaría que siguiéramos con esto, enseguida.

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