
EC —El entrenamiento físico llega a los 16 años, aproximadamente a esa edad empieza esa otra etapa.
CF —Sí, hasta los 16 años es una etapa de deporte formativo en el club, y a partir de los 16 años es deporte formativo profesional, ya vas encaminado a las pruebas de […]. ¿Seré? ¿Tengo capacidades? ¿Tengo posibilidades para llegar a ser profesional del mundo del deporte, sea en el propio club pero en el segundo equipo, sea llegando a lo que es la meta y el sueño, que es el primer equipo profesional? ¿O mis aptitudes hacen que me tenga que ir a buscar la vida en otra cantera de otro equipo deportivo?
EC —Esa sí que es una situación dramática, supongo. Pero sigamos con datos básicos sobre cómo funciona La Masía. ¿Qué edades tienen los chicos que residen allí?
CF —De los 11 a los 18 años.
EC —¿Y de dónde provienen?
CF —De estos 81 chicos máximo que podemos tener en la residencia, una tercera parte son catalanes, alejados de Barcelona capital, una tercera parte es gente de otras comunidades autónomas de España y otra tercera parte son chicos que vienen de otros países de Europa, incluso de África, lo que llamamos deportistas extracomunitarios.
EC —¿Cómo se seleccionan?
CF —El club tiene unos treinta y pico de ojeadores en todo el mundo, gente que ve alrededor de 10.000 videos, 10.000 deportistas, de los cuales se acaban incorporando 70 u 80 al club. Hay una selección muy muy importante, se ven entre tres y cinco videos de esos deportistas en los que ya ves algo diferente, para captarlos, para ver si realmente pueden dar un plus y pueden ser jugadores con una profesión deportiva, porque se hace un trabajo muy minucioso y muy bien elaborado.
EC —¿Los chicos también pueden postularse ellos mismos?
CF —Pueden enviar, y de hecho lo hacen, cartas, videos, referencias. Los estudian, ven los videos, se ponen en contacto con las familias. En caso de duda se les hace un seguimiento en el colegio o en el club de origen, y a partir de allí nos ponemos en contacto en la familia y decidimos si tiene que pasar una prueba o no, si es apto, no es apto, si lo queremos o no lo queremos.
EC —¿Qué busca La Masía? ¿Qué tipo de jóvenes, de niños, qué tipo de jugadores de fútbol?
CF —Jugadores de fútbol, fundamentalmente que tengan mucha toma de decisión, que sean muy rápidos mentalmente, que se anticipen a la jugada, que tengan mucha técnica, esos que tú los ves jugar y ves algo diferente en ellos. Ese talento de proteger la pelota, no es tan importante aquello físico, que tú destaques por una franjada muy grande, por un físico, un cuerpo, sino al contrario, buscamos más esas habilidades, ese talento mezcla de técnica deportiva, capacidad de anticiparse, de pensar rápido con la pelota.
EC —Una evaluación llena de riesgos, ¿no?
CF —Siempre, siempre cuando tomas decisiones te puedes equivocar.
EC —¿Es correcta esa versión que dice que cuando observaron a Lionel Messi niño hubo quienes lo recomendaban más para fútbol sala que para fútbol?
CF —Yo no diría tanto. Sí es verdad que cuando te viene un chiquillo que físicamente no está desarrollado pero le ves cosas espectaculares no pasa desapercibido. Tú dices: “Es verdad, tiene un talento, tiene algo diferente, es genial, se divierte jugando y encima regatea y finta, qué bonito de ver jugar”. Pero es verdad que siempre, como humanos que somos, tenemos la duda: ¿será suficiente esto cuando compita con gente físicamente muy grande? En el Barça tenemos la tendencia a explicar que cuando un jugador físicamente no está muy desarrollado tendrá que utilizar otros recursos, otras herramientas para superar a gente físicamente mayor. Eso es lo que hace que la toma de decisiones, ese talento, esa habilidad, se vea más en jugadores como Iniesta, como Xavi, como el propio Lionel Messi, jugadores más pequeños físicamente pero que han tenido que utilizar otros recursos para poder superar a gente y a rivales y a oponentes mucho más preparados y dotados físicamente.
EC —Vamos al momento en que ustedes eligen a un chico: sí, sirve, nos interesa. ¿Qué tipo de contrato, arreglo se hace con él y su familia?
FC —Normalmente la parte deportiva, que son los entrenadores, llevan al chico a la residencia, mi equipo de trabajo en la residencia le explica dónde va a vivir, cómo va a ser su día a día, qué esperamos de la familia, qué le vamos a ofrecer como club, como acompañamiento formativo. Ahí hay una palabra que para nosotros es incuestionable: “Nuestro papel aquí no es tanto entrenar, sino formar humanamente a vuestro hijo. Confiad en nosotros”. Pero tendrá que haber momentos en que la familia y nosotros como club tendremos que estar de acuerdo en darle un mismo mensaje al niño sobre la importancia de este plan B formativo para que no ponga todo su esfuerzo y todo su empeño exclusivamente en lo deportivo. Porque es muy difícil llegar, de hecho el 10 % de los chicos que llegan a la residencia llegan a su sueño, que es llegar al primer equipo del Barça.









