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Entrevista central, lunes 27 de noviembre: Carlos Iafigliola

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EC —Nació en el Buceo. Hace años que vive en Malvín Norte. ¿Dónde exactamente?

CI —En la calle Gallinal entre Godoy e Iguá. Es una zona de Montevideo muy linda, que nosotros tomamos como segundo hogar porque yo empecé a militar en una parroquia que hay en el barrio que se llama Parroquia de Belén, en Malvín Norte, viviendo en el Buceo. En esa parroquia conozco a quien hoy es mi esposa, Anni. Éramos parejas de novios que en aquel momento, pensando en casarnos, no teníamos resuelto el tema vivienda, encontramos ahí un terreno que era una cantera de piedra y armamos esta cooperativa de ayuda mutua donde estamos viviendo hoy.

EC —Queda claro que usted es católico, cristiano pero además católico.

CI —Sí, tomé la Comunión con 12 años y desde ahí mi militancia ha sido siempre activa dentro de la Iglesia católica. En los últimos años más vinculado a la parroquia donde milito hasta ahora, tuve distintas actividades, pero siempre con un compromiso como laico muy fuerte.

EC —Muchos quizás lo ubiquen por su militancia en contra de la Ley 18.987, de octubre de 2012, que despenalizó el aborto en determinadas circunstancias. Usted participó activamente en la consulta popular que se intentó para habilitar un referéndum a efectos de derogar esa norma. Un intento que fracasó.

CI —Sí. En realidad enfrentándome a estos temas estoy desde los años 84, 85, porque apenas recuperamos la democracia, los primeros vientos de legalizar el aborto no vinieron del FA, sino del Partido Colorado (PC). Ya ahí comencé la militancia fuerte en contra de legalizar el aborto, obviamente con una participación mucho más fuerte desde el año 2005 en adelante, porque ahí el FA hace el primer intento en el gobierno de Vázquez, que termina vetando la ley, y en el gobierno de Mujica se termina aprobando.

Al otro día de que se aprueba la ley, 17 de octubre de 2012, creamos la Comisión Nacional pro Derogación de la Ley de Aborto. Pero no teníamos como centro el llevar adelante, impulsar un referéndum, un plebiscito. Nuestra idea era oponernos con una variedad de ideas, pero un compañero, Pablo Abdala, y otros hacen una movida y terminan llevando adelante la recolección de firmas que termina con ese resultado que tú decís.

EC —La consulta se hace en junio de 2013 y no alcanza el apoyo necesario según la Constitución y la ley.

CI —Sí. Nosotros de entrada obviamente no hubiéramos tomado ese camino. Pero una vez que los compañeros largaron esto no tuvimos más remedio que sumarnos, porque nos parecía que era importante que estuviéramos ahí. Una aclaración que de vez en cuando tengo que hacer: se suele decir que la ciudadanía laudó este tema, y en realidad para laudarlo debería haber un plebiscito obligatorio en el que todo el pueblo uruguayo tuviera que decidir sobre esta norma o sobre otras, como ya ha pasado, por ejemplo con la Ley de Caducidad, pero no fue lo que pasó. O sea, yo reconozco el bajo resultado, pero está claro que no fue un plebiscito, no fue obligatorio.

EC —Fue el prerreferéndum.

CI —Sí, fue un prerreferéndum. Lo marco porque me parece importante. Y lo segundo que siempre digo respecto a este tema es que para una democracia, para la vida en sociedad, no está bueno que los derechos humanos fundamentales dependan de mayorías o de minorías. Por eso más allá de ese resultado al que tú hacías referencia y de decir que no fue un plebiscito, decimos que nos parece que los derechos humanos, como es el derecho a la vida, no pueden depender de mayorías o minorías. Por eso seguimos insistiendo, cada vez que podemos, en este tema.

EC —Usted integró los dos principales sectores del PN. Primero Alianza Nacional y después, hasta hace poco, Todos Hacia Adelante. ¿Por qué ahora decide lanzar un movimiento propio?

CI —Es así, estuve nueve años acompañando al senador Larrañaga, desde que armé mi corriente en el 2003, y después en los últimos cinco años al senador Lacalle Pou. La decisión está inspirada en algo que decimos dos por tres, lo dijimos en ese discurso del que tú ponías recién una parte, un discurso acalorado…

EC —¡Muy vehemente!

CI —… no me había tomado la pastillita y estaba un poco sacado. En realidad, más allá de las ironías y de lo fuerte del discurso en tono, los temas que ahí tiré son temas que pienso desde hace mucho tiempo.

Sobre este tema siempre dijimos lo mismo: hay algunos que cuando hacen política por permanecer en algunos sectores o partidos bajan sus banderas de principios y de valores. Nosotros hemos hecho lo contrario: por mantener en alto nuestras banderas, nuestros principios, hemos dejado sectores. Y en cuanto a la última decisión, que fue en agosto de este año, de irnos del sector de Lacalle Pou y al poco tiempo, al mes y medio, pensar en esta patriada de la candidatura, el movimiento este que hoy es una realidad, que se llama Adelante, lo veníamos armando, ya teníamos presencia en siete departamentos, y lo que hicimos fue precipitar y generar el movimiento a nivel nacional que nos aprobó el partido.

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