EnPerspectiva.uy

Entrevista central, martes 14 de febrero: Jorge Ruibal Pino

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —Pasando en limpio, de ahora en adelante, en el nuevo esquema que se está implementando, a los estadios no van a poder entrar aquellos que tengan antecedentes en la justicia por hechos violentos vinculados con espectáculos deportivos, esa es una categoría. Pero por otro lado, están las personas que cada uno de los clubes ubique en la categoría de indeseables sin que necesariamente hayan pasado por la justicia o por la policía. Personas que ustedes detectan que tienen tal o cual comportamiento complicado, violento, difícil. Arman esa lista con esa información. Es importante subrayarlo y que lo explique usted, que es juez de trayectoria: acá no están de por medio expedientes, pruebas, apelaciones, nada, esto son impresiones que tiene Peñarol, en este caso, sobre Fulano de Tal.

JRP —Sí, es así. Para el ejercicio del derecho de admisión –esto es mi opinión personal, no quiero agregársela a mis compañeros, a pesar de que lo hemos conversado y sé que es así–, como no se trata de una sanción penal la que se les establece, no solo los antecedentes judiciales deben tener valor, sino los antecedentes ya sea de ingreso a la policía por desmanes en espectáculos públicos o noticias claras de nuestra propia institución sobre la persona que sin tener antecedentes penales genera disturbios en el espectáculo. Es decir, se trata de un derecho de admisión, que no es una sanción penal y que el organizador –en este caso el club y la AUF– puede disponer, como en el caso particular de alguna persona que organiza una fiesta y no tiene que pedirle antecedentes penales a quien no quiere dejar entrar. De modo que es así: antecedentes judiciales, antecedentes policiales o antecedentes de desempeño en el propio espectáculo.

EC —El ejercicio de ese derecho de admisión ha sido tema de gran discusión entre los clubes y el MI en los últimos años. Finalmente los clubes resuelven dar ese paso, con lo cual están tensando la piola con los elementos indeseables que tienen en su entorno. Esto no va a ser sencillo. Si entiendo bien, ustedes arman esta lista y la mandan al MI, toda esta serie de listas –la de Peñarol, la de Nacional, la de Liverpool, la de Danubio, la de Defensor…– van a ir a parar a una única lista madre que va a ser la que maneje el MI y la que determinará si una persona cuando va a Red Pagos, por ejemplo, a comprar una entrada, puede obtenerla o no.

JRP —Correcto. Además, queremos establecer una forma de garantía. Porque no podemos considerar por igual a todos aquellos que incluimos en la lista. De repente hoy incluimos a una persona que insultó o que formuló cánticos agraviantes para el otro cuadro y también, pegado a ese, incluimos a otro que tiró una garrafa del último anillo del Estadio. Esto no es justo. De modo que estamos preparando un procedimiento que por lo menos Peñarol va a aceptar –no sé si la AUF lo aceptará posteriormente y el MI– para que alguien tenga la posibilidad, una vez ingresado a la lista, de salir de ella. Porque no podemos condenar a una persona que insultó a pasar el resto de su vida sin ingresar a ningún espectáculo deportivo.

EC —Ahí entramos en un terreno complejo, difícil. ¿Cómo se va a resolver? ¿Cómo va a lograr alguien que Peñarol lo saque de su lista negra?

JRP —Estamos tratando de elaborarlo, porque si no sería una injusticia. Se hace normalmente en cualquier etapa de la vida; pongamos por ejemplo el Clearing de Informes, quien entra no queda toda la vida, en algún momento puede salir.

EC —Peñarol va a tener que organizar una especie de tribunal.

JRP —Tal vez sí tenga que organizar una especie de tribunal. O tal vez simplemente la propia Comisión de Seguridad con la conformidad de la AUF, porque una vez que la lista ingresó a la AUF hay que darle motivos para quitar a un elemento de ella.

Comentarios