Entrevista con Sebastián Peaguda, presidente de la Asociación Nacional de AFAPS y gerente general de SURA
EN PERSPECTIVA
Martes 18.07.2017, hora 8:27
EMILIANO COTELO (EC) —Luego de varios años de movilización, los llamados “cincuentones”, que a la hora de jubilarse van a verse perjudicados por la reforma previsional de 1996, obtuvieron la semana pasada una respuesta a sus reclamos.
El presidente Tabaré Vázquez anunció que el Gobierno prepara un proyecto de ley que permitirá a quienes tenían 50 años al 1º de abril de 2016 elegir entre cobrar su jubilación por el sistema mixto de BPS y AFAPS o hacerlo únicamente por BPS.
Según explicó el mandatario, los que tomen esta última opción deberán transferir sus ahorros desde un sistema a otro.
[Audio Tabaré Vázquez]
Este dinero proponemos que sea administrado por un fideicomiso del BPS que será destinado exclusivamente a atender los requisitos económicos; los dineros que haya que pagar por las jubilaciones que se van a llevar adelante por el BPS. Habrá otros ciudadanos que, informados, optarán por quedarse en las AFAPS. Pero esa es una solución que tendrá que tomar libremente cada uno de los interesados.
[Fin audio]
Esta alternativa, que todavía no está pronta y viene siendo afinada por el Poder Ejecutivo, ha dado lugar a discusiones en estos días. Por ejemplo, mereció reparos de la Asociación Nacional de AFAPS (ANAFAP), una gremial integrada por Unión Capital, Integración AFAP y AFAP Sura.
¿Qué impacto puede tener la solución del Gobierno? ¿Qué alternativas propone ANAFAP? De eso vamos a conversar en los próximos minutos con Sebastián Peaguda, presidente de la gremial y gerente general de SURA.
Vale la pena situar el problema y explicar de qué se trata, quiénes son los cincuentones. Son aquellos a los que la reforma del sistema previsional del año 1996 tomó en la mitad de su carrera laboral
SEBASTIÁN PEAGUDA (SP) —Empieza por ahí, lo que decimos es que en 1996 muchas personas tenían una vida laboral activa y, si tenían menos de 40 años, la reforma los situaba de manera dentro del sistema mixto, donde el BPS y su capital individual administrado por las AFAP van a ser lo que generen su jubilación…
EC —¿Por qué serían perjudicados ahora?
SP —El tema es un poco más de definición. ¿Qué es lo que afectaría a estas personas? Si tuvieron una gran vida laboral hasta 1996, si tuvieron muchos años de aportación a BPS, esa aportación de alguna manera está topeada, no se les reconoce por encima de lo que pudieron haber vertido originalmente, entonces ven un perjuicio por ese lado. Si aportaron por lo que sería hoy en día $ 50.000, $60.000 o $70.000 por un período largo de tiempo, el BPS no les reconoce por encima de los $ 50.000. Entonces, cuando van a sacar su salario básico jubilatorio para determinar cuál va a ser su jubilación por BPS, se ve mermada, no hay congruencia entre lo que aportaron y lo que se les reconoce. Por ese lado tienen un perjuicio efectivo y es bien objetivo detectar quiénes son estas personas. Por otro lado, con 40 años ingresan a un sistema de capitalización individual que en 20 años debería proveer un fondo para su retiro, lo cual no sucede, porque evidentemente estos fondos están hechos para el largo plazo, una vida laboral activa mínima de 30 años, con lo cual están pasando con un costo de la reforma superior al que fue diseñado.
EC —O sea, estas personas se ven afectadas por dos lados.
SP —Exacto, por los dos lados. A quien más le pega es a quien tuvo una vida laboral más provechosa económicamente, por así decirlo, antes del año 1996 y muy larga, que en los años posteriores a la reforma el BPS no tiene mejores registros que esos como para tomarlos dentro de la jubilación. Y, por otro lado, quienes han tenido una vida laboral después de 1996 con aportes a la AFAP no encuentran que ese fondo represente lo que debería representar para un trabajador en su vida, que es bastante normal, porque una persona que aporte 20 años al sistema no sería lo normal, es como que alguien empiece a aportar a los 20 años, cuando empieza su vida laboral activa, y a los 40 se quiera retirar, evidentemente su fondo para retiro no está prendo.
EC —¿Este fue un aspecto descuidado, entonces, en la reforma del año 1996?
SP —Yo creo que es un tema mixto, te diría que los que han hecho la ley han declarado que era la ley que había que hacer en ese momento con los acuerdos que había en ese momento. Tal vez parte de esos acuerdos no pudieron incluir a todas las poblaciones, sino que delinearon en gran medida a una parte y [pensaron] que eso iba a evolucionar en contener a los colectivos afectados con pesos asimétricos. Ahora, no creo que solamente fuera imprevisión, sino que de alguna manera este tema de que no se reconocieran los aportes por el total antes de 1996 tampoco estaba así de explícito, es una resolución de cómo interpreta la norma BPS.
EC —Eso es importante incorporarlo también.
SP —Todos se acuerdan un poco de que no hay demasiado lugar, como está la ley, para reconocerlos [a los “cincuentones”], pero finalmente es una interpretación. La ley no dice que no se van a reconocer hacia atrás, pero de alguna manera ese efecto no lo vieron tan claro hasta ese momento.
EC —La Asociación Nacional de AFAPS, ¿entiende que hay que encontrar una solución para estos trabajadores?
SP —Sí, la respuesta clara es que sí, porque esas personas tienen ese componente de no reconocimiento dentro de BPS por un aporte realizado y que no se les están tomando en cuenta. Más allá de que lo que tenga por el régimen de capitalización individual, si se compensa ese efecto el problema objetivo desaparecería. Ahí es donde pensamos que hay un lugar de solución. El BPS en 2012 este tema ya lo tenía mapeado e hizo un anteproyecto de ley en su directorio que elevó al Ministerio de Trabajo. Allí señalaba esta incongruencia, que estas personas pasaron sin un saldo por el ahorro no reconocido, porque tal vez si hubieran pasado $ 1.000.000 a su cuenta individual en 1996 por lo que no les estaban reconociendo hoy en día la situación no estaría. Esto es experiencia comparada, en otros países se hizo de esa manera cuando se hicieron las reformas y entonces las personas que hicieron la transición no se vieron más perjudicadas que las que entraron de manera pura al nuevo sistema.
EC —Veamos ahora la solución que está proponiendo el Poder Ejecutivo. Según ha trascendido, a quienes tenían 50 años al 1 de abril de 2016 se les permitirá, si así lo eligen, desafiliarse de la AFAP correspondiente, pasar a aportar únicamente a BPS y terminar cobrando una jubilación solo de BPS. Para los que opten por este camino, el dinero ahorrado hasta ahora en la AFAP se transfiere a BPS y pasa a integrar un fideicomiso que será destinado a administrar el dinero que haya que pagar por estas jubilaciones. Así es, a grandes rasgos, la propuesta. ¿quiere agregar algún detalle?
SP —No, básicamente hacer un comentario: ha habido tres declaraciones públicas o al menos tres comentarios y lo demás lo estamos hilvanando para poder completar la historia. La historia podría cambiar mucho si un articulado completo definiera otra cosa, ya los supuestos cambiarían.