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Entrevista central, martes 19 de diciembre: Luis Lacalle Pou

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EC —Este año político tuvo ahora, está teniendo, casi sobre el final, toda la discusión sobre la solución para los cincuentones, un debate que se dirimió enteramente en la cancha del FA. Fue poco lo que pudo aportar la oposición. ¿Cómo analiza ese episodio?

LLP —Primero, no me quiero ir muy para atrás, pero naturalmente nos tenemos que ir al año de la reforma. La reforma contó con el apoyo de un amplio espectro del sistema político, casi dos tercios del sistema político apoyaron esta reforma, era inevitable. Es más, se podría haber hecho un par de años antes, incluso se avanzó en proyectos que no tuvieron la fortuna de ser aprobados. Se aprueba la ley de AFAP –yo soy defensor de este sistema–, y como toda creación humana, a veces es imperfecta y generó una injusticia para un grupo de uruguayos; creo que hace bien el gobierno, la dirigencia política, en tratar de solucionar ese problema. Naturalmente esto significa erogaciones, solucionar este tema se llama plata, punto. El proyecto del gobierno fue firmado por todos los ministros –eso para mí es un dato importante, no es un proyecto que firma el presidente de la República con algún ministro y otros no firmaron–, firma el Poder Ejecutivo; estoy diciendo básicamente que lo firmó Astori.

EC —Sí, lo firma todo el Poder Ejecutivo y después da pie a que desde el Ministerio de Economía dijera: ojo, el costo es mayor de lo que habíamos estimado o de lo que se nos informó inicialmente.

LLP —En este tema es muy difícil manejar los momentos de la erogación fuerte. Uno puede decir que el proyecto original del Poder Ejecutivo costaba US$ 3.500, US$ 3.600 millones, pero es muy difícil saber cuándo se tiene que hacer efectivo ese dinero, por lo menos dentro de algunos años. El efecto no es inmediato, y para mí ese es un dato no menor, porque el gobierno genera una solución hoy, pero los costos los van a pagar los uruguayos durante otra administración, los efectos se empezarán a ver después.

EC —Durante varias administraciones.

LLP —Obviamente durante varias, pero los efectos negativos, por así llamarlos, empiezan en otra administración. Al mismo tiempo, es un proyecto de ley que genera más gastos, y todos sabemos que hoy la estructura de gastos no aguanta mucho más. Si ya estamos funcionando con un déficit de 3,5, 3,6 y no se ha podido o no han querido –creo que más lo segundo que lo primero– bajarlo, el Uruguay no soporta mucho más gasto, ni ahora ni dentro de seis años. No sabemos, porque si la meta de bajar el déficit no se está logrando, no parece muy lógico, menos parece lógico cuando hay algunos proyectos de ley o algunas iniciativas, algunas que datan del 2012, que solucionan el corazón del asunto. Porque convengamos en que el proyecto de ley del gobierno toca las comisiones de las AFAP, tiene un tinte o está muy teñido de temas ideológicos. Hay una barra del gobierno muy contraria a las AFAP, Murro ha hecho punta históricamente, las empezó a desarticular con la ley de desafiliación de AFAP de hace un tiempo, a la que nosotros nos opusimos. Entonces hay una cabeza atrás de este proyecto, que es perjudicar o, mejor dicho, borrar el sistema previsional. Este proyecto de ley de 2012, que el propio Murro sugería al BPS, soluciona el corazón del asunto y es mucho menos oneroso, se habla de aproximadamente US$ 1.000 millones.

EC —Justamente, ahí está uno de los puntos raros que dejó este trámite. Durante varias semanas la oposición quedó fuera de la discusión mientras el FA procesaba de manera muy crispada, muy tensa, su polémica interna. ¿Cómo la oposición no fue capaz de aprovechar ese período, que fue largo, para presentar a tiempo una propuesta alternativa?

LLP —Me permito discrepar con eso. Porque en este documento que tú tenés, ¿A quién no se le cae una idea?, en el punto 2 de los 10 que esgrimimos hablamos de cuál fue la propuesta del PN. El PN viene hablando de esto desde el Diálogo por la Seguridad Social.

EC —Sí, pero yo estoy hablando de la oposición. Recién el martes pasado, varias horas después de que el FA anunciara con orgullo que había logrado un entendimiento, blancos, colorados y el Partido Independiente (PI) se presentan en conferencia de prensa y dan a conocer esa alternativa como propia y como signo de que son capaces de interactuar, de ponerse de acuerdo, de gobernar.

LLP —Continúo. El gobierno del FA no habla de este tema –para el que nosotros en el 2014 ya habíamos propuesto una solución– hasta que Vázquez se encuentra con unos jubilados y dice “va proyecto”. Venía armónico el partido de gobierno hasta que empiezan a hacer números, empieza a primar un poquito la cordura. Cómo será la cosa que el que puso la cordura en su momento fue el MPP (Movimiento de Participación Popular), imagínense lo que era la locura del proyecto inicial del gobierno. Y ahí se empieza a tratar de coordinar.

El PN tenía su proyecto; algún legislador del Partido Colorado (PC), Conrado Rodríguez, había presentado un proyecto, y el PI, que empieza a terciar, creo que oportunamente, con Iván Posada en la Cámara de Diputados, y hace eco de ese planteo Pablo Mieres. Ahí quedamos, el gobierno, que no tenía una sintonía, y la oposición, que tenía tres proyectos distintos. Yo celebro que la oposición, horas más, horas menos, acuerda apoyar un proyecto mucho menos oneroso, un proyecto justo para el país, no para los partidos, cada uno de alguna manera depone su proyecto original y dice “acá hay una alternativa”.

EC —Ustedes lo dan a conocer en una conferencia de prensa y le piden al presidente de la República que le dé estado parlamentario, porque en esta materia es el Poder Ejecutivo quien tiene iniciativa. La respuesta que obtienen es más o menos la esperable: llegó tarde.

LLP —No, no es la esperable.

EC —Llegó tarde, ya hay un acuerdo, hay un texto, se va a votar por el otro lado.

LLP —“Llegó tarde” es un argumento infantil, porque si es bueno y no hay un proyecto aprobado se cambia. Tú y yo hemos vivido épocas en distintos gobiernos en que cuando una cosa es importante se vota en 24 horas y se cambia de un día para el otro. Entonces no es de recibo decir “llegó tarde”, es un argumento infantil. Se podrá decir –que es el argumento real– “ya bastante relajo tenemos dentro del gobierno, que más o menos llegamos a una solución –que es justa, es cierto, para los cincuentones, pero es injusta para con la población y toca otros temas que no debería tocar–, y queremos hacernos cargo de este, porque en el gobierno no podemos negociar más”. Ese es el argumento real, no es de recibo ni es serio decir “llegó tarde”. Es como cuando jugábamos a la escondida, pica por todos. No parece muy lógico.

EC —Lo otro que llama la atención es que la oposición, a la hora de votarse el proyecto del FA en la Cámara, actúe dividida, parte del PC, parte del PN terminan dando sus votos. ¿Qué fue eso?

LLP —Nosotros votamos en contra.

EC —Cuando dice “nosotros”, se refiere a su sector.

LLP —Sí, y vamos a votar de la misma manera en el Senado. Yo no lo veo tan ilógico, porque el proyecto de ley que se somete a votación no es el que presentamos nosotros, había un proyecto de ley y era votar a favor o en contra. No me parece ilógico que ante esa única decisión haya una votación distinta. Yo quiero sostener nuestra argumentación. Nosotros creemos que si bien es justa la solución que se les da a los cincuentones, es injusta, es demasiado abarcativa y toca otros temas.

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