
EC —Otro punto que ha estado fuerte en la agenda estos días es lo siguiente: ¿por qué en este caso nuevamente se asume el compromiso de otorgar un permiso de zona franca a UPM, sobre todo a partir del argumento de que se trata de una inversión importante, de gran porte?
AG —Porque si no Uruguay no sería competitivo y no podría existir una planta de este tipo ni las dos plantas anteriores en nuestro país. Dicho esto, la zona franca es un elemento que el país tiene desde hace muchísimos años y que forma parte del set de herramientas que se plantean en cualquier promoción en el exterior, y es tan válida como las que tienen otros países. Porque estas herramientas hay que analizarlas en función de lo que hacen otros y de la competencia que existe a nivel internacional para captar inversiones.
Decía que dicho esto, y reivindicando la importancia que ha tenido y tiene la herramienta de zonas francas, la semana pasada, además de lo del martes, estuvo lo del jueves. Lo del jueves fue un hito muy importante en Uruguay, fue la presentación del primer Plan de Transformación Productiva y Competitividad, un proceso en el cual venimos trabajando desde hace muchísimos años, y uno de los 57 proyectos concretos que forman parte de nuestra agenda de gobierno tiene que ver con el análisis de todas las herramientas de fomento a la inversión. Porque si bien es cierto que hay herramientas que son útiles para determinados contextos históricos, hay que ir viendo la evolución del país y del mundo para ver cómo es necesario o no modificarlas a la luz de las nuevas realidades.
EC —Justamente, se lo preguntaba porque ahora que se plantea este caso, tanto en el sector empresarial como en la academia han aparecido planteos de este estilo: Uruguay tiene un sistema de promoción de la inversión que es considerado atractivo y beneficioso, que podría ser suficiente, pero además la situación económica del país es sustancialmente mejor que la que se tenía cuando se negociaron UPM 1 y Montes del Plata, y además en aquellos casos no hubo que encarar compromisos de inversión en infraestructura del orden de US$ 1.000 millones, como sí se asume en este caso. ¿Qué dice a propósito de esas otras posibilidades?
AG —Creo que siempre hay que estar mirando con ojos críticos hacia delante. Creo que todavía no es el momento de eliminar una herramienta de este tipo. De hecho, si no existiera esta herramienta no existiría la inversión, por desventajas que Uruguay tiene con respecto a otras locaciones. Hay que ser muy cuidadoso con esto, porque tampoco da para echar campanas al vuelo. Probablemente los mismos que están diciendo que la situación económica es mejor y que se puede hacer más laxo este tipo de herramientas por otro lado estén haciendo una serie de reclamaciones referidas a su sector o a su lugar de acción. Hay que tener una visión general. Y reconozco que es importante tener todo monitoreado. Por eso hay dos herramientas que desde la OPP tratamos de fomentar: una, la mirada a largo plazo, la decisión de planificación y el monitoreo en los lugares de las posibilidades que Uruguay tiene para tratar de aprovechar la mayor cantidad de ellas. Y dos, el Sistema de Transformación Productiva y Competitividad, a través ahora de este plan, de estos 57 proyectos, uno de ellos el que implica hacer una revisión de los incentivos a la inversión.
EC —Una de las preguntas que han surgido es: ¿esta imperiosa necesidad que plantea UPM de zona franca no vale también para otros emprendimientos, nacionales por ejemplo? ¿No será que hay una carencia estructural del país en cuanto al sistema tributario para las empresas? ¿Por qué a UPM se le concede y no se les concede a otras firmas, a otros proyectos?
AG —Primero, hay una gran cantidad de zonas francas de diferentes tamaños en Uruguay. Segundo, esta es una inversión que sumando todo lo que va a traer suma alrededor de US$ 4.000 millones, y el volumen aquí importa. Tercero, esto va a tener una gran cantidad de externalidades positivas para el sector agropecuario en particular. Cuarto, hay una gran cantidad de programas existentes en el país, los puede encontrar en la página de Transforma Uruguay –que es la marca del Sistema Nacional de Transformación Productiva y Competitividad–, allí hay un compendio completo de los programas existentes, ordenados de manera sectorial. Lo que interesa es generar la mayor cantidad de actividad económica con dos cosas, siempre: primero, el cuidado de todo lo que tenga que ver con lo social, en primer lugar el empleo, las condiciones de trabajo y la defensa de la negociación colectiva como un elemento muy importante para ello, y segundo, el tema ambiental. Por otro lado, la OPP es la coordinadora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible Agenda 2030 de Naciones Unidas, y creemos que es un excelente marco para analizar todas estas cosas, el tema de UPM y el resto de la actividad económica nacional.
EC —Mencionó al pasar el monto total de la inversión, que llegaría del lado privado a US$ 4.000 millones. Sin embargo en la información oficial que se difundió la semana pasada, en la información de la empresa, se habla de € 2.000 millones, que pasado a dólares sería US$ 2.400 millones. Es cierto, eso se refiere solo a la planta de celulosa. ¿Qué otras inversiones va a hacer el privado que implican llegar a los US$ 4.000 millones?
AG —El resto de la cadena. Cuando hablamos del impacto de esto, no estamos pensando en el epicentro de 4, 5 kilómetros de Centenario, donde va a estar esta planta, sino en todo el noreste uruguayo, en todos los lugares donde hay plantaciones y las va a haber, en todos los lugares donde se pueden implantar nuevos viveros de generación de plantines que después van a ser plantados, en todos los lugares donde hay que hacer las plantaciones en sí mismas. Y ahí se requieren empleos calificados, y en todos los lugares donde hay que hacer cosecha se requieren empleos calificados. Esta empresa está realizando cosecha con una maquinaria para la cual se requiere una capacitación importante y tiene niveles salariales muy buenos. En 25 segundos se corta un eucalipto, se lo limpia y queda el tronco ya pronto para transportar. Eso lo vi, hicimos alguna visita en este proceso, y esto implica empleos importantes y buena cantidad de ellos. Todo lo que va a implicar la mejora de las infraestructuras también implica una gran cantidad de empleos y de impacto en ciudades como Clara en Tacuarembó, Arévalo en Cerro Largo, La Paloma en Durazno, en toda la zona de influencia de esta planta.









