EC —Son $ 4.477 millones, más de diez veces lo que el Poder Ejecutivo está dispuesto a dar.
RM —Si, creo que lo que nos dan es 7,7 % de lo que pedimos.
EC —Usted decía: que analicen nuestro proyecto y nos digan qué es lo que está mal. Capaz que el razonamiento es otro, lo que está mal son las cuentas del Estado, no hay recursos, el déficit fiscal ya está en un límite complicado, no va a haber mensaje presupuestal complementario, cualquier aumento extra tendrá que venir de la reasignación de recursos. ¿Cómo se están manejando frente a esa realidad?
RM —Nos estamos manejando haciendo análisis acerca de cómo podemos ahorrar y reorientar inversiones. Lo que hablamos anteriormente del plan de obras creo que es el mejor ejemplo: hemos tenido que priorizar de lo que teníamos previsto en un plan a diez años lo que podíamos hacer rápidamente y estamos en eso, creo que nos está yendo bien. Vamos a tener dificultades en el número de docentes y de funcionarios, tenemos un gran déficit de funcionarios en el interior, lo menciono porque es un punto crítico, corrimos plata de partidas que eran para otras finalidades para aumentar el número de personal no docente, que está cojeando fuertemente. Voy mencionando cosas que van apareciendo… No vamos a poder aumentar el número de becas, complementando al Fondo de Solidaridad y cosas parecidas, porque necesitamos muchos más dineros para hacerlo. Estamos ahorrando en algunos servicios de Bienestar Universitario, en lo que tiene que ver con el control de la salud, la alimentación de los estudiantes. Creo que, como lo dije en un reportaje reciente, a la larga, pero en pocos años, se va a notar en la calidad de la educación y de la salud que brindamos -como estaba en discusión el Hospital de Clínicas el tema salud apareció naturalmente-. Las finanzas del Estado no son obligación de la Udelar, nosotros a su vez defendemos, incluso fuertemente, que es bueno que los organismos de base -en nuestro caso la responsabilidad es la educación superior- digamos lo que queremos y lo que podemos hacer, porque tampoco es cuestión de decir: “Dennos cualquier cantidad que algo vamos a poder hacer”, eso es mentira. Yo he dicho claramente que, si nos dieran todo lo que pedimos en diciembre de este año, en enero no vamos a poder gastarlo, y lo digo con total sinceridad, porque no se proveen 15 cargos de grado cuatro o cinco chasqueando los dedos, hay que esperar procesos. La cifra no va a poder ser gastada de inmediato, pero si uno pudiera planificar los últimos tres años del Gobierno nacional, que es el que va a dar el presupuesto, estamos seguros de que podríamos gastar esa plata bien.
EC —El tema es que se está haciendo el presupuesto anualmente, el Gobierno ahora optó por ese camino.
RM —Sí ese es un problema fuerte para nosotros, los ejemplos que dimos de las construcciones muestran que la planificación resultó ser crucial para poder seguir creciendo como lo estamos haciendo en materia edilicia. El hecho de que no haya un plan aprobado es tan importante como no tener aprobado el dinero, son dos cosas que necesitamos en simultáneo. El plan lo tenemos nosotros, nadie nos dijo “ese es el plan que va a conducir esto”, somos un ente autónomo y lo defendemos fuertemente, pero sería crucial tener una decisión de los máximos poderes del Estado, el Ejecutivo y el Legislativo en este caso, a efectos de que nos digan que sigamos adelante y que en tal período vamos a tener el dinero que corresponde. No tenemos ninguna de las dos cosas.
EC —¿Qué impresión sacó de la participación en la comisión? ¿Hay margen para que a la Udelar se le asigne algo más de lo que el PE en principio dispuso?
RM —Hay disposición, diría que de todos los partidos, es un hecho que los representantes del partido de Gobierno dan la voz del Pe y lo dicen con claridad, no andan ocultando cosas. Hay algunas propuestas de financiación extra a través del incremento de los impuestos a los juegos de azar, que ha aparecido, no quiero opinar porque no tengo los detalles. Alguna veta hay, por lo tanto, la pelearemos, discutiendo con los parlamentarios y con el PE si fuera necesario.
EC —Para terminar, conversemos algo del otro gran proyecto que tiene la Udelar entre manos, la remodelación del Hospital de Clínicas. ¿En qué está?
RM —Estamos avanzando en varios sentidos, la gente discute mucho este tema de la participación público-privada (PPP), que ha tomado estado público…
EC —Si, el debate pasa por un lado por cómo se financiaría esa remodelación, una alternativa es la de la PPP.
RM —Exactamente, es posible que el Consejo Central brevemente decida que las condiciones de la PPP no son adecuadas para hacer esa gran obra que queremos hacer. Entre ahora y principios de agosto se va a adoptar esa resolución de suspender ese trámite. Estamos haciendo simultáneamente discusiones con grupos que nos ofrecen préstamos para hacer la obra, tenemos cinco ofertas, yo mismo voy a tener una reunión con un grupo inversor español-británico que nos ofrece un préstamo a muy bajo interés. Eso tiene el problema de que tiene que ser aprobado también por el PE y no hay muy buena disposición que sepamos, quizás el bajo interés influya. Estamos pidiendo prepuesto para poder hacer gradualmente las obras, presentamos un plan muy específico para invertir unos US$ 40 millones a lo largo de cuatro años, son US$ 11 millones por año para hacer las partes de emergencia, CTI y cirugía a nuevo.
EC —¿Eso está contemplado dentro de esa cifra de $ 4.477 millones?
RM —Si, está contemplado.
EC —Por lo visto…
RM —Marchó.
EC —La decisión del PE es, o va por el lado PPP o no va.
RM —En este momento sí, recibimos una carta firmada por el ministro de Economía y el de Salud Pública rechazando una modalidad que propusimos en aquel momento, hace alrededor de un año, y diciendo que lo que el PE ofrecía era una PPP. Por eso es que entramos en el proceso de ver cómo era lo de la PPP, contratamos a un equipo, el informe ya se presentó y es eso lo que tenemos ahora arriba de la mesa. Las condiciones son muy duras, porque el hacer el edificio y el mantenerlo, aclaro lo de mantenerlo porque es necesario…
EC —Eso es lo que prevé el mecanismo PPP, que la empresa adjudicataria se ocupe también del mantenimiento.
RM —El edificio quedaría como nuevo durante 20 o 25 años. Eso le saldría al Estado, pero la ley dice que a la Udelar, unos US$ 20 millones anuales durante un período largo, y no hay ninguna garantía, es difícil que se pueda dar, de que ese dinero nos va a ser vertido adentro de la Udelar como para poder pagarlo y no tener que sacarle un poco a cada facultad para poder hacerlo.
EC —Esa es la principal preocupación suya?
RM —Sí, es la principal preocupación.
EC —Después hay otros argumentos de quienes hasta ideológicamente están en contra de recurrir a la PPP.
RM —Sí, que los hay los hay, pero creo que el pronunciamiento universitario se va a referir al problema financiero y a las dificultades que podría tener la institución para mantener esa obra, que en principio sería una gran obra de salud para el país, que recaería en las espaldas de la universidad.
EC —Queda entonces esperar lo que ustedes resuelvan.
RM —Efectivamente, yo le diría que entre hoy y el 8 de agosto, esa es la fecha que está en danza, va a estar resuelto cómo vamos a seguir este proceso del Hospital de Clínicas.
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Transcripción: Andrea Martínez
