
EC —Ese salto es impactante, en 30 años subió 20 millones su población…
JR —Sí, pero eso fue calculado, Deng Xaoping fue el gestor, el ideólogo de eso, tuvo la idea de hacer un clon chino de Hong Kong, el mainland China de Hong Kong, y creó una zona económica especial. Así se instalaron montones de empresas y el crecimiento empezó a ser explosivo.
EC —Algunos la definen como la Silicon Valley china.
JR —Sí, de hecho ahí están Tencent, Alibabá, WeChat, B&N, Huawei, todas las empresas de punta de tecnología están allí.
EC —Y la universidad en particular, esa en la que tú y tu esposo están trabajando, ¿qué características tiene?
JR —Es una universidad bastante nueva, es de 2011.
EC —Es estatal.
JR —Es de la ciudad.
EC —¿Hay matices entonces?
JR —Sí, hay matices, no depende del Estado nacional sino de la ciudad. La ciudad es muy rica, es una ciudad muy poderosa desde el punto de vista económico. Y es una ciudad que China tiene como vidriera al mundo, por lo tanto hay muchas cosas que funcionan creo que mejor que en el resto de China. Es hiperlimpia, supereficiente, los ómnibus son eléctricos, la mitad de los taxis son eléctricos, dentro de lo que son los niveles de contaminación de China el aire es bastante limpio. Está buena la ciudad.
EC —Es una ciudad muy “moderna”, quizás hasta futurista en algunos aspectos de su edificación, pero al mismo tiempo con verde. Tú destacabas la presencia del verde, ¿no?
JR —Sí, está muy bien urbanizada, en mi opinión. Los arquitectos de vanguardia van a experimentar allá, hay edificios realmente muy locos, muy interesantes, el aeropuerto es muy interesante. Y luego tiene muchas vías de circulación y rodeadas de verde, de canteros, de plantas. Hay mucho verde, en medio de la ciudad hay colinas, que son parques, no es para nada asfixiante.
EC —La universidad es de la ciudad. ¿Qué perfil tiene?
JR —Científico-tecnológico.
EC —¿A quiénes está destinada?
JR —A alumnos de grado y de posgrado. Y es bastante selectiva, pretende ser una universidad de elite. Es nueva todavía, pero el nivel de alumnos que tenemos es de elite.
EC —¿Son todos chinos?
JR —Aspira a ser internacional, pero todavía la mayoría son chinos. Hay algunos alumnos ucranianos y de otras partes de Asia, pero por ahora la gran mayoría son chinos.
EC —Decías que tiene carácter selectivo, que es muy selectiva. ¿Eso quiere decir que hay un examen de ingreso? ¿Cómo es?
JR —Sí, hay un examen de ingreso. Los puntajes de aprobación son 75 sobre 100 y si dos veces sacás menos de 75 quedás afuera.
EC —Esa regla vale para los exámenes de las materias, no solo para el ingreso.
JR —Para el ingreso hay un examen y toman a los mejores, pero luego hay cursos, uno elige cuántos cursos hace en el semestre, pero el porcentaje de aprobación es 75, es el mínimo, y la segunda vez que uno saca menos de 75 queda fuera [en los cursos de posgrado].
EC —¿Cantidad de alumnos por grupo?
JR —Es variable, yo di un curso de posgrado este semestre y tuve alrededor de 20 alumnos, pero Raúl tuvo un curso de grado de primer año y tuvo 40 alumnos. Puede haber un poco más de 40, pero son grupos chicos.
EC —¿Y el tamaño de la universidad en general?
JR —Es chica todavía, son [poco más de 4.000 alumnos].
EC —A comienzos del año pasado, en las charlas que teníamos a distancia, tú contabas que estabas sufriendo con el idioma. ¿Cómo terminó siendo el resultado? ¿Quién ganó?
JR —Por ahora viene ganado el idioma, no hemos avanzado mucho. Hablo como un niño de un año, más o menos. Hemos intentado y por ahora no hemos tenido éxito. Estoy en mi tercer intento con una aplicación, un curso online, porque uno precisa tener tiempo para descansar también, y si uno le dedica los fines de semana al idioma termina siendo agotador.
EC —Por ahora entonces no es imprescindible el dominio del idioma chino, te estás manejando con el inglés.
JR —Me manejo con el inglés.
EC —El trabajo es en inglés.
JR —El trabajo es en inglés, y uno maneja las cosas básicas, sabe decir permiso, gracias, perdón, doble a la derecha, doble a la izquierda, estacione acá, sé decir la dirección de mi casa por si me pierdo y un par de direcciones estratégicas y ya está. Los colores, los días, los meses, todo eso también sé decir. Tengo un vocabulario básico, muy restringido.
EC —¿Y cómo reaccionan los chinos cuando te escuchan hablar en chino?
JR —Se ríen descaradamente.
EC —Se ríen pero bien, has contado eso, que percibís que hay un buen ambiente hacia los extranjeros.
JR —Sí, sí, hay casi una discriminación positiva. Somos muy bien tratados, el trato es siempre muy gentil, nunca tenemos problemas, la gente siempre tiene disposición para indicarnos dónde queda algo, cómo se maneja algo.
EC —Eso lo perciben en general, no solo en la universidad, no solo en el edificio donde viven.
JR —En toda la ciudad. Incluso es muy complicado el mandarín, tiene cuatro tonos por cada vocal y la diferencia de tonos cambia el sentido de lo que uno dice. Sin embargo los chinos le ponen mucha onda y consiguen entender lo que decimos.









