Entrevista con José Bayardi, presidente de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio.
EN PERSPECTIVA
Martes 01.08.2017, hora 8.38
EMILIANO COTELO (EC) —La declaración del gobierno uruguayo conocida ayer luego de la elección del domingo en Venezuela para integrar una Asamblea Nacional Constituyente, fue cuestionada de inmediato por dirigentes de la oposición que reclamaron que debe desconocerse al nuevo órgano, como lo hicieron varios países latinoamericanos. El canciller Rodolfo Nin Novoa, hablaba así cuando leía el documento a la salida del Consejo de Ministros:
[Audio Nin Novoa]
El Gobierno del Uruguay sigue con enorme preocupación el desarrollo de los acontecimientos, sobre todo teniendo en cuenta el clima de violencia imperante, y exhorta al gobierno de Venezuela a establecer un canal de entendimiento y diálogo con la sociedad venezolana, así como al pleno respeto de los derechos humanos antes de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, y a la oposición a comprometerse responsablemente en dicho diálogo para encontrar un camino de paz y democracia para el pueblo venezolano.
[Fin audio]
El senador del Partido Independiente, Pablo Mieres, expresó: “Qué triste la postura del gobierno frente a la tragedia venezolana. No desconoce la constituyente”. El Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado opinó que la declaración del Poder Ejecutivo "se diluye en lamentos y exhortaciones genéricas al dialogo y al entendimiento", pero elude "la apreciación política de lo sucedido" el domingo. El Partido Nacional ya había emitido un comunicado el domingo en el que instaba al gobierno a respaldar la suspensión inmediata en el Mercosur de lo que llamó “el gobierno autoritario de Venezuela”. Ayer se sumaron otras expresiones, por ejemplo, el senador Luis Lacalle Pou indicó que la "posición indigna" de Uruguay "tiene una fortísima vinculación con negocios de particulares" respecto a los cuales los blancos han hecho ya una denuncia penal.
Estamos con el doctor José Bayardi, ex diputado que pertenece a la Vertiente Artiguista y preside la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio (FA).
¿Cómo defiende usted la actitud que viene manteniendo el gobierno de nuestro país cuando escucha estas críticas?
JOSÉ BAYARDI (JB) —Primero podría hablar de las críticas, pero respondamos la pregunta: creo que el Gobierno ha tenido una actitud de buscar que las instancias de diálogo sean las que permitan, entre el Gobierno y la oposición, solucionar la crisis política que vive Venezuela. Esas relaciones entre el Gobierno y la oposición en Venezuela no es que se hayan cortado en el último año, vienen maltrechas desde 1998. Las cosas hay que evaluarlas en su contexto, y en este tenemos una larga historia, primero de desconocimiento de la oposición al Gobierno, que se ha traducido desde el año 2002 en golpes de Estado, en huelgas petroleras, en no participación en elecciones en 2005, en impulsos de referéndum revocatorios, en cuestionamientos a la legitimidad del Gobierno hasta llegar a esta última etapa, cuando en las elecciones de 2013 gana Nicolás Maduro y hay un desconocimiento de su triunfo electoral. Se exacerban esas relaciones en el año 2014 a través de lo que se dio en llamar #LaSalida, con la que se pretendía sacar al Gobierno por la vía de la violencia callejera y se llega a las elecciones de 2015, en las que la oposición gana la Asamblea Nacional, que se instala el 5 de enero de 2016. En el primer discurso que hace su presidente, que en ese momento era Henry Ramos Allup, se plantea que en seis meses van a sacar a Maduro del Gobierno. Esta es una exacerbación que viene de largo plazo. Apelar a otra cosa que no sea la solución política a través del diálogo me parece una irresponsabilidad. Convocar a…
EC —Pero justamente, doctor Bayardi, ¿no ha pasado ya suficiente tiempo? ¿Cómo valora usted, en este contexto, la represión cotidiana en Venezuela? Murieron más de 100 personas en los últimos meses, algunas de estas muertes fueron grabadas en videos espeluznantes para mostrar cómo se comportan tanto los efectivos de los cuerpos de seguridad como los grupos paramilitares que operan en motos, etcétera…
JB —Hablemos de la represión, que es el tema en el que usted ha enfocado la pregunta. Hemos visto en Venezuela manifestaciones pacíficas multitudinarias que no han terminado con ningún nivel de violencia y hemos visto otras que sí han tenido importantes niveles de violencia, con bombas molotov o morteros, por ejemplo. Esas manifestaciones, en cualquier país del mundo, quiero pensar que en Uruguay también, habrían sido reprimidas, se las habría intentado evitar o bloquear. En este contexto se han dado muertes, como usted dice, todas las cuales son lamentables, pero pretender adjudicarlas al Gobierno a través de la formulación de la pregunta, me parece que es estar un poco fuera de la realidad. Hay muertes que han correspondido a actores de la oposición y a militantes chavistas, no voy a poner unas y otras en la balanza, pero el mismo domingo se asesinó a un candidato de la constituyente. Se pretenden poner las responsabilidades del lado de la balanza que corresponde al Gobierno, pero creo que eso es hacer una lectura sesgada…
EC —¿Usted equipara la violencia desde el Estado con la que puede ejercer una parte de los manifestantes opositores?
JB —Cuando dice la violencia del Estado habla de la que utiliza la Guardia Nacional para reprimir manifestaciones en las que hay bombas molotov y morteros, como hemos visto, como se vio el domingo se vio en todos los medios de comunicación una suerte de granada explosiva, no sé si tenía solo explosivos o también clavos o municiones de otro tipo. Ese es el nivel de manifestaciones que se están denominando pacíficas y están siendo reprimidas por las fuerzas de seguridad que, en Venezuela, cabe aclarar, constitucionalmente no pueden recurrir a las armas de fuego para reprimir las manifestaciones de civiles. Admitir que ese nivel de manifestación es legítimo me parece sesgar la visión de lo que está pasando en Venezuela y no entender que hubo manifestaciones pacíficas que nunca fueron reprimidas en las que los líderes que las convocaron hablaron sin problemas, y que fueron muy importante. Hacer una equivalencia entre esas manifestaciones y las que hoy se llevan adelante, cuando en los medios de comunicación las vemos como “manifestaciones pacíficas”… me parece que en ningún país serían toleradas.
