
EC —¿Qué porcentaje de los jóvenes que pasan por La Masía, en su sentido amplio, no solo los 80 que viven allí, sino los 600 que están en formación anualmente, deben salir?
CF —Normalmente solo hay un 20 % de bajas y después se incorpora otro 20 %. En equipos de 20 chicos, fácilmente cuatro o cinco chicos pueden causar baja, y se incorporan cuatro o cinco más.
EC —Baja por este motivo, porque ustedes les dicen…
CF —Sí, por un tema deportivo, de progresión.
EC —¿Y qué pasa con ellos? Pueden eventualmente seguir dedicados al fútbol pero en otro ámbito.
CF —De hecho muchos, y es la grandeza de este deporte, van a otros clubes, acaban de despuntar, acaban de explotar, y después han vuelto al propio Fútbol Club Barcelona.
EC —¿Ha ocurrido eso?
CF —Sí, Jordi Alba es un ejemplo, […] a los 16 años estaba en el Barça, se fue al Arsenal y volvió. Ha pasado en diferentes momentos de la historia. Esto es importante, porque al final lo que les da la estadística a los deportistas cuando les das la noticia de que no van a continuar es: “Oye, ha habido otros a quienes les ha pasado lo mismo que a ti y han vuelto”, la puerta no se cierra.
EC —¿Qué? ¿Fue un error de La Masía?
CF —O porque en ese momento, cuando se toman decisiones, tú crees que la progresión deportiva de ese jugador no lo será, y ese jugador habrá creído en sus posibilidades, se lo ha ganado en otros sitios y después tú dices: “A este jugador que yo le había dicho a los 16 años que quizás no servía para mi equipo, y resulta que se lo ha ganado”. Borrón y cuenta nueva, volver a empezar y volverlo a convencer para que forme parte del club.
EC —Hablemos de la otra hipótesis, la de que ingrese al equipo del Barça alguien que no se formó en La Masía. El ejemplo lo tenemos entre nosotros, es nuestro gran ídolo, Luis Suárez, que desde hace pocos años integra el equipo titular del Barça en el tridente con Neymar y con Messi, nada menos. ¿Cómo se ensambla alguien que tiene su propio estilo, que viene con una historia individual, a un conjunto de jugadores que han sido formados por ustedes mismos?
CF —El mérito en todo caso será del entrenador del primer equipo, cuando ha creído que Luis podía aportar lo que está aportando en el equipo, no solo los goles, sino ese carácter, esa manera de jugar. Porque eso es lo que hace grande a un equipo como el nuestro, a un club como el nuestro, cuya primera prioridad es formar chicos desde abajo para que lleguen al primer equipo. Pero evidentemente no tenemos la clave para tener formado el mejor 9 en las categorías inferiores, y si lo tenemos que buscar y el mejor 9 es Luis Suárez o el mejor 11 es Neymar o el mejor 8 es […], los tenemos que ir a buscar. La gracia es esta, complementar y compensar un equipo con gente de casa, pero también con los mejores de afuera. Eso es rico. Un equipo necesita de talento, necesita del que guarda las espaldas al número 1 y necesita de goles y de bravura. Y esto es lo que nos ha aportado Luis Suárez.
EC —Pero supongo que ustedes tienen que poner para que se produzca ese ensamblaje.
CF —Pero ya es más un tema deportivo, porque ya vienen con una historia detrás.
EC —En este caso la historia era complicada, sin duda es una estrella, sin duda es un jugador singular, pero en el momento en que el Barça lo adquiere estaba sancionado por la FIFA, y sancionado terriblemente a partir de un incidente tan discutido, tan polémico como aquel de la mordida a Chiellini en el Mundial de Brasil. Que no era la única oportunidad en que a Luis Suárez se le habían desacomodado los límites. ¿Cómo se trabajó, si es que hubo de parte de La Masía alguna vinculación, ese proceso de adaptación por ese detalle particular?
CF —Creo que hubo una simbiosis –lo digo sin saberlo a ciencia cierta, porque este ya es un tema del ámbito profesional, de Luis Enrique y su equipo, que lo han llevado maravillosamente bien– entre el hecho de que el club le da una oportunidad importante a Luis de entrar en un club y un equipo ganador, eso es confianza, eso es creemos en ti, y la parte activa de Luis, de decir “todos en esta vida tenemos derecho a equivocarnos o a hacer cosas de las que tal vez uno no se pueda sentir orgulloso”. Después ha demostrado que por su capacidad, su entrega, la vinculación que tiene la afición del Barça con Luis Suárez es increíble, porque es un jugador que pone toda la carne en el asador, lo da todo, y eso es muy valorado en el Barça. Entonces desde Luis Enrique que le ha dado la confianza, el club que le dio la oportunidad y él que se lo ha ganado activamente, ahí está esa simbiosis. Eso da muestras de que la vida nos da segundas y terceras oportunidades para rehacernos de cosas que en su momento uno no sabe si podrá superar. Ha sido capaz de superarlo y con nota.
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