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Entrevista central, lunes 3 de octubre: Eduardo Bonomi

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NB —¿Cuándo se piensa instrumentar?

EB —No lo puedo decir porque tiene que ver con la reparación de módulos que ahora están rotos y establecer el perímetro que los separe, sobre todo el de seguridad. Estamos yendo hacia ahí, pensamos que esto va a ayudar a mejorar la situación, vamos a llegar a esa situación sin hacinamiento en el módulo 8. Allí vamos a tomar medidas intermedias que no hacen a la división en cuatro, sino a trasladar gente sin mezclar los agresivos con los no agresivos y los que no son de naturaleza agresiva pero son ideológicamente agresivos, que tienen decidida una carrera que los torna agresivos.

RA —Si bien pactamos la entrevista hace varios días para hablar de la situación carcelaria hay un par de hechos que ocurrieron en los últimos días por los que no podemos dejar de preguntarle. Me refiero a los incidentes en los festejos de Peñarol. ¿Qué explicación le da a lo que ocurrió en Santa Lucía, donde personas que aparentemente tenían indumentaria de Nacional balearon a tres hinchas de Peñarol que estaban festejando en la plaza de la ciudad, donde había unas 70 personas más? ¿Por qué, si había una alerta nacional por posibles disturbios, no había vigilancia policial allí?

EB —La alerta nacional son un montón de lugares. Vigilancia había, el problema es el carácter de la vigilancia y lo que se podía esperar. Uno no podía esperar que fuera en Santa Lucía donde se presentara el mayor problema. Generalmente hasta ahora el mayor problema se daba en Pocitos…

RA —Allí también ocurrieron varios disturbios.

EB —Sí, también ocurrió, pero había policías, y muchos.

RA —No fueron suficientes.

EB —Eran unos cuantos. Acá hay una cosa: o la policía está donde surge el problema o el problema lo hacen igual, porque en tres minutos arman un problema, si la policía está a una cuadra y media o dos, mientras se traslada se dio el problema. No puede haber un policía en cada lugar, porque lo que van a hacer es ver dónde está la policía y hacerlo en otro lado. Es una cosa elemental.

RA —En el caso de Santa Lucía fuentes policiales indicaron a El Observador que había antecedentes de amenazas en redes sociales.

EB —Sí, ¿pero dónde se iba a efectuar la cosa? No necesariamente en Santa Lucía. Este es un problema más grave, y querer reducirlo a una cuestión de control policial es no entenderlo. Hace tiempo que se está hablando de la cultura de buscar un lugar donde haya sentido de pertenencia y usarlo para derivarlo a una actitud delictiva. Esto viene de otros lados y generalmente el sentido de pertenencia se asocia con un territorio. Acá pasa, pero con menos efecto. Creo que acá el mayor sentido de pertenencia se da con algunos clubes deportivos, entonces hay gente que trata de infiltrar esas hinchadas, que son permeables muchas veces porque encuentran un adversario muy fuerte como enemigo en otro club, y ahí trabajan. Ese es el problema, y no requiere solo un control policial, hay que entenderlo para que desde adentro también se combata. No alcanza con decir “los festejos no son oficiales”, hay que hacer muchas más cosas.

Esto no abarca a un solo cuadro de fútbol, abarca a más de uno. Aquellos clubes que despiertan un mayor sentido de pertenencia, que en nuestro país son entre tres y cinco, porque además de tener el sentido de pertenencia tienen que tener un peso específico que permita eso… Esto empieza cuando otro club hizo un festejo y le robaron dos o tres banderas, entonces los que buscan el enfrentamiento prometieron recuperarlas, y las fueron a recuperar, y ahora los que recuperaron las banderas no hicieron denuncia, pero prometen salir a recuperar y a hacerse de otra bandera. Eso es más grave que decir “la policía controló o no controló”. Si no entendemos que eso está pasando en nuestro país, si no entendemos que este fenómeno que se da en otros lados, en América Central, y que empezó en Estados Unidos con centroamericanos radicados en Estados Unidos –que tanto sentido de pertenencia le daban a un lugar que los grupos se llamaban por la calle, calle 18, calle 13, y se enfrentaban–, si no entendemos que eso nos está llegando, como le llegó a Argentina o a Brasil, no entendemos el problema, y si no lo entendemos no lo podemos combatir. La Policía detectó que había un peligro, hizo una alerta nacional. En Pocitos el problema duró minutos, llegó la policía…

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