RA —De hecho en ese incidente que mencionaba Nicolás hay un caso en el que llama la atención: aparece en el relato un joven que estaba en esa celda que fue incendiada, donde se tiraron los colchones quemados, por haber roto una tobillera, y estaba preso junto a reclusos considerados pesados.
EB —Por haber roto la tobillera, ¿pero qué más tenía?
NB —Seguramente tenía la tobillera por violencia doméstica.
EB —Esa es una, ¿pero solo eso?
NB —¿No hay primarios en el módulo 8?
EB —No debería haber, porque el módulo 8 no es para primarios sino para reincidentes de hechos graves. Puede haber algún problema de clasificación puntual, pero no debería. Eso también lleva a tomar otro tipo de medidas. Por eso digo que hay cosas que no son solo propias de los presos, sino que hay situaciones con los que tienen que cuidar a los presos; esto no es lo normal, pero más de una vez esas situaciones ayudan a que se provoquen los problemas. Y lo hacen porque se aumentaron los controles sobre los presos y los policías y no quieren eso.
RA —¿Por qué no se instrumenta un sistema de vigilancia con cámaras, por mencionar algunas cosas que han señalado los especialistas, teniendo en cuenta esa falta de personal que podría alegarse o posibilidades de control total?
EB —En general la vigilancia por cámaras se ha tratado de establecer en las construcciones nuevas. En las construcciones viejas es más difícil hacerlo, se puede hacer, se ha hecho, pero es más difícil proteger las cámaras. En cambio en las construcciones nuevas se puede proteger mucho más la cámara.
NB —Usted anunció recientemente que se va a dividir el Comcar en cuatro unidades. ¿Qué implica esa estrategia? ¿Cómo va a funcionar?
EB —Eso tiene una razón de fondo, que es que hoy en el mundo se trata de no construir cárceles tan grandes, sino más dominables. Nosotros el Comcar lo heredamos con una capacidad determinada y un número muy grande de presos. La política de progresividad que tratamos de establecer en todo el sistema –y lo hemos hecho– en el Comcar tiene dificultades porque el mismo director tiene que pensar en términos de mucha seguridad, de seguridad media, de trabajo, de situaciones especiales… Todo el mismo director, entonces se complica.
Tenemos pensado dividirlo en cuatro: un sector de alta seguridad aislado del resto por un perímetro doble, un sector de media seguridad, un sector especial –para quienes cometan delitos sexuales y policías, que no van a estar en el mismo módulo sino en el mismo sector– y un sector de trabajo. Cada uno con un director distinto y aislado uno de otro. Pensamos que eso va a facilitar el tomar medidas con los que tratan de perturbar el trabajo y los que no perturban el trabajo pero tienen otros problemas. Estamos en eso, ya tenemos decidido cuáles son los módulos que van a ser de seguridad, cómo hay que aislarlos y quiénes van a ser los directores, pero no va a ser inmediato.
