EC —Fuera de micrófonos y a raíz de Suárez, Carles Folguera agregaba una frase interesante a propósito de lo que valoran los hinchas del Barça.
CF —El hincha del Barça es el forofo, el aficionado, es muy fiel, es increíble, yo lo viví en primera persona durante ocho años como jugador de hockey sobre patines, pero evidentemente en fútbol es un amante del talento, de lo diferente, del buen juego, pero también de la bravura, del entregarse. Hubo un momento en que Johan Neeskens fue un ídolo por lo que se entregaba, el holandés que lo daba todo, y creo que con Luis Suárez ha pasado lo mismo. Es una persona que no deja indiferente en lo positivo y cómo ha calado en el aficionado blaugrana.
EC —¿Cuánto cuesta una institución como La Masía?
CF —No te lo sabría decir, pero es una apuesta institucional, de directiva, en que no se negocia el dinero en el aspecto de que se tiene presente que la apuesta es la apuesta. Y la apuesta es formativa, la apuesta es a una residencia de 6.000 metros cuadrados, no sé cuántos campos de entrenamiento, 200 entrenadores que tenemos que ir formando, dar un impulso al fútbol formativo femenino, al deporte femenino. Estas son nuestras raíces y eso es lo que como club queremos preservar y mantener porque forma parte de nuestra identidad.
EC —He visto algún número. ¿Puede ser US$ 20 millones por año?
CF —Es posible. Es posible que el deporte formativo en el club cueste esto. Es más que posible, sí.
EC —Claro, si uno lo compara con lo que después cuesta ir a comprar un jugador en el exterior, las cifras caen. Parecen altas, pero después resulta que no.
CF —En el fondo una inversión, con paciencia, en formar chicos desde la base siempre es positiva desde un punto de vista económico, porque no es lo mismo ir a firmar por un jugador hecho, por el que te van a pedir porque es una realidad, que ir formando tus jugadores, que no son una realidad con 13, 14 años, pero algunos de ellos se pueden convertir en realidades. Los has formado y encima te han generado identidad y sentimiento de orgullo.
EC —Y eso es un beneficio para el club si el jugador se incorpora a su plantel, y es un beneficio también si se lo vende.
Para terminar, hablemos de Uruguay, de la visita. Has llegado aquí como parte de las celebraciones por los 15 años de Reaching U, una fundación que apoya propuestas educativas en centros públicos y privados ubicados en contextos críticos. Y entre otras actividades, el miércoles vas a estar en el Centro Educativo Los Pinos, vas a dar una charla allí para chiquilines y docentes de organizaciones de los barrios Casavalle, Casabó, Aires Puros y otros muy vulnerables. ¿De qué hablas en una disertación como esa?
CF —Hablo de la importancia de la educación, de la formación, de que a más educación y más formación, mejores tomas de decisiones, mejores posibilidades de futuro, que es importante el papel del educador desde el punto de vista de que lo tenemos que respetar, lo tenemos que ayudar, le tenemos que dar ese valor, y que es un proceso que es lento pero que tiene que ser querido. Mi frase es: no tenemos que enseñar, queremos enseñar. Tiene que estar la voluntad de querer enseñar y de darle a la gente oportunidades a través de la educación, de no perpetuarnos en lo que estamos en este momento, que podemos crecer. Y eso lo hacen en la residencia, lo hacen en La Masía y lo hacen chicos que han venido con la única idea de “voy a triunfar en el mundo del deporte” y después conectas con ellos y te das cuenta de que hay un vínculo y una aceptación, no solo crecen en el tema deportivo, crecen como personas, que en el fondo es lo más importante. Y tienen que crecer en valores y dando muchísima, muchísima importancia a la formación y la educación. A más educación y más cultura, más posibilidades de crecer como país, de crecer como personas y de sentirnos orgullosos de lo que estamos haciendo con nosotros mismos.
EC —Estas charlas tienen varios públicos posibles, porque a veces también hablas para empresas, por ejemplo. ¿Qué se puede trasladar de la experiencia de La Masía a una empresa?
CF —Fundamentalmente los valores, el hecho de que es importante pensar a dónde queremos ir, de que es importante trabajar en equipo, es importante esa humildad de querer crecer, el esfuerzo entendido como que hay momentos determinados en una empresa en los que se tiene que poner toda la carne en el asador, y evidentemente también tenemos que evaluar lo que estamos haciendo, cómo lo podemos mejorar. Estamos en una sociedad muy de la inmediatez, en que lo queremos todo rápido, fácil, y si podés, sin esfuerzo. Y así no se crece ni personalmente, ni institucionalmente, ni como empresa. Entonces creo que el valor añadido es este.
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Transcripción: María Lila Ltaif
