
EC —¿Hay alguna forma de contrato? ¿El incorporarse a La Masía implica alguna posibilidad ya alta de terminar jugando en el club? ¿Cómo es eso?
CF —No, el club hace un contrato en el que se especifica muy claramente que el niño está becado en todo aquello que hará en el club: en el tema educativo, en los libros, en la escuela, incluso algunos viajes para que su familia pueda venir a ver a su hijo o el hijo pueda ir a visitar a su familia. Lo que queremos es que el chico se encuentre a gusto, que esté contento y que tenga una vida, aun a distancia de su familia, lo más normal posible para cualquier chico de su edad. Eso es lo que buscamos. A partir de aquí les decimos que pongan toda la carne en el asador, que lo intenten que tienen talento, que están en un club que les va a dar posibilidades de un proceso formativo importante, pero que eso lo tendrán que ganar ellos. Es muy importante esa parte de cómo superan las dificultades, porque muchos de ellos han llegado siendo los mejores en sus clubes de origen, llegan al club, en ese momento hay mucha competencia y no deja de ser un chico más de su edad que juega muy bien, pero hay otros a su alrededor que también juegan muy bien.
EC —Son 80 chicos, esa es la capacidad locativa de La Masía. Pero la capacidad de chicos que están formándose es mucho mayor.
CF —Sí, la formación global del club es de 630 chicos, desde los 7 años hasta los 18 años, en las cuatro secciones profesionales, básquetbol, hándbol, hockey sobre patines y fútbol sala y evidentemente en fútbol, que es nuestro deporte. Y en el fútbol femenino, en el que también hay un protagonismo muy importante desde los últimos años.
EC —¿Cómo se salta de 80 a 600?
CF —Muy fácil, porque 80 son esos chicos que por lejanía de sus familias tienen que residir en una misma casa, en la residencia de deportistas La Masía. El resto es gente que está muy cercana a sus familias, muy cercana a Barcelona y que puede seguir su proceso formativo acompañada de su familia. Aun así, el club está haciendo un trabajo con las familias, con los entrenadores y con los propios deportistas para que este proceso formativo, con valores, integral, sea compacto y un poco homogéneo.
EC —Aparte de eso, todavía hay escuelas del Barça en otras partes del mundo.
CF —Así es.
EC —En América Latina, Lima es una sede.
CF —Así es. En Lima, Perú, en Santo Domingo, en Brasil, hay tres en Canadá. Hay en diferentes partes del mundo, incluso en Rusia. Un director de la escuela, con el estilo, la manera y la metodología de jugar del Barça, se incorpora al país de origen y forma a esos los entrenadores-educadores para que formen a estos chicos con un modelo y una metodología que son los del Fútbol Club Barcelona. Pero en ningún caso ponemos el escudo del Barça, dejamos el proceso formativo en manos de otra gente. Queremos liderar este proceso y esta marca y esta metodología del Barça internamente.
EC —Pero por ejemplo en el caso de Lima, ¿de dónde son esos chicos?
CF —Son de la periferia, son de Lima capital…
EC —Pero ¿son de otros países de América Latina también?
CF —No, son de Lima, Perú.
EC —¿Y qué pasa con ellos después? ¿De qué manera se vinculan o no con el Barça?
CF —Es un proceso no tanto de talento deportivo, sino de buscar la excelencia, buscar incluso fichajes para que puedan venir al Barcelona. Formamos a chicos a través del deporte al estilo del Barça en su país de origen, a través de los valores que mencionábamos: humildad, respeto, trabajo en equipo, el entender a esta familia.
EC —Pero van a jugar en su país.
CF —Van a jugar en su país, los van a aprovechar los clubes de su país, siempre y cuando el progreso deportivo de estos chicos haga que Alianza de Lima, por poner un ejemplo, considere interesante que estos jugadores formados con el ADN Barça puedan jugar allí.
EC —¿Y qué gana el Barça? Porque el Barça paga una parte de esa formación.
CF —En este caso el club busca un compromiso importante de algún sponsor, de alguna empresa en ese país que permita formar a estos entrenadores y de cara incluso a una parte importante de estos jugadores de su propio país. El Barça pone la metodología, pone el entrenador, pone las directrices de adónde queremos llegar, y si hay algún jugador interesante a partir de 18 años que pueda servir para el Barça, bienvenido, y si no, estás dando una formación de técnicos al país e incluso de jugadores que puedan después perpetuar en equipos del propio país.
EC —El Barça tiene prioridad sobre esos chicos.
CF —Siempre.









